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La Hoja Federal

Bandera Argentina

A? 1 - N?ero 25

Rep?lica Argentina, Mi?coles 22 de Diciembre de 1999
?gano de prensa del
Partido Federal

Av.de Mayo 962 - Buenos Aires


Por qu?NO votamos la Reforma Impositiva
QU?propusimos como alternativa

Por el Diputado Nacional C?ar Albrisi

En la actual coyuntura econ?ica caracterizada por la recesi?, el estrangulamiento impositivo y el desempleo, resultaba contraproducente asignar el costo del ajuste fiscal requerido, nuevamente, a las empresas y ciudadanos de todo el pa?. En este sentido, el ajuste fiscal necesario para retrotraer el d?icit a 4.500 millones anuales, para observar la recientemente sancionada Ley de Responsabilidad Fiscal, deb? lograrse mediante dos v?s. Primero la reducci? de gastos de 1.400 millones que hab? planteado el Poder Ejecutivo y en segundo t?mino, 2.600 millones adicionales que deb?n obtenerse, ya sea incrementando la carga impositiva o sin hacerlo, llevando adelante pol?icas que m? adelante explicaremos.
La propuesta del Bloque de Acci? por la Rep?lica en primer t?mino, y dada la din?ica de las transferencias a provincias rese?da, propugnaba retener 100 millones de pesos mensuales de las transferencias autom?icas destinadas a las provincias que no provienen de la Ley de Coparticipaci? Federal de Impuestos. Esto redundaba en un monto de 1.200 millones de pesos por a? que se destinar? a financiar el Fondo Nacional de Incentivo Docente hasta completarlo, y el excedente se destinaba a un Fondo de Garant?s del Endeudamiento Provincial.
E
n segundo lugar, y como instrumento tendiente a reducir los niveles de evasi? impositiva, esta iniciativa contemplaba un cap?ulo que preve? la bancarizaci? de las operaciones financieras. Se estimaba que el efecto de esta medida, y del mayor nivel de actividad resultante por no incrementar los impuestos ser? de 900 millones de pesos anuales.
Finalmente, el hecho de basar el cierre fiscal en una mejora en la eficacia del gasto p?lico en todos los niveles de gobierno, evitando de ese modo los efectos adversos sobre la competitividad y el estrangulamiento impositivo, generar? una ca?a inicial del riesgo pa? y una salida m? r?ida de la recesi?. Este efecto evitaba gastos de inetereses por el endeudamiento estimados en 500 millones de pesos anuales.

Sumando los 1.200 m? los 900, m? los 500 millones de pesos estaban los 2.600 millones sin necesidad de una nueva carga impositiva.
O
bviamente, nuestra propuesta no fue votada y hoy todo el mundo conoce que la C?ara de Diputados de la Naci? aprob?el paquete impositivo como pol?ica de equilibrio de los recursos del Presupuesto General de la Naci?.
E
n s?tesis, los 2.600 millones necesarios para equilibrar el Presupuesto con la ley de d?icit cero, pod? obtenerse ya sea por via del "impuestazo" o de pol?icas de ajuste de las burocracias provinciales y/o municipales, otros recortes y reformas financieras y bancarias. Como es claro, nos decidimos por esto ?timo. El cierre de la brecha fiscal, sin embargo, deb? lograrse imponiendo los menores efectos adversos sobre la competitividad de la econom?, y adem?, teniendo en consideraci? cual ha sido el desarrollo fiscal de los ?timos a?s.
E
n este sentido, una parte preponderante del deterioro en las cuentas p?licas se explicaba por al evoluci? dispar del nivel del gasto p?lico entre el Gobierno Nacional y los Gobiernos Provinciales. Efectivamente, en oportunidad de firmarse el "Pacto Federal para el Empleo, la Producci? y el Crecimiento" en agosto de 1993 las Provincias se comprometieron a que, si la recaudaci? impositiva crec? de tal modo de llegar aun monto a distribu?se entre las mismas de 800 millones por mes, destinar?n el excedente a la cancelaci? de deudas o a la realizaci? de erogaciones de capital y financiamiento de programas de reformas.
E
ste compromiso provincial fue incumplido y los niveles crecientes de recursos que recibieron las Provincias no se destinaron a esos fines sino, por el contrario, se orientaron a financiar niveles crecientes de gastos corrientes. Adem?, el endeudamiento provincial creci?sensiblemente reflejando el desborde de los gastos (Cuadro 1).

