Año 11 - Número 121 |
República
Argentina, Lunes 9 de Febrero
de 2009. |
Publicación de
distribución electrónica por
suscripción. |
Sumario:
Participación de La Hoja Federal - Misa por Francisco
"Paco" Manrique
ANSeS, Inversor dirigista, parcial y
arbitrario - Por Jimena Llorens
Cristina dejó en Cuba la poca credibilidad que tenía sobre...
- Por Gabriel C. Salvia
Elecciones... fraude? - Por
Luis E. Fiorentini
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Misa por Francisco "Paco" Manrique
a 21 años de su fallecimiento
La Hoja Federal invita a sus lectores y amigos
a asistir a la Misa anual por Francisco "Paco"
Manrique, tras cumplirse 21 años de su fallecimiento el 15 de
Febrero de 1988.
La celebración será el Lunes 16
de Febrero de 2009 a las 19:00 horas en la Basílica San Nicolás de
Bari, Av Santa Fe 1364, Ciudad de Buenos
Aires. |
Luego de la reforma previsional
ANSeS, inversor dirigista
parcial y arbitrario.
Por
Jimena Llorens |
El jefe de
Gobierno porteño le está pidiendo a la ANSeS el préstamo que había
acordado con las AFJP antes de la reforma previsional impulsada por
el Poder Ejecutivo Nacional y que fuera aprobada hace pocas semanas.
A partir de dicha
reforma este organismo administrará cerca de cien mil millones de
pesos correspondientes al flamante Sistema Integrado Previsional
Argentino (SIPA). Se estima, a su vez, que recibirá este año de
12.000 a 15.000 millones más por los aportes que antes ingresaban a
las AFJP. Tengamos en cuenta, también, que la ANSeS alcanzó un
superávit de casi $12.000 millones en el año 2008 y en el
presupuesto 2009 tiene previsto un excedente de $ 7.000, sin sumar
los fondos del sistema privado.
Parte de sus
fondos - $13.200 millones- se ha destinado al paquete anticrisis de
anunciado por la presidente para financiar inversiones,
exportaciones y consumo que incluyen, entre otras medidas, el Plan
Cero Kilómetro y el Plan Canje de Heladeras.
En el mismo
sentido, el Banco Provincia colocó en los últimos días 5 millones de
pesos en préstamos para pymes con fondos que tomó de las
licitaciones de la ANSeS.
Al parecer, el
dinero será utilizado "para inversiones a largo plazo de mano de
obra intensiva y para sostener la economía de la Argentina en el
período que viene" tal como fuera anunciado públicamente por su
titular, Amado Boudou.
No podemos dejar
de señalar que, según datos oficiales, la Ciudad de Buenos Aires
representa cerca del 27% del empleo formal en nuestro país. Sólo en
el tercer trimestre de 2008 aportó al Sistema Integrado de
Jubilaciones y Pensiones (SIJP) más de 7.000.000 millones de pesos,
de acuerdo al informe de recaudación elaborado por la AFIP
correspondiente a ese período. |
Sería
entonces inaudito que la ANSeS convertido
ahora, según palabras
de
Boudou, en "el
nuevo inversor institucional
de la Ar-gentina a través de los fondos que le vienen de
las AFJP" no le preste a
la Ciudad 1.500 millones de pesos para inversión en infraestruc-tura,
menos del 25 % de lo que ella misma aportó al sistema en un solo
trimestre.
Además, una
medida de estas características estaría en línea con el
objetivo, anunciado por la Casa Rosada, de destinar por lo menos
un 20% de esos fondos a proyectos de obra pública e
infraestructura.
Lic. Jimena Llorens
Licenciada
en Ciencias Políticas
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Cristina dejó en Cuba la poca
credibilidad que tenía sobre su honesta defensa de los derechos
humanos
Por Gabriel C. Salvia |
En el último tramo de su visita a Cuba, la presidenta
argentina Cristina Fernández de Kirchner manifestó: “Esperamos que
algunas barreras definitivamente se derrumben y puedan tener todos
ustedes ese potencial económico, de conocimiento y político para
desarrollar”. ¿Acaso Cristina tuvo el coraje de criticar
públicamente en La Habana a la dictadura cubana? Todo lo contrario.
Cristina no se estaba refiriendo a la falta de libertades
elementales en Cuba, sino que interpretando al pie de la letra el
discurso propagandístico de la dictadura cubana, la presidenta
argentina culpaba al embargo norteamericano de los problemas de
desarrollo que padece la isla de los hermanos Castro. Así, en
sintonía con otros presidentes de la región, Cristina considera que
el principal problema de Cuba es el embargo y no las características
represivas y empobrecedoras de su sistema político, económico y
social.
