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La Hoja Federal

Número Extraordinario

Palabras del Concejal Dr. Guillermo Francos en el Honorable Concejo Deliberante de la Ciudad de Buenos Aires

Quiero agradecer humildemente, como presidente del bloque de concejales del Partido Federal, no sólo las demos-traciones de afecto y solidaridad recibidas por quien habla en estos días especialmente dolorosos, sino también los conceptos vertidos en todos los ámbitos, y en especial en este recinto, sobre la personalidad de nuestro líder partidario. Agradezco especialmente las sentidas manifestaciones del presidente del bloque de la Unión Cívica radical, concejal Calzón Flo-res, como también las emocionadas palabras de la representante de la Unión del Centro Democrático, mi amiga la concejal Dalesio de Viola. Y agradezco también la presencia respetuosa en el recinto de quienes consideraron a Manrique como adversario político cuando éste estaba en vida. Valoro en toda su magnitud la actitud asumida por la bancada de mis amigos justicialistas.
Para los hombres y mujeres del Partido Federal, la pérdida de Francisco Manrique significa, sin duda, un vacío muy difícil de llenar.
Poco podría agregar a los elogiosos conceptos que se han vertido aquí sobre "Paco" Manrique. Quien como yo se crió políticamente a su lado, admiró siempre a Manrique las virtudes que considero más valiosas en un ser humano: su integridad, su inteli-gencia, su claridad, su honestidad, su capacidad de trabajo y, fundamen-talmente, su entrega. Manrique murió como vivió, dando todo lo que tenía de sí, hasta entregar por su patria lo más valioso que poseía: su propia vida, porque murió trabajando por la Argentina que tanto amaba.
Decía que poco puedo agregar a lo que aquí se ha dicho, fundamentalmente porque -como lo he manifestado en otras oportunidades- la emoción me aflora rápidamente en este tipo de homenajes y reconocimientos, mucho más tratándose de una persona tan querida, tan respetada, como "Paco".
Señor presidente: le pido que me dispense para que, dirigiéndome a quien fuera Presidente de mi partido, a quien fuera nuestro líder partidario, lo haga diciendo: Querido "Paco", una de sus virtudes fue la de conocer a los hombres y mujeres que tenía a su lado. Usted sabe que esta emoción que quiere quebrar mi voz, que estas lágrimas que quieren comenzar a nublar mi miraba, no son signo de debilidad; son el sentimiento de impotencia que nos invade a los federales por haber perdido nuestro punto de referencia, por haber perdi-do la fuente en que nutríamos nues-tras conductas, y especialmente por haber perdido cuando -como aquí se ha dicho- estaba en condiciones de seguir dándole mucho más al país que tanto amaba.
Tenga la seguridad, Querido "Paco", que el día que nos encontremos definitivamente -porque alguna vez nos volveremos a encontrar- cuando usted nos salude con su tradicional y afectuoso "hola amigos", con satisfacción le diremos: cumplimos con la honrosa misión de ser federales, hemos contribuido a la consolida-ción del sistema democrático y al engrandecimiento de la Patria.

Palabras del Dr. Carlos Becerra en nomPalabras bre del Gobierno de la Nación durante el velatorio en el Salón Azul del Congreso de la Nación Palabras del Dr. Andrés Fescina, presidente del Partido Federal durante el velatorio en el Salón Azul del Congreso de la Nación Palabras de la Diputada de la Nación Ruth Monjardin de Masci en la Honorable Cámara de Diputados de la Nación

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