Cuadro 1 - Gasto p?lico consolidado
En millones de pesos corrientes

Nivel de gobierno 1991 1992 1993 1994 1995 1996 1997 1998 1999*
Gasto del Gob.Nac. 30.389 36.613 38.709 42.638 44.32 44.083 45.748 46.901 49.231
Gasto de Gob.Prov. y GCBA 16.937 24.021 29.510 32.060 32.658 32.320 34.486 36.785 36.937
Gasto de Gob.Mun. 4.048 5.406 6.712 7.256 6.840 6.698 7.465 7.996 7.908
Gasto Consolid. Total 51.374 66.040 74.931 81.954 83.730 83.102 87.699 91.652 94.075

Fuente: D.N. De Programaci? del Gasto Social

El aumento del d?icit fiscal se explica, en una parte relevante, por el incremento en el gasto destinado a las Provincias y al incumplimiento provincial del Pacto de 1993; por otra parte, el incremento en el pago de intereses de deuda es una consecuencia de los desequilibrios fiscales.

Efectivamente, el Gobierno Nacional consigui?contener el gasto, especialmente el gasto previsional que implic? como muestra el Cuadro 2, que las prestaciones previsionales sin incluir las cajas provinciales transferidas permaneciera pr?ticamente constante entre 1994 y 1999. Esto se logr?mediante la Ley de Solidaridad Previsional e implic?un gran sacrificio de los jubilados y pensionados nacionales.

Cuadro 2 - Gasto P?lico Consolidado en Previsi? Social del Gobierno Nacional.
1994-1999 - En millones de pesos corrientes

Concepto 1994 1995 1996 1997 1998 1999 1994/99
Prestaciones 15,342 15,717 16,770 17,050 17,038 17,180 12
R?imen nacional incluye CBA 12,767 12,857 12,923 12,449 12,394 12,417 _ 2,7
Ex cajas provinciales 115 264 1,292 1,965 2,006 1,977 1,619
Inst. Ayuda Financ.a Ret. y Pens. Militares 1,156 1,166 1,171 1,171 1,177 1,199 3.7
Otras 1,304 1,430 1,384 1,465 1,461 1,587 21.7
Subsidios 566 502 558 550 642 668 18,o
Gs. Administr. 368 350 387 314 330 319 _ 13,3
Total 16,277 16,569 17,716 17,914 18,011 18,167 11.6
Gs. en Prev. Soc. Neto de Gs. Ex cajas prov. (inc. gs en GBA) 16,162 16,305 16,424 15,949 16,005 16,190 0.2
Fuente: D.N. Programaci? del Gasto Social

Mientras la Naci? y los jubilados y pensionados realizaban estos esfuerzos, el conjunto de gobiernos provinciales increment?su recepci? de transferencias del Gobierno Nacional en m? de 4.000 millones de pesos entre 1994 y 1999 como lo evidencia el Cuadro 3.

