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La Hoja Federal

Número Extraordinario

Palabras del Dr. Carlos Becerra en nombre del Gobierno de la Nación durante el velatorio en el Salón Azul del Congreso de la Nación

“Vengo a despedir, en nombre del Gobierno Nacional, a Francisco Manrique, Secretario de Turismo de la Nación y Diputado Nacional electo."
"Si una muerte inesperada nos sorprende y nos golpea, la de Manrique lo hace particularmente, porque la suya era la imagen de la vida misma y los modos permanentes de su acción fueron la lucha incesante, el empuje arrollador y la voluntad tenaz que no se concedía respiros cuando se trataba de poner en marcha los proyectos que imaginaba para servir a su país."
"Estas formas de acción fueron muchas. Las circunstancias de su ejercicio variadísimas. Asimismo lo fueron las oportunidades que buscó y encontró para canalizar aquella voluntad de acción y para realizar sus proyectos, que generalmente refería a las condiciones y calidad de vida de amplios sectores de la población."
"Si Manrique podía desconcertarnos en un primer momento con una actitud o una posición inesperadas, a poco iríamos a encontrar el sentido profundo de sus gestos: el espíritu combativo corría parejo en él con una sinceridad y una autenticidad infrecuentes."
"Los modales de la política convencional no podían, entonces, arredrarlo y ningún compromiso podría ser superior a su propia conciencia, ninguna obligación política particular sería una valla para esa búsqueda de su verdad proyectada hacia el quehacer público."
"Su trayectoria es riquísima. Hombre de pluma, de tribuna y de espada. Político, dos veces candidato a presidente de la Nación, Diputado Nacional electo, Ministro, periodista, marino. En el pasado, o hasta hoy, unos y otros habremos coincidido con él o lo habríamos enfrentado. Es lo que menos importa. Ese es el signo de aquellos que forjan su destino a fuerza de convicción y pasión, de aquellos que tienen una meta, una esperanza y una voluntad para transformarla en lucha diaria."
"Su actividad pública se inicia en un período marcado por el desencuentro, por la división entre los argentinos. Supo Manrique, empero limar viejas diferencias, evolucionar hacia el entendimiento y la pacífica convivencia con todas las fuerzas políticas. Ha sido, y no es poca cosa, uno de los hombres que hicieron posible, con su personal compromiso, el clima de diálogo, de respeto, de acercamiento de posiciones, que caracteriza a nuestro momento político."
"Si tuviese que designar el rasgo más característico de Francisco Manrique, diría que, ante todo. Fue un profundo amante del ser humano. El hombre fue el objeto de sus trabajos y la razón de su tarea política. Capaz de emociones profundas, sentía íntimamente el dolor, la miseria, el sufrimiento del prójimo."
"Pocas veces pudimos ver tal relación íntima entre las virtudes del carácter: energía interior, espíritu fortalecido, y la acción consecuente, con los aciertos o los errores propios del que hace cosas, del inventor y del creador. Podríamos estar o no de acuerdo con los contenidos de su acción política, pero siempre habríamos de reconocer en él la intención, el sentido y su valor. Ese sello personal siempre lo distinguió y al final del periplo que duda nos cabe de que la suya fue una pasión argentina."
"La vida pública de Manrique se desarrolla en tiempos muy cambiantes, muy difíciles para la Argentina. Tiempos inseguros, de zozobra, de sangre, tiempos de miedo. Épocas en donde era más seguro hablar bajo, acomodar el juicio, esconder el juego, o adormecer las críticas, para muchos, pasar inadvertidos se transformó en modo de vida."
"Manrique, en cambio, ha sido siempre modelo de coraje personal y cívico. Decía lo que sentía, no temía arriesgarse. Le gustaba ser frontal y directo. Llegó a solicitar la baja como oficial de la armada para disponer de la más amplia libertad personal en su actividad pública y no comprometer a esa institución tan cara a su formación con los avatares de su destino político."
"Manrique tenía principios marcados a fuego, bien asentados. Y los defendía con firmeza, con una autoridad que hasta podía intimidar. Ello no le impedía saber escuchar, ser un hombre con el que se podía hablar y disentir."
"Llamar a las cosas por su nombre o por el nombre que pensamos que hay que darles, es un buen hábito. No se expanden las energías creadoras e innovadoras de un pueblo cuando las ideas se esconden, cuando la palabra acomodaticia es el disfraz de la verdad, cuando la hipocresía es denominada sensatez. Así lo entendió Manrique."
"Francisco Manrique blandía la palabra como una espada. Fue periodista, le gustaba hacer su diario. Vibraba con él, y lanzaba sus editoriales como afiladas puntas de lanza. Decía que todos los días daba a luz un hijo nuevo. Quienes lo conocen siempre han contado de su extraordinaria capacidad de trabajo, de su sueño corto, de las noches de lectura y de los llamados al filo de la aurora."
"No agotó su obra ni mucho menos en esa prosa cotidiana. Fue esencialmente un amante de la acción. Se forjó fama de buen administrador, como ministro otrora, en nuestro gobierno como Secretario de Turismo, sabiendo rodearse de colaboradores eficaces, con capacidad ejecutiva. Para quien quiera saber qué hizo Manrique los hechos bastan, son suficientemente elocuentes."
"En la vida de Manrique no hubo rutina. Le he escuchado decir de él mismo:"Soy un constante insatisfecho, que no se contenta con lo que hace ni con lo que ha hecho."
"Solo él insatisfecho puede modificar la realidad. No aceptar las cosas como son, era para él el secreto de la creación y del progreso."
"Muy pocos son los trazos que he podido dibujar, faltarían muchos para lograr un retrato completo. Pero este es un esbozo de aquello que nos queda indeleble en la memoria: la imagen de un optimista impenitente que nunca dejo de trabajar para hacer sus sueños realidad."
"Pocos políticos hubo en la Argentina con la fuerza vital de Francisco Manrique. Ha terminado ya su camino. Estaba en plena tarea por una patria que amó y que recorrió de punta a punta. Nos ha pasado el relevo. Pero pareciera que nos sigue incitando a hacer, a no cejar, a trabajar, repitiendo esa frase que puede ser de todos: "Por el país, por el País.”

Palabras del Dr. Andrés Fescina, presidente del Partido Federal durante el velatorio en el Salón Azul del Congreso de la Nación Palabras de la Diputada de la Nación Ruth Monjardin de Masci en la Honorable Cámara de Diputados de la Nación Palabras del Concejal Dr. Guillermo Francos en el Honorable Concejo Deliberante de la Ciudad de Buenos Aires

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