La Hoja Federal

Desconcierto
A la B?queda del Mal Peor
Hay quienes proponen la Dolarizaci? como sistema
Por Gustavo P. Forgione

Desde hace mucho tiempo, preocupados por el descalabro financiero que produjo el exceso de gasto p?lico en un escenario de recesi?, y ante las recetas m?icas propuestas por los eternos te?icos de escritorio, advertimos sobre el extremo cuidado que se debe tener al aplicar procedimientos de laboratorio sobre el sistema econ?ico.
As?en el n?ero 36 de La Hoja Federal del 24 de Agosto del a? 2000 escrib?mos, bajo el t?ulo: "?Dolarizaci?!... Un diparate en extremo opinado...", sobre las consecuencias que ?te tipo de medidas hab?n generado en la econom? ecuatoriana y lo que har?n en el futuro. M? recientemente, el 10 de Mayo pasado en el n?ero 49, el tema hab? tomado fuerza nuevamente y publicamos, "Dolarizaci? versus Canasta de Monedas". En el n?ero anterior destacamos que "hasta Paul Krugman entiende que es inoportuno hacer cambios en el sistema de convertibilidad", ya que quien en 1994 sugiri?a nuestro pa? salir de la convertibilidad y modificar el tipo de cambio, lo que mereci?comentarios por nuestra parte, hoy cree que el sistema establecido en Argentina puede soportar el actual desorden si es acompa?do por medidas que reactiven la econom?.
La idea de abandonar la moneda propia para suplir el circulante con una moneda extranjera de curso forzoso en nuestro pa? es en extremo descabellada y no solucionar? ninguno de los problemas estructurales que componen los precios de los bienes y servicios en lo dom?tico, ni mejorar? la competitividad argentina respecto de los del exterior, incluso cercenar? por siempre la capacidad de retornar a una moneda propia en el futuro si el escenario internacional as?lo requiriese.

Otros aspectos negativos, entre la innumerable lista de calamidades que generar? la dolarizaci?, es la extinci? de una reserva propia, la p?dida de la capacidad de se?riaje, que todo pa? soberano debe mantener, y la no generaci? de inter? de los dep?itos del Tesoro que componen el Programa de Administraci? Externa de Reservas.
El riesgo que acompa?n las inversiones en nuestro pa?, advertido por los calificadores, no desaparecer?con la instauraci? del curso forzoso de una moneda extranjera como ?ico patr?, como no lo hace en la actualidad la libre circulaci? y la convertibilidad, eso no tiene nada que ver con los problemas actuales.
El d?icit fiscal, las cuentas nacionales y los balances de los privados no cambiar? en nada si se cambia la moneda, porque los n?eros seguir? siendo los mismos.
Por otro lado, pensar que incumplir las obligaciones del Estado configura una salida a la crisis econ?ica, s?o puede considerarse desde la ignorancia, ya que los acreedores no olvidar? que guardan t?ulos u otro tipo de promesa documentada, aunque nuestro comportamiento se escude en palabras elegantes como default.
Es hora de entender que lo ?ico sano de la econom? argentina es la moneda y su extinci? s?o servir?para suscribir otras pagando inter? y no cobr?dolo.

Gustavo P. Forgione
gustavo@forgione.com.ar
Vicepresidente II del Partido Federal

C?o alinear la estrategia con la organizaci?
La Reforma del Estado
Por Mart? Borrelli