Cuadro 3 - Transferencia a las provincias
En millones de pesos corrientes, montos anuales
Concepto 1994 1995 1996 1997 1998 1999 Variac. Porc.
1999*/94
Sub Total Cop.Federal (1) 10971 10799 11221 12144 12584 12338 12,5
a) Cop.Orig. Ley 23548 8862,8 8092,1 8872,5 10062 10711 10371 17,0
b)Resto Copartic. 2107,9 2707,1 2348,1 2082,0 1873,6 1967,6 _ 6,7
Otras trans. autom. FONAVI, FET,etc.(2) 2541,1 2283,1 2940,4 3598,1 3912,9 3502,0 37,8
Fdo.Nac.de Inc.Docente (3)           700,0  
Transf.aut. totales (4=1+2+3) 13512 13082 14161 15742 16497 16540 22,4
Transf. no aut.tot. ATN+Otr. (5) 392,4 428.4, 438,0 424,8 460,8 438,0 11,6
Transf. totales (6=4+5) 13904 13511 14599 16167 16958 16978 22,1
D?icit asumido por la Naci? excajas prov. (7) 90,0 205,0 979,0 1398,4 1290,4 1327,2 1374,7
Total transf. m? d?. asumido (8=6+7) 13994 13716 15578 17566 18248 18306 30,8

*Fuente:Tesoro Nacional Datos de excajas: 1994-1995 estimados, 1996 provisorio, 1999 estimaci? propia
** 1999 estimado

No obstante, los Diputados del Bloque de Acci? por la Rep?lica, ratificamos con nuestro su voto el Compromiso Federal suscripto en la ciudad de Buenos Aires el 6 de diciembre de 1999, en la sede del Consejo Federal de Inversiones, en el marco de la Reuni? de Gobernadores en ejercicio, Gobernadores electos de las Provincias y el Jefe de Gobierno Nacional electo, ya que los acuerdos fiscales son de antigua tradici? cavallista y aunque no pudimos imponer nuestras cl?sulas transitorias nos parec? indispensable respaldarlo.
T
ampoco pudimos imponer nuestra propuesta legislativa del Uso Generalizado del Dinero Bancario que en definitiva puede explicarse de la siguiente manera: "Si las obligaciones fueren de dar sumas de dinero, excepto para las operaciones de menor cuant? que determine la reglamentaci?, ?tas se cancelar?n exclusivamente mediante la acreditaci? de la cantidad y especie de moneda que constituye el objeto de la obligaci? en una cuenta abierta en una entidad financiera a nombre del acreedor. La entrega de dinero que no tenga lugar en la forma indicada precedentemente no extinguir? la obligaci?"?

Siempre estimamos que ni en la Naci? ni en las Provincias deben crearse ni incrementarse los impuestos porque la capacidad contributiva de los ciudadanos y empresas de una provincia o de la naci? tiene un l?ite, m? all?de cualquier legislaci? que se cree o que se pretenda imponer.
V
otamos en contra de la nueva carga impositva porque creemos que los que pagan ya han llegado a ese l?ite y que ahora corresponde mejorar las gestiones y ampliar la base que contribuye impositivamente. Como siempre, as?de simple.

* El Ing. C?ar Albrisi es Diputado Nacional y Presidente de Acci? por la Rep?lica, Distrito C?doba.

UNA CIUDAD PARA TODOS
BARRERAS ARQUITECTONICAS Y CULTURALES
Por Marcelo D'Alotta

Todos los discapacitados motrices que se mueven por la Ciudad Aut?oma de Buenos Aires saben de los problemas con que se enfrentar? al salir de sus casas por la falta de consideraci? de algunos proyectistas, arquitectos, constructortes y el propio Gobierno que no hace los controles, ni mucho menos aplicar sanciones por la falta de cumplimiento de normas municipales y nacionales.
Accesos con escaleras sin la rampa correspondientes, ascensores tan peque?s que no entra ni un cochecito de beb? ba?s p?licos en primer piso sin ascensor y medios de transporte inadecuados, son algunas de las mal llamadas "Barreras arquitect?icas" para convertirse en "Barreras sociales" que convierten muchos lugares en exclusivos para los que caminan, y bien; ya que no se dan cuenta que una persona mayor o con muletas o bast? o simplemente una madre con el carrito de un ni? es casi tan discapacitado como una persona en silla de ruedas.
Aunque parezca ut?ico, muchas personas no quieren las rampas porque piensan que no es est?ico y afea la entrada de los edificios ("es real aunque Ud no lo crea", como era el t?ulo de un programa de televisi?), pero una vez construidas las utilizan.

