Otra vez, ante la menor evidencia de funcionamiento
de las instituciones democráticas, la presidente de la Nación y
algunos de sus colaboradores recurrieron a la defensa más primitiva; el ataque
preventivo.
Urgencia desmedida
Esta vez, basada en una lógica demasiado ingenua, la
presidente ordenó el cese de funciones del presidente del Banco Central por
demorar la orden emanada de un Decreto de Necesidad y Urgencia que
disponía el desvío de fondos de la Reserva del Tesoro al ministerio
de economía para conformar un fondo.
Resulta misterioso que haya alguna
urgencia en realizar esta sensible transferencia, ya que el objeto de tal
erogación sería el pago de las obligaciones externas que vencen en la
segunda semana de Agosto de 2010; para lo cual habría un plazo excesivo.
El misterio se convirtió en sospecha, cuando se
conoció la exagerada reacción presidencial contra la jueza
Sarmiento, a quien Cristina de Kirchner, en un acto de insolencia
insoportable, denominó "Jueza Delivery", ya que en su decisión judicial
entiende que corresponde resguardar la figura del presidente del Banco
Central, lo que inmediatamente derivó a un juicio sumarísimo, y
mantuvo una medida de Amparo sobre el caso principal que es el
desvío de fondos.
Con la misma insolencia y sin importarle la decisión
judicial, señaló que Redrado es un
"okupa" del Banco Central, cuando
en realidad cumplió la función de defender el valor de la moneda,
para la cual fue designado. Si este hubiera acatado
inmediatamente ese ingrato
decreto, hoy estaría enfrentando juicios por mal desempeño,
incumplimiento de sus deberes y habría sido un
indiscutible postulante a desfilar
por los tribunales durante los próximos años.
Redrado está experimentando el rigor del despotismo
que necesariamente acompaña al populismo en un sistema
constitucionalmente democrático.
Ante este esquema siniestro, sin importar cual hubiese sido su
accionar y por cualquier causa, válida o no,
Redrado dejará pronto
de ser presidente del Banco Central, aunque haya cumplido con su
obligación a rajatabla.
Hipótesis perversa
Existe la posibilidad de que la urgencia en realizar
este desvío radicó en que aquellos 6.569 millones de dólares
estadounidenses aumentarían su valor en pesos si se producía una
devaluación; así, si las cuentas públicas no alcanzaran para pagar
el déficit del gobierno, serían satisfechas con el excedente
producido por la decadencia del Peso Argentino. Si no existiera
déficit, una devaluación generaría dicho excedente para engrosar
oportunamente la miserable caja política
que permite "asegurar" voluntades para seguir con este
"modelo".
Claramente, esta es solo una hipótesis perversa.
Lo que no es una hipótesis y ya configura una
verdadera reincidencia es la decisión de realizar este tipo de
traslado de fondos a unos días de comenzado el receso estival cuando
el Congreso Nacional está cerrado, tal como ocurrió en la víspera
del día de Reyes del año 2006 en una situación similar.
Hechos
El sainete contemplado estos días en torno del
llamado Fondo del Bicentenario generó un daño que probablemente sea
irreparable en el mediano plazo.
Todas las torpezas cometidas por el gobierno contra
la seriedad económica y la seguridad jurídica, solo postergan el
éxito de cualquier proyecto que se plantee, así este fuera sensato.
Esta imprudencia configuró bastante más que un
papelón y no fue solo un exabrupto de la presidente de la Nación o
de su ministro de economía. Esto siembra la semilla de la
destrucción de lo que queda del sistema financiero argentino por
comprometer la autarquía del Banco Central con el solo fin de
descarriar varios millones de la Reserva para satisfacer "vaya a
saber qué gasto". |
B.C.R.A. - Activos vs. Pasivos
Hay quien puede pensar que la Reserva es un activo
disponible en si mismo y que los billetes emitidos por
el Banco Central son solo papel pintado con algún
valor artístico; hasta podría afirmarse así en
una despreocupada charla de café; pero nada
está más lejos de la realidad.
La Reserva está compuesta por
oro, divisas y otros activos externos. No obstante, no todos los
activos del Banco conforman la Reserva o implican activos para la
República.
En el rubro Activos de su Balance, el punto siguiente
al de las Reservas Internacionales agrega los
Títulos Públicos en cartera como parte del patrimonio; recordemos
que para evitar cualquier consejo inconveniente del Fondo Monetario
Internacional, el presidente consorte canceló la deuda con ese
organismo y el Banco Central recibió el 5 de Enero de 2006 un pagaré
denominado "Letra Intransferible Vencimiento 2016" por un
valor de U$S 9.530.110.689.
Este pasó a formar parte del activo del B.C.R.A. pero
es un pasivo para la República Argentina, por lo cual, el número que
muchas veces se dibuja y que se promete como resguardo del valor de
la moneda tiene una letra chica que en algunas oportunidades sirve
para aparentar.
A estos detalles hay que agregarle el cierre del
sistema contable.
Si tenemos en cuenta que el Pasivo de este Balance es
el dinero circulante más los depósitos a la vista, y vimos que el
Activo no es tan activo como parece, la Reserva debería mantenerse
bajo una mirada más cautelosa, ya que ante una modificación en la
Carta Orgánica del Banco podría confundirse Reserva con Activos y un
nuevo saqueo como el que casi protagonizamos haría que la moneda no soporte
una corrida ordinaria como las de los fines de verano y el efecto
posterior podría ser lamentable.
Reserva vs. Circulante
Cabe destacar que cuando el Banco Central
emite pesos para comprar dólares, debe mantenerlos como garantía
para cuando se realice la operación inversa, ya que cuando se
produce el reingreso de aquellos pesos, estos son destruidos.
Es obvio que no hay excedentes de riqueza de ningún
tipo, sino la tendencia al equilibrio de una cuenta que no es
política, sino contable.
Situaciones como la creada por el "gobierno de
turno", solo sirven para destruir la confianza y que el calamitoso
estado de las cuentas públicas parezca aún más desastroso.
Gobierno vs. Conspiradores
Con estos decretos irregulares
y oportunos, el gobierno confirma
lo que venimos sosteniendo por largo tiempo, el "modelo" es solo un conjunto de medidas para concentrar
los negocios en el
matrimonio presidencial y sus obsecuentes. No existen normas destinadas a
mejorar la educación,
la salud, la seguridad,
la justicia y
la calidad de vida de la sociedad; sólo se trata de imposiciones
económicas y presiones políticas de algún tipo.
Dado que este
"modelo" requiere de un poder absoluto y sus integrantes no tienen
claro los alcances de la democracia y el funcionamiento de la
República, quien se atreva a hacer valer sus derechos o cumplir
con sus obligaciones es un conspirador; como ocurre con la
justicia, los periodistas, el vicepresidente, los ex presidentes y
legisladores, los productores de soja, las minorías políticas, los
prestadores de servicios, la industria, los habitantes de Tartagal, Redrado, Sarmiento, usted
y yo.
Gustavo
P. Forgione
gustavo@forgione.com.ar
Director
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