En consecuencia, Cristina no hizo en Cuba nada de lo
que se espera de un mandatario comprometido con la promoción
internacional de los derechos humanos: reclamar por la liberación de
presos políticos y reunirse con opositores pacíficos. Si la
presidenta y sus funcionarios piensan que estos comportamientos no
corresponden frente a una dictadura, entonces no tendrían que haber
ido a Cuba.
En efecto, después de 50 años todavía hay que
aclararle a los funcionarios argentinos y a una buena parte de la
opinión pública, que la categorización de Cuba como dictadura se
desprende de su propia normativa legal, es decir, su constitución,
código penal, leyes especiales como la 88 –conocida como “mordaza”-
y las sentencias de los tribunales populares. De esta manera, en la
isla gobernada represivamente por los militares hermanos Castro, se
encarcela a opositores pacíficos a penas que rondan los veinte años
de prisión acusándolos de delitos que en el resto de los países de
América Latina y en cualquier democracia son derechos muy básicos.
Así, la dictadura cubana justifica el encarcelamiento
por posesión de “propaganda enemiga” a quienes les encontró
ejemplares de la Declaración Universal de los Derechos Humanos; ha
fusilado hace sólo cinco años a tres personas por “intento de salida
ilegal del país”, aplicando la pena de muerte tras juicio
sumarísimo, es decir, sin debido proceso; y recurre a una figura
penal para intimidar a sus opositores llamada “peligrosidad predelictiva”. Está claro que ningún progresista puede defender un
régimen represivo como el cubano, el cual es denunciado por
prestigiosas organizaciones como Human Rigths Watch y Amnistía
Internacional, que no son precisamente de derecha.
En cuanto a la situación de la médica Hilda Molina,
cuyo caso genera una enorme sensibilidad en la opinión pública,
Cristina se terminó subordinando a las exigencias de la diplomacia
cubana, que por supuesto nunca cede en nada a cambio de su
inflexibilidad. Y así seguirán prologando la respuesta hasta que en
la Argentina cambie el gobierno y las nuevas autoridades de la
Cancillería, si continúan el caso, lo deberán comenzar desde cero.
Esta es una ventaja indiscutible en las relaciones exteriores que
tiene un régimen que logró perpetuarse ilegítimamente en el poder
durante medio siglo y que descaradamente exige respeto e igualdad de
trato con los gobiernos democráticos.
Lo cierto es que en materia de derechos humanos el
balance del viaje de Cristina a Cuba es totalmente negativo, pero al
mismo tiempo despeja todo tipo de dudas sobre sus convicciones en un
tema que el kirchnerismo tenía como bandera. |
Es que, por un lado, resulta contradictorio este
comportamiento en Cuba por parte de la presidenta argentina y de su
Canciller Jorge Taiana, cuando anteriormente han premiado a
personalidades extranjeras que denunciaron a la dictadura militar
argentina y a diplomáticos que se reunieron en esos años de plomo
con perseguidos políticos y activistas de derechos humanos. ¡Qué
duda cabe que todos ellos se entrometieron –y por suerte- en los
asuntos internos de la argentina durante la dictadura militar! Por
eso mismo, ¿qué pensará ahora de Cristina la ex secretaria de
Derechos Humanos del presidente norteamericano James Carter -Pat
Derian- que tan valientemente denunció a la dictadura militar
argentina y que ya le había sugerido a Néstor Kirchner y señora que
de viajar a Cuba tendrían que actuar como lo haría un defensor de
los derechos humanos?
Otro aspecto contradictorio en fortalecer las
relaciones políticas argentinas con el gobierno cubano es la
conocida complicidad de Fidel Castro con la dictadura militar
argentina, bloqueando en Ginebra la condena por violación a los
derechos humanos que se producía en nuestro país. Sin embargo, esta
“extraña alianza”, como muy bien la documentó Kezia McKeague, es
deliberadamente excluida de la memoria por parte del gobierno, los
organismos de derechos humanos y por muchos medios de comunicación,
como si no fuera cierto.
Una contradicción más de la presidenta argentina fue
la actitud diferente que tuvo en Cuba frente al único antecedente
elogiable que se le registra en materia de política exterior y
derechos humanos. Al respecto, vale la pena recordar que en febrero
del 2008 recibió al dictador de Guinea Ecuatorial en la Casa Rosada
y en dicha oportunidad le expresó a Teodoro Obiang que su país
“cuenta con inmensos recursos hidrocarburíferos en un mundo donde el
petróleo y el gas son indispensables. Pero no puedo dejar de
expresarle, señor presidente, nuestra honda preocupación por la
situación de los derechos humanos en su país”.
