Desde principios de este milenio, los
argentinos, nos hemos acostumbrado a pensar que somos parte de
América Latina debido a una cuestión filosófica, porque hablamos
parecido o porque estamos rodeados por las mismas aguas.
Bajo estos preceptos, si desconocemos que
nuestros vecinos están creciendo a valores reales varias veces por
sobre nuestros propios elaborados números, podríamos creer que no
importa si faltamos al ritmo del crecimiento común, y menos aún de
alguna evolución más intangible como lo es la civilización.
Es evidente que Argentina ha dejado de ser
el país que traía iluminación a los vecinos con leyes universitarias
de progreso, con un crecimiento sostenido que atraía inmigrantes e
inversiones del
viejo mundo y con una movilidad social que, entonces, otorgaba
dignidad al ciudadano.
¡No!... desde que comenzó el milenio nos
hemos convertido en todo lo contrario a lo que representábamos el
siglo pasado.
Resulta claro que no formamos más parte
del grupo de países cuyos ciudadanos medios "viven bien"; que
dejamos de tener una universidad entre las cien mejores del mundo;
que ya nos cuesta andar en libertad por nuestras ciudades sin pensar
en que nos van a asaltar.
Nuestro país ha dejado de ser un ejemplo,
ha dejado de ser parte del crecimiento común, ha dejado de ser tal;
y esto se hizo indiscutible durante el último lustro. Lo más grave
es que al gobierno nacional no le importa.
Argentina: ¡Ausente!... Un mal ejemplo
Hasta hace unas semanas, formábamos parte
de los ejercicios CRUZEX, que consisten en prácticas de defensa
presentadas como juegos de guerra de nuestra región.
CRUZEX es el ejercicio de coalición
militar de la región, principalmente aéreo, y se desarrolla
anualmente en la ciudad brasileña de Natal.
Como casi todos los años, habían
comprometido su asistencia Argentina, Brasil, Chile, Estados Unidos,
Francia y Uruguay como integrantes naturales de esta coalición.
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La voluntad de las fuerzas argentinas por
participar de estos ejercicios fue tan evidente e ineludible que el
sistema operativo informático de los juegos de guerra está
desarrollado por la Fuerza Aérea Argentina.
Los ejercicios comenzaron el día 28 de
Octubre y se desarrollaron normalmente hasta el 19 de Noviembre de
2010. También asistieron como observadores, representantes de
Venezuela, Bolivia, Canadá, Colombia, Ecuador, Inglaterra y
Paraguay.
Lo único lamentable de este ejercicio fue
la ausencia de las aeronaves comprometidas por nuestro país... no
hubo explicaciones oficiales, no tuvo repercusión en los medios de
información argentinos y no preocupó en lo más mínimo al Ministerio de Defensa.
Afortunadamente, el personal de la Fuerza
Aérea Argentina, encargado de operar el sistema operativo, ya se
encontraba en el teatro de simulacros al momento del "olvido oficial"
de enviar al Congreso Nacional el decreto que autorice el movimiento
de tropas para este ejercicio.
El resultado de esta negligencia de
nuestro gobierno nacional fue la ausencia de la República Argentina
en el ejercicio de coalición militar más importante de la región,
diferencia notable con todos los otros países que asistieron y
percibieron nuestro abandono.
Un verdadero papelón que fue
subsanado por nuestros vecinos, que callaron lo más posible nuestra
innegable desprolijidad.
Ante tal insolencia, negligencia e
ingratitud de nuestras autoridades de defensa para con los
países de la región, cabe recordar aquella frase doméstica que hoy
modificamos y que ahora diría así: - Cuando Argentina entre en
guerra... ¿quién la va a ayudar?
Gustavo
P. Forgione
gustavo@forgione.com.ar
Director
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