Este documento debe ser maximizado para verse correctamente.                                              También puede consultar La Hoja Federal en Internet

La Hoja Federal

La Hoja Federal

Periodismo de opinión, libre e independiente

Número Extraordinario

Argentina


Año 17 - Número 150

República Argentina, 19 de Enero de 2015

Publicación de distribución electrónica
por suscripción



Fue en la víspera de la presentación de la causa más escandalosa del siglo.

Murió el Fiscal Nisman

de un tiro en la cabeza

El funcionario se convirtió en un muerto más por los atentados a la AMIA y Embajada de Israel.

Por Gustavo P. Forgione

La muerte del fiscal Nisman será un punto de inflexión en la política argentina del nuevo milenio. Más allá de las especulaciones que se hagan hasta que los forenses “decidan” si se lo cataloga como un suicidio o un asesinato, por veracidad o por convencimiento; la institucionalidad en Argentina está entrando en un terreno más que peligroso.

Fiscal Alberto Nisman

El hecho de que alguien tan amenazado como el fiscal Nisman haya muerto de un tiro en la cabeza, oportunamente en la víspera de una exposición determinante sobre la causa más escandalosa del siglo ante el Congreso Nacional, que podía llegar a desenmarañar una madeja de negociados, corrupción, delitos agravados, impericia y negligencia grave, pone en duda todas las hipótesis de conspiración, que hasta ahora formaban parte de anécdotas paranoides.

Las amenazas de muerte, tanto de carácter privado como público, recibidas por el funcionario, no cesaron desde que el eje de la causa apuntaba hacia un negociado entre el entorno presidencial y los acusados de la República Islámica de Irán.

Más allá de la ofensa permanente que se leyó y escuchó desde los estrados del poder ejecutivo; donde el propio jefe de gabinete de ministros dijera que la labor del fiscal fue “disparatada, absurda, ilógica, irracional, ridícula y violatoria”, y de quienes ocupan eventualmente algunas bancas, que lo trataron de “mentiroso, infame, tramposo” y muchos otros epítetos peores, y que son más dignos de una barrabrava futbolística, que de los funcionarios que deberían sostener su decoro, o un mínimo de elegancia para sus investiduras; las amenazas reales, deberían haber disparado todo un operativo del estado para proteger la vida de su fiscal, pero este estado no pudo hacerlo, con el énfasis que utiliza para proteger a personajes despreciables y condenados como Luis D'Elia y el señor Esteche, quienes dirigieron las negociaciones para asegurar la inocencia de los acusados iraníes.

Hace algunos días, el mismo funcionario indicó, momentos previos a la presentación de la causa: “Con esto me juego la vida” y posteriormente “van a venir por mí”… claramente, el fiscal se la jugó entera, hasta recibir un tiro.

Resultaría extraña la hipótesis de un suicidio pero es algo factible; aunque la duda de un accionar mafioso que indica: “si no parece suicidio, que parezca un accidente” estará latente, aún luego de la resolución de los forenses.

El punto de inflexión de la vida política argentina radica en la utilización de la violencia y en la sensación de que la Segunda Guerra Fría ha comenzado con todo éxito.

Queda claro que la guerra entre el Poder Ejecutivo y el Poder judicial ya comenzó, también lo hizo entre Presidencia y su propio Servicio de Inteligencia, ya lo había hecho entre la presidente y el campo, como también los jubilados caranchos, eventualmente con los bancos, la industria acaparadora, los fondos buitres, paradójicamente con varios medios "monopólicos", con la Iglesia cuando el otrora cardenal primado indicó que había “crispación”; entre una mitad de la sociedad contra la otra y toda otra división que pudo crearse sin pausa desde hace más de una década dentro de la empobrecida sociedad argentina; que alguien llamó "brecha".

 

Enzo Bordabehere y Alberto Nisman

 

Lamentablemente, hace cuatro días publiqué en Twitter y Facebook un afiche cuyo mensaje resultó premonitorio:

Afiche

Inicialmente, la idea de relacionar el caso del negociado de las carnes de 1933 con el entuerto pergeñado con Irán, respondió a una cuestión más literaria que práctica, ya que, actualmente los sicarios no asesinan a cara descubierta como lo hizo Valdéz Cora contra el senador electo por Santa Fé, Enzo Bordabehere en 1935 dentro mismo del recinto del Senado, aunque su objetivo era Don Lisandro de la Torre, el que fue protegido por quien murió en su defensa; pero esa licencia literaria que me tomé el 16 de enero pasado, toma hoy más relación con la realidad.

Claramente, el Congreso nacional no fue el ámbito en el cual falleció el fiscal Nisman, pero su exposición esperada para hoy ante la Comisión de Legislación Penal de la Cámara de Diputados de la Nación, se vio trágicamente trastornada, aunque el equipo de la misma fiscalía seguiría con su cometido.

En definitiva, cualquiera sea el resultado de la autopsia, “suicidio, asesinato o accidente”, el fiscal Alberto Nisman pasó a engrosar la lista de los muertos de la AMIA y de la Embajada de Israel, con el agravante de que, en éste caso, a la cuestión del fanatismo religioso, se le agrega la cuestión política.

 

En todos los casos, la Segunda Guerra Fría en Argentina ya ha comenzado.

 

 

 

 

Gustavo P. Forgione
Director

 

Página Web  facebook  Twitter  Correo electrónico  Whats App +54 911 5109-8824

    Compartir en google+

Baje éste artículo en

un documento Word

para leer o imprimir



La Hoja Federal

 

Director

Gustavo P. Forgione

 

Teléfonos:

(011) 15 + 5109-8824

 

Los editoriales y artículos del director pueden ser difundidos citando la fuente y los derechos reservados.

Para transcribir otros  artículos firmados, debe consultar con su autor y con La Hoja Federal

 

Alojamiento en Internet: InfoRed

 

Vea el último número desde aquí

Ir al Índice General y buscador interno


Suplementos

Radiodifusión - Sistema Previsional - Retenciones - Aviación Civil - Malvinas


Suscripción

Suscríbase gratuitamente o suscriba a un amigo a La Hoja Federal

mediante nuestro formulario en línea ingresando desde aquí o envíenos un mensaje a hoja@infored.com.ar

 

Baja de Suscripción

Si no quiere recibir más esta publicación o modificó su dirección de correo electrónico, envíenos un mensaje a nuestra dirección hoja@infored.com.ar, indicándolo.


Publicación protegida por la Ley 11.723 y las normas del derecho de autor.

Inscripción  DNDA: 838.831 - © 1999 - 2014