La gestión del presidente Kirchner y "sus Fernández" se
caracteriz?por revivir los fantasmas del pasado; tanto de los unos, como
de los otros.
Vimos
como se destruyeron sistem?ica y empedernidamente los logros obtenidos,
en la pacificaci? del país desde el regreso de la Democracia luego de
los años de plomo, denominación otorgada a la Guerra Fr?
en nuestro país.
así
toda evolución observada en el di?ogo entre las partes se cort?y volvi?
a fojas cero; ahora se juzga con parámetros del presente todo lo actuado
por quienes, de una forma u otra se desempeñoron en cargos públicos desde
1970 hasta la fecha, sin interesar el grado de responsabilidad de sus
funciones oportunamente y el compromiso demostrado con los distintos
gobiernos; salvo los casos en los que el posible imputado se cuadre ante
el presidente y los "Fernández de Kirchner".
Hasta
aqu? la metodolog? de sumisi? de los
empresarios de todos los rubros, dirigentes
sindicales y
políticos,
incluso
de lo que podría
encuadrarse en
oposición como el radicalismo; podría
considerarse como "pensamiento
único', y
todo aqu? que no está incluido en el
grupo elegido
podrá ser excluido de la lista de los
empresarios y sindicalistas que
reciben la "d?iva populista", si es político podrá
ser pasible de una considerable
demora en los
giros de su coparticipaci?
o
quedar?
fuera del tanteo de los fondos públicos enviados según la discreci? del ministro De Vido; con
ello, cualquiera en ?bitos municipales
o provinciales serán condenado al
ostracismo.
No
satisfecho con las prácticas extorsivas
a las que
la dirigencia política está
acostumbrada, vemos como,
de a poco comienza
una nueva modalidad
por estas latitudes, sólo comparable
con la presi? ejercida
por el senador McCarthy desde una Comisión del Senado de los
Estados Unidos en la década del 60'
cuando la guerra fría amenazaba con
acabar con la vida humana sobre la faz de la Tierra.
Resurrecci?
de Joseph R. McCarthy
El
senador estadounidense que encabez?la caza de brujas realizada
en torno de los simpatizantes del comunismo en su país fue conocido
por varias características que lo acompañan año luego de varias
décadas después de su existencia.
Ingres?
a la política de la mano del Partido Demócrata, pero luego se
mud?al Partido Republicano... Algo tan ridículo como que,
en nuestro país, un radical se convierta al peronismo o viceversa...
o que un peronista se convierta al liberalismo, o viceversa... o
que...
Este
cambio pudo haberse debido a su afecci? a la ingesta de bebidas
alcoh?icas, adicci? que lo llevó al fracaso de su gestión, su
campaña política y finalmente su muerte a los 48 años.
Ser?
recordado por mucho tiempo por la paranoia que generó su obsesión
por censurar a todo aqu? que haya tenido vinculaciones con
organizaciones comunistas, por ínfimas que estas fueran.
Su
actitud casi patol?ica en el procedimiento de la pesquisa perjudic?
en algún momento, el mismo sentido de la Democracia perseguido por su
país en contra del totalitarismo de su enemigo sovi?ico.
Tanto
es así que su apellido es sinó imo de indiscriminada caza de
brujas.
Hoy,
decir
"Macarthysmo",
significa la utilización del "pensamiento
único" por parte de los gobiernos hasta una magnitud
intolerable.
Cabe
destacar que, por los años en que McCarthy dedic?su vida y carrera
a la persecuci? gubernamental de presuntos esp?s sovi?icos, la
posguerra mundial impulsó a Estados Unidos y la URSS a mantener la
guerra en varios frentes. En el Sudeste Asiático el conflicto concluyó en una guerra total; en el resto del mundo, en un combate
que se plasm?en alteraciones políticas internas de cada país en
forma de insurgencias aisladas, guerrilla, terrorismo y sedici? por
décadas.
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Senador Joseph Raymond McCarthy
habrá
sido por estos motivos, y por el apoyo recibido de Franklin D. Roosevelt y Harry Truman, que McCarthy pudo insistir en sus
investigaciones, aunque ninguna haya prosperado oportunamente. Pero la
reciente desclasificaci? de documentos estadounidenses y rusos del
Proyecto VENONA, confirm?ahora, que muchos de los estadounidenses
perseguidos, realmente pertenecieron a asociaciones comunistas
clandestinas y estuvieron vinculados con la, entonces enemiga, unión
de Repúblicas Socialistas Sovi?icas... O será que en Estados
Unidos la verdad histórica también es din?ica.
Afortunadamente,
nuestro país no Está en guerra en la actualidad, o por lo menos no
lo percibimos, por lo que no debemos preocuparnos acerca del
espionaje, salvo en su faz financiera e industrial.
McCarthy
en Argentina
Los
casos más claros del Macarthysmo actual son los carpetazos de la SIDE contra Juanjo ?varez y otros, publicados en el diario del
presidente; la asonada contra la Asamblea Universitaria de la
UBA, que violentamente evit?la asunci? de Atilio Alterini
como rector;
la
punible persecuci? desde el programa televisivo
"Informe Central" de Rolando Gra? a una señorita que indicó que "se siente Gorila"...
así
podemos ver y leer innumerable cantidad de descalificaciones,
calumnias e injurias sobre dirigentes políticos y deportivos,
periodistas y empresarios que no piensan como el presidente o los
Fernández de Kirchner
El
término Macarthysmo tomó vida propia desde entonces, y es sinó imo de
lo que no se debe hacer...
Si el senador
viviera hoy en Argentina, seguramente trabajar? para el gobierno.
"BUENAS
NOCHES, Y BUENA SUERTE"
Para
las generaciones posteriores a la Guerra Fr?, la figura grotesca del
senador McCarthy puede pertenecer a la historia antigua, pero está
presente y personificada en muchos periodistas y políticos que, cual
veleta, siguen al viento en detrimento de la democracia.
Ser?
interesante que quienes se suman al pensamiento único glorificado activamente
por el
grupo de gobierno, se instruyan sobre los fracasos a
los que lleva esa limitada actitud
intelectual.
Dada
esta última cualidad, serán más cómodo que estudien algunos
pasajes de los discursos del senador Joseph R. McCarthy en la
Comisión del Senado y las discusiones con el periodista Edward R.
Murrow de la CBS en la pel?ula de George Clooney "Good night,
and good luck" estrenada el año pasado.
Resulta
curioso asociar al Macarthysmo con un gobierno que se dice de
izquierda, pero la actitud exagerada es la misma, lo que cambia es la
v?tima y el contexto histórico.

Gustavo P.
Forgione
gustavo@forgione.com.ar
Vicepresidente II - Partido Federal
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