Hay pocas estrategias originales para reformar el Estado. Los pol?icos demag?icos conf?n en encontrar la "gran idea", pero en estos a?s no han sido capaces de impulsar ninguna efectiva.
Las m? importantes de los ?timos veinticinco a?s las formul?el Ministro Cavallo: la convertibilidad del peso en el ’91 y diez a?s despu?, el principio del d?icit fiscal cero. La paridad cambiaria goza de buena salud y amplio consenso. En cambio, el ajuste estatal est? pendiente. Que resta ? La ejecuci?. A partir de ahora, no hay que preocuparse por la falta de una estrategia sino por la incapacidad del Estado para ejecutarla, incluso cuando todos se manifiestan de acuerdo.
Distintos gobiernos lo buscaron, pero no la lograron. Pero muy pocas veces nos formulamos las preguntas fundamentales: ?por qu?no se pudo ejecutar exitosamente la estrategia anterior, por caso con Machinea o L?ez Murphy? ?Y por qu?creemos que una nueva estrategia ser?implementada con m? ?ito?
Contrariamente a la premisa de muchos pol?icos no es la mera visi? de un estado mejor lo que conseguir?mejorarlo; los objetivos- eficiencia, mejores servicios, menores costos - suelen ser similares para la mayor?. Lo que distingue a una propuesta exitosa es el "c?o".
Por lo tanto, la respuesta a "?por qu?no fuimos capaces de hacerlo mejor?", por lo general est?en el interior de la organizaci?, o m? precisamente, en el modelo organizacional, concepto que abarca todas las estructuras internas, los sistemas y las pr?ticas operativas que determinan el modo en que se ejecuta el trabajo en el Estado.
Muchas de las dificultades para alcanzar el d?icit cero son, de hecho, s?tomas de problemas din?icos y complejos, enquistados en el modelo organizacional del Estado. Problemas arraigados cuya complejidad obstaculiza una toma de decisiones efectiva.
Encontrar el modelo apropiado es dif?il, pero no imposible.  Si alinear a la organizaci? –el Estado- con la estrategia –el d?icit cero- es fundamental para el ?ito, averiguar de qu?manera la organizaci? la est?obstruyendo puede arrojar importantes conclusiones sobre lo que hace falta cambiar.

La administraci? p?lica no fue dise?da por expertos; evolucion? como respuesta a las necesidades del sector pol?ico.  Si se investiga como opera ser?posible entender qu?deber? modificarse para liberar su potencial. El resultado ser?un Estado mucho m? "af? con el mercado", que asigne los recursos con eficacia y se corrija a s?mismo naturalmente.
Si bien no hay un modelo ?ico y gen?ico ?timo, nos animamos a proponer cuatro reglas b?icas:

• El objetivo debe ser crear una organizaci? "minimalista": limitar las actividades que realiza la administraci? a las necesarias para lograr eficiencia.

• Una fuerte tendencia hacia la autoridad descentralizada; a menos que haya razones importantes que impongan un modo distinto.

• Una preferencia por mecanismos semejantes a los del mercado para asignar recursos y tomar decisiones.

• Un reconocimiento explicito de la responsabilidad como forma de atribuir las consecuencias de las decisiones a quienes las toman. As? las decisiones adoptan una naturaleza "autocorrectiva".

Al adaptar su organizaci? a partir de estos principios, el Estado puede superar las tensiones que implica un desfinanciamiento cr?ico. En ?tima instancia, un nuevo modelo es la ?ica manera segura de alinear a la organizaci? con su estrategia, que a su vez, es la ?ica manera segura de impulsar un aparato estatal que pueda sustentarse ?icamente con los ingresos, sin acudir al endeudamiento.

Dr. Mart? Borrelli
Diputado Nacional
mborrelli@diputados.gov.ar
Presidente del Partido Federal

?Emergencia Aeron?tica!
El diputado nacional Mart? Borrelli present?un proyecto de ley mediante el cual declara la Emergencia de la Actividad Aeron?tica Comercial.
La iniciativa establece la suspensi? por cinco a?s de cualquier medida tendiente a implementar la pol?ica de cielos abiertos; crea un registro de operadores a?eos en la emergencia; modifica los plazos para la caducidad de la concesi? de las rutas a?eas regulares internas e internacionales abandonadas por los operadores a?eos y crea las condiciones para que los servicios incumplidos sean cubiertos por otras empresas argentinas.
Tambi? prev?la creaci? del Programa Federal de Rutas, con el objeto de fomentar las l?eas de tercer nivel y conmutadoras de rutas poco rentables pero cuyos servicios resultan estrat?icos para determinadas localidades.
Vea el Proyecto en Internet en las p?inas del Bloque Federal