Realmente habrá que considerar un
verdadero milagro que nuestro Aeroparque haya permanecido en el lugar
que le corresponde, pese a los negociados que desde la ?oca del
Intendente Grosso se vienen perge?do al respecto.
En algún momento la raz? esgrimida
era la falta de parques en la Ciudad, pero esta cay?por su propio
peso, ya que las poco menos de 130 hect?eas que corresponden al
Parque de la Raza, sitio del Aeroparque, se anexar?n al Parque 3 de
Febrero y otros espacios verdes que se extienden desde la Avenida
Leopoldo Lugones hasta Figueroa Alcorta, donde los sucesivos gobiernos
municipales permitieron edificaciones y concesionaron locales
comerciales y una gran cantidad de chiringuitos que poco
contribuyen al respeto del ambiente natural; ello sumado a que si se
desea tener un pulmás para la ciudad, éste sin duda es el delta del
ParaNº la Reserva Ecol?ica del Puerto, y los otrora espacios
verdes no respetados por ning? gobierno porte?, u otros espacios
que, como el albergue Warnes, fueron vendidos para emprendimientos
comerciales.
Toda aquella batalla de argumentos
contra la permanencia de Aeroparque tenía por objeto real liberar en
altura la zona de Retiro, ya que se habían vendido las instalaciones
de TANDANOR, consistentes en terrenos ubicados estratégicamente a la
vera de díasena Norte del Puerto de Buenos Aires. Una vez decidida su
permanencia, las razones desaparecieron como por arte de magia.
El argumento blandido por las
corrientes ecologistas radica, obviamente, en devolverle a la
naturaleza lo arrebatado por el hombre, pero en este caso habrá que
devolver esas tierras junto a todas las que se encuentran desde la
Avenida del Libertador hacia el noreste al Río de la Plata, ya que natura
las destin?al correr de las aguas, y ahondando más, bajo éste
aspecto no podrá mos desarrollar ninguna actividad sobre la Tierra, como
si el hombre y sus actividades no fueran parte de ella.
Permanencia
Desde la creación del Organismo
Regulador del Sistema Nacional de Aeropuertos (ORSNA), como
controlador de las actividades del concesionario Aeropuertos Argentina
2000 S.A., su pobre función se vio realzada al convocar a una
Audiencia pública del 15 de Junio de 1999 para consultar a los
interesados sobre la conveniencia de que el Aeroparque permanezca en
el Parque de la Raza más allá del año 2005. Esto se debi?a que en
los pliegos de la licitación que asign?a un solo concesionario los
35 aeropuertos, se previ?torpemente la desaparición del aeropuerto
Jorge Newbery, debiendo mudar los vuelos y comodidades a otros
aeropuertos como Ezeiza, algo que obviamente es imposible.
En aquella Audiencia pública,
comentada en el número 1 de La Hoja Federal, ya que el Partido Federal
fue
el único que participó orgúnicamente; de los más de sesenta
expositores, sólo el representante de Aerolíneas Argentinas S.A.,
tres representantes de constructoras de islas y uno de los
transportistas terrestres de larga distancia, se pronunciaron en contra
de la permanencia por cuestiones comerciales particulares: la línea aérea, porque tiene otros
vuelos en Ezeiza y le conviene económicamente concentrar todas sus
operaciones allá aunque se extingan las rutas de corta distancia;
los constructores de islas, obviamente aportaron sus propios proyectos
como alternativa y el otro, por razones estrictamente corporativas que apuntan a que
la demanda ociosa de las rutas aéreas que desaparecerá por resultar
ineficientes desde otro aeropuerto sean satisfechas por los ?nibus
de sus representados.
La abstenci? correspondi?a la
diputada nacional Alicia Castro quien adujo no tener información al
respecto, el resto se pronunci?por la permanencia, tras diecis?s
horas de exposición de motivos.
No contento con el contundente
resultado, el gobierno a través del ORSNA orden?consultar por medio
de una encuesta a un universo de ochocientos usuarios de Aeroparque,
la respuesta fue también contundente, estos se pronunciaron por su
permanencia, salvo algunos incluidos en la columna "NO SABE / NO
CONTESTA".