Por todo esto me inclino a escribir que no solo se trata de barreras arquitectonicas, ya que tenemos una excelente legislaci?, pero no la hacemos cumplir; esto, sumado a organismos de contralor que mienten ya que siendo consultados, informan que las estructuras edilicias de los organismos p?licos est? un 70% adecuadas.
Debemos tener la mente un poco abierta a los problemas y copiar lo bueno de afuera, mirando pa?es del primer mundo que tienen todo esto en cuenta; no es solo sentido de respeto a grupos de personas con movilidad reducida sino tambi? miedo al miedo de sanciones por su incumplimiento, y por qu?n?a la parte comercial, ya que tambi? son clientes que compran por lo tanto hay que tenerlos bien en cuenta.
No existen diferencias considerables en los costos de construcci? cuando se planea bien y se tienen ganas de construir edificios funcionales para toda la poblaci?, porque nadie sabe si ma?na estar?en una silla de ruedas.

Se?res Arquitectos, Constructores, funcionarios de los organismos de habilitaciones pong?onos las pilas para pensar y accionar de la misma forma, tirando todos para el mismo lado y dando ejemplos positivos, sin discriminar a grupos minoritarios. Derribemos formas de pensar o esas barreras sociales que muchas veces ponemos nosotros los porte?s.

* Marcelo D'Alotta es contador y dirigente del Partido Federal, Distrito Capital Federal

Dej?de ser un peligro potencial... ahora es real.
Otro luctuoso despiste de alta velocidad
Un avi? DC-10 de la l?ea a?ea cubana, por razones que desconocemos no pudo frenar a tiempo y prosigui?con su carreteo m? all?de la cabecera opuesta de la pista de aterrizaje, saliendo de los l?ites del aeropuerto de Guatemala el d? de ayer.

Una vez m?, un despiste de alta velocidad produjo un desastre, en este caso las v?timas fatales hasta el momento son diecisiete, de las cuales ocho eran habitantes de un barrio que se encuentra en la prolongaci? de la trayectoria de la pista de aterrizaje, donde el aparato detuvo su vertiginosa marcha. Al momento de escribir estas l?eas se contaban m? de setenta heridos en tierra.
Los accidentes debieran sentar precedentes, para ello existen juntas de investigaci?, las que informan a los organismos reguladores de la actividad, y estos eval?n la necesidad de adecuar las instalaciones en tierra y los dispositivos de seguridad en vuelo.
Obviamente, los accidentes de este tipo, no sirvieron para formar argumentos cient?icos de preba y error tales que, obliguen a las autoridades correspondientes a retirar los obst?ulos de los umbrales de las pistas de aterrizaje.
Salvando las diferencias de los motivos que provocaron las tragedias, lo que hasta hace pocos a?s configuraba un peligro potencial, ahora comprobamos que es un peligro real. Me referiero a los obst?ulos que se encuentran en la mayor? de las prolongaciones de las pistas de aterrizaje en todo el mundo.
El caso que m? no toca de cerca, por la concentraci? edilicia y el valor de los terrenos circundantes, es nuestro Aeroparque Jorge Newbery. En este caso, negocios motivados por razones que avergonzar?n al m? descarado, basadas en el costo de oportunidad de los terrenos comparados con las potenciales v?timas de una operaci? frustrada, hacen que el peligro de mantener estorbos en lugares estrat?icos a costa de dichas vidas, sea econ?icamente viable. De otro modo, a partir del fallido despegue del LAPA 3142 del 31 de Agosto pasado, las autoridades hubieran ordenado inmediatamente quitar los obst?ulos de la prolongaci? del final de la pista con direcci? de 129? (13), estos son una casilla de la Prefectura Naval, un monolito del a? orgulloso Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, la marquesina de entrada del complejo Costa Salguero y la imprudente ubicaci? de un restaurante en los links de golf, que en las llamadas horas pico de tr?ico a?eo, coincide con la afluencia de aproximadamente trescientos comensales que, sin saberlo, son potenciales v?timas de ser arrollados por lo que hasta hace poco tiempo era un peligro en extremo remoto.
Claro est?que, para evitar que un avi? siga su curso hasta detener la marcha sobre ese restaurante, en caso de producirse un problema de frenado en el aterrizaje o un fallido despegue; el predio cuenta con una trampa fatal: un terrapl? de un par de metros de altura que divide el terreno del Driving Range con la entrada del Complejo Punta Carrasco.