¿Por qué Cristina no hizo un reclamo similar ante
Raúl Castro en Cuba? Para muchos la respuesta es más que obvia: el kirchnerismo ha utilizado políticamente el tema de los derechos
humanos y carece de la mínima convicción sobre los mismos. Y el
viaje de Cristina a Cuba ya no deja ninguna duda al respecto,
especialmente cuando como "broche de oro" fue recibida por el
anciano dictador Fidel Castro y tuvo la ligereza de considerar ese
hecho como "una distinción para todo el pueblo argentino".
Gabriel C. Salvia
es Presidente y Director General del
Centro para la Apertura y el Desarrollo de América Latina.
Integra el Consejo Editorial de
Perspectiva: Revista Latinoamericana de Política, Economía y
Sociedad.
Es Becario de la Fundación Friedrich A.
Von Hayek y Editor del ''Burocratómetro''.
Video:
Gabriel Salvia opina en CNN
sobre el viaje de Cristina Kirchner a Cuba
© CADAL -
Centro para la Apertura y el
Desarrollo de América Latina.
www.cadal.org |
Elecciones... ¿fraude?
Por Luis E. Fiorentini |
Comenzando este
año de elecciones, revolotea en el ambiente lo sucedido en el 2007,
donde fue sospechada de innumerables irregularidades, falta de
boletas, no colocadas, robadas, escondidas, motivo por el cuál, los
partidos políticos están presentando un proyecto de boleta
única,
voto electrónico, aunque no lo ven tan seguro, pero tienen
conciencia que algún mecanismo tienen que implementar para que no se
repita lo anterior.
Pero esta
situación parece ser una constante en nuestra historia, entonces
quiero re- montarme un siglo atrás, precisamente el 8 de Marzo de
1906, debate en el Congreso de la Nación, entre dos figuras de mayor
relevancia en la política Argentina, como son el Dr. Alfredo Lorenzo
Palacios y el Dr. Carlos Pellegrini.
No quiero dejar
de lado la figura de Ramón Columba, con su
experiencia de cuarenta años de taquigrafía parlamentaria, en la
cual dejó reflejada en la obra "El Congreso que yo he visto", donde
queda impresa la vida parlamentaria de las grandes
personalidades que pasaron
por
dicha casa; el reconocimiento para este testimonio, de
un cuerpo legislativo que hacía gala de una esgrima
literaria, que hoy añoramos.
El tema de esa
sesión es que Palacios procede a la impugnación del diploma de
diputado a Pellegrini: haciendo un discurso breve, como para no
irritar demasiado a la "fiera" (Pellegrini) diciendo: No ignoro
Señor Presidente, que la venalidad dentro de nuestras prácticas
electorales corrompidas significa libertad y da la conciencia del
valor del voto, que, desgraciadamente, nada vale en otras partes de
la República. |
Pero a pesar de
todo, mi conciencia de ciudadano y de hombre que pertenece a un
partido que ha levantado como bandera la pureza del sufragio; mi
conciencia de representante del pueblo, rechaza esta elección
manchada con un vicio repugnante.
Al terminar de
hablar Palacios quedó cohibido, pensando a quién mandaría Pellegrini
a contestarle. Pero no, pidió la palabra él mismo, quién comenzó
dándole la razón al decir: Se asegura, Señor Presidente, que en las
elecciones de la Capital ha habido muchos, votos comprados, es
cierto, felizmente cierto. ¡ NO HAY VOTO MÁS LIBRE, QUE EL
VOTO QUE SE VENDE! Y quedando sorprendido por la
inquietud que había causado su temeraria
afirmación, mirando a sus colegas agrega: la venalidad del voto es
hija legítima de la libertad electoral y del sufragio universal.
Donde quiera que
hay un pueblo libre, en que cada ciudadano tiene un voto, allí la
venalidad tiene un campo fecundo donde ejercer su acción, porque en
esa inmensa masa de analfabetos e inconscientes, que están armados
de ese derecho, hay muchos que no saben ejercerlo de otra manera que
en provecho propio, sacándole en el día de la elección, algo con que
atender a sus necesidades materiales.
Esto nos hace
reflexionar, que no es un problema solamente del sistema, o de la
forma que se implemente una votación, esto atañe a la educación, a
la cultura cívica, a la dignidad del individuo; una persona tiene
que ser fiel a sus principios, no puede ser un simple mercader del
delincuente de turno, pues él se verá beneficiado en un pequeñísimo
tiempo, mientras tanto, quién lo indujo seguirá siendo el verdugo de
la sociedad.
Rompamos de una
vez y para siempre esta dependencia de esclavitud e indignidad,
demostrando que este pueblo no es socio de delincuente alguno.
Luis E. Fiorentini
Periodista
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