Desde las ?ocas de campaña para Jefe
de Gobierno de la Ciudad y hasta poco tiempo después de asumir sus
funciones el Dr. An?al Ibarra propuso continuar con el traslado de
los servicios del Aeroparque a Ezeiza, pero esta decisión fue tomada
antes de estudiar sus consecuencias, por lo que vemos actualmente que
se está reviendo esto y podría triunfar la racionalidad por sobre
las cuestiones políticas.
Inquietos por la cuestión
Aeroparque desde siempre, el Partido Federal presentó ante la
Audiencia pública las razones de nuestra posición en un trabajo al
que denominamos "Aeroparque:
Un Servicio público para el público", que
dividimos en cuatro títulos: 1) CRECIMIENTO DEL tráfico aéreo Y
SITUACI? CONTRACTUAL; 2) ASPECTOS ECOL?ICOS; 3) LA IMPORTANCIA DEL
SERVICIO público; 4) conclusión.
|
Del giro propio de la Audiencia surgi?
que los realmente interesados en la cuestión Aeroparque no
admitir?n su extinción como alternativa, incluyendo al
concesionario Aeropuertos Argentina 2000, que presentó un proyecto de
ampliaci? de la aeroestaci?.
Como año no está amos satisfechos,
pese al positivo desarrollo de la Audiencia y en concordancia con la
racionalidad económica esgrimida en nuestra PRESENTACIÓN, fuimos
más allá y propusimos que la adecuaci? que merece Aeroparque sea
costeada ?tegramente por el concesionario, alrededor de 277
millones de pesos, ya que los montos
previstos para la adecuaci? de Ezeiza superan lo necesario para
mantener Aeroparque, incluso con la construcción de una nueva pista.
Ello fue asentado en la Resolución definitiva de la Comisi?
Interjurisdiccional del Ministerio de Infraestructura y Vivienda n?
53 del 31 de Agosto de 2000 del siguiente modo: Punto 3.3.8. p?rafo
4? "... sugirieron que los ahorros en inversión que
produjera Ezeiza al concesionario por el mantenimiento de Aeroparque,
fueran computados para los gastos de ?te, lo cual no fue rebatido y
presupone la adecuaci? del mismo contrato, no otro distinto con un
nuevo concesionario.".
Como dij?amos en La
Hoja Federal Nº 29 la imprevisión y el incumplimiento nos llevó
a la situación actual de Aeroparque, por lo que una nueva imprevisión sólo complicar? las cosas. El proyecto más racional
dentro de los presentados ante las autoridades es el que prevé la
ampliaci? de la costa mediante el refulado de limo dentro de un
malec? perimetral, esto dar?un terreno de más de 250 hect?eas
donde se emplazar?una pista de 3000 metros.
Tanto éste proyecto como el de la
Aeroisla, sólo satisfacen lo que hace a una adecuada pendiente de
aterrizaje y despegue, pero no prevé la congesti? por crecimiento
del tráfico, y en el caso de la Aeroisla existe el agravante
económico y también la pérdida de un horizonte limpio para la
Ciudad. Lo más lógico serán la coexistencia de las dos
pistas, la actual 13-31 con la nueva a denominar 13L-31R, con lo que
se mantendrán n las aeronaves de última generación que cumplen con
los requisitos de poluci? sonora del Anexo 14 de OACI, como los
Canadair CRJ de Southern Winds, los Boeing 757 de LAPA y otros
operando en la actual pista que pasar?a denominarse 13R-31L, y las
aeronaves más ruidosas como los Boeing 737 y DC-9 de Aerolíneas /
Austral y otros de mayor porte que se sumen a los beneficios de la
nueva terminal, operar? en la nueva pista.

Si bien la existencia de dos pistas no
duplica matemúnicamente la oferta de operaciones, agiliza
sensiblemente el tráfico aéreo y serán la única forma de evitar la
transgresi? de las normas que limitan el tiempo entre despegues o
aterrizajes, las que en horas pico son violadas reiteradamente, ya que
una sola pista con Restricción nocturna limita la cantidad de
operaciones a 540 y esta cantidad es satisfecha holgadamente por el
Aeroparque, haciendo mella en la salud de los controladores aéreos.
Afortunadamente el Gobierno de la
Ciudad revirti?su decisión una vez estudiado el caso. Ser?
plausible que ahonde más sobre la cuestión planteada, en favor de la eficiencia.
Gustavo P. Forgione
gustavo@forgione.com.ar

Espacios verdes que lindan con Aeroparque
|