Fotograf? de Norman Avila para Aviation Safety Network

El aparato era un McDonnell Douglas DC-10-30 de Cubana de Aviaci?, con matr?ula F-GTDI. Este modelo de avi? dej?de fabricarse en 1988.
El accidente se produjo en el Aeropuerto de Ciudad La Aurora, Guatemala.
El vuelo se hab? iniciado en La Habana.
Pasajeros 296 - Tripulaci? 18 - Peso m? de 263 toneladas.

Este estorbo y el tubo de gas que soplete?/strong> el liviano fuselaje del Boeing 737, LV-WRZ en Agosto pasado, me animo a considerar que fue la causa de que dicho accidente se haya convertido en tragedia. De no haber existido esa trampa mortal, seguramente los pasajeros hubieran salido con bien, pero distinta hubiera sido la suerte de los comensales que ni siquiera hubieran advertido que el b?ido de m? de 78 toneladas los arras?en medio segundo.

Esto nos pone en una disyuntiva... Decidir si queremos salvar la vida de los inadvertidos comensales de un restaurante ubicado all?por temeraria negligencia de las autoridades en detrimento de la vida de eventuales pasajeros de un posible despiste; o velar realmente por los derechos humanos y quitar los obst?ulos para asegurarnos de que la fatalidad estad?tica de uno en 112 millones de posibilidades de error como el experimentado all? no se cobre nuevas v?timas.

Por Gustavo P. Forgione


 

Alianza
Partido Federal - Acci? por la Rep?lica

Buenos Aires, 17 de Dicembre de 1999.

AL SE?R DIRECTOR DE LA HOJA FEDERAL
D. GUSTAVO P. FORGIONE
S.                 /              D.

ASUNTO: Conformaci? Grupo de Trabajo.
Alianza Partido Federal - Acci? por la Rep?lica

Para publicar en esa prestigiosa Hoja, comunicamos la conformaci? de un Grupo de Trabajo destinado a analizar la "Problem?ica del Contrabando en General / Evasi? Fiscal en General y su Incidencia sobre la Ciudad de Buenos Aires".
La misma est?constitu?a der la siguiente manera:

Coordinador General: Sr. Enrique Bonifacino
Integrantes: Dr. J. Carlos Bonzon Rafart
Sr. Ildr? Efra? Faggionato
Sr. Ra? Fern?dez
Sr. ?gel Jorge Persano
Sr. Roque Garc? Castro

La misma se reunir?alternativamente en Jun? 202, Av.de Mayo 962 y San Mart? 244 de esta Capital.
El Grupo ha sido formado con el benepl?ito del Partido Acci? por la Rep?lica y el Partido Federal, a quienes oportunamente se elevar? los resultados y propuestas sobre el problema encarado.

Atentamente Faggionato, Fern?dez, Ram?ez.

La Hoja Federal

Director
Gustavo P. Forgione

Correo electr?ico: hoja@infored.com.ar  

Tel?onos:
Lectores y Redacci?:
(0 11) 15-5109-8824
Director:
(02901) 43-1840

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