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Bandera Argentina


A? 8 - N?ero 78

Rep?lica Argentina,  Jueves 26 de Octubre de 2006.

Publicaci? de distribuci? electr?ica
por suscripci?.


Sumario:
Civilizaci? y Barbarie
- Por Gustavo P. Forgione
Pasar el Jord? -
Por Andr? Fescina



Cabe analizar una nueva versi? de
Civilizaci? y Barbarie
..."Las contradicciones se acaban a fuerza de contradecirlas"

Para quienes queremos ver un destino de prosperidad y concordia en nuestro pa?, nos resulta mucho m? que molesta la importancia que el gobierno le otorga a la cuesti? de la seguridad, o la que le resta.

 

Desde mediados de la gesti? de gobierno del frente denominado ALIANZA para el TRABAJO, la JUSTICIA y la EDUCACION, observamos como ingresaban en el plantel de gobierno algunos personajes que, la gran mayor? de los ciudadanos, no entend?mos bien qu?hac?n fuera de la c?cel.

As? la calificaci? de los polic?s era realizada por uno de los hermanos Schoklender, a quien la tragedia familiar hizo famoso y una rama de las Madres de Plaza de Mayo convirti?en c?ebre.

Inicialmente resultaba parad?ico que alguien que fue despojado del cumplimiento efectivo de su pena por la liviandad del sistema judicial tuviera tal funci?, pero pod? atribuirse a la irracionalidad de entonces.

No obstante ello, las gestiones de gobierno siguientes no s?o continuaron con esa tesitura, sino que fueron m? all? as? Duhalde indult?a una caterba de criminales  de los m? peligrosos, pese a que ello le era prohibido por la Constituci? Nacional desde la reforma de 1994.

Ya con Kirchner, contamos en las esferas del gobierno, en sus tres poderes, con personajes mucho m? riesgosos y con un frondoso pasado delictivo mayor que el nombrado Schoklender.

 

Promptuarium Vitae

Personajes como Miguel Bonasso, actual diputado que asumi?la funci?El ex terrorista montonero Miguel Bonasso y el dictador Fidel Castro. de aplicador del derecho de admisi? de los representantes del pueblo, cumpli?sus servicios como militante de la organizaci? terrorista Montoneros; indultado en 1989 por el presidente Menem junto a los tristemente c?ebres Perd?, Vaca Narvaja, Galimberti y otros. En oportunidad de la presentaci? de un libro desliz?un comentario a modo de autocr?ica; pudo aceptar que con los otros terroristas que actuaron contra un gobierno constitucional s?o se equivocaron en algo y confes? "Cometimos algunos errores... en lugar de matar a Rucci tendr?mos que haber matado a L?ez Rega."

Otro sujeto obstinado en violar la Ley, amparado por el presidente, Los hombres del presidente. es el menos nombrado por estos d?s, pero no olvidado ex piquetero Luis D'el?. Su prontuario ser? confirmado por la justicia cuando ?ta act?, pero ya acumula antecedentes de privaci? de libre tr?sito, ocupaci? de una sede policial por la fuerza, incitaci? de sus filas a la violencia, violaci? de la propiedad privada y de domicilio, arrogaci? de la representaci? p?lica,  entre otras calamidades que sigue reivindicando como justas, las que en su conjunto se pueden interpretar como sedici?, apolog? del delito, etc.

El actual poder Judicial no est?exento por sus pasillos cabildea Jacobo Isaac Grossman,  Ex jefe de una banda dedicada a los secuestros extorsivos. Estuvo preso en la c?cel de Caseros El reo Grossman. donde particip?en intentos de fuga y se lo relaciona con el homicidio de otro reo dentro de un cami? celular. Seguidamente, habr?sido por su conducta, sali?libre anticipadamente y fue asesor de la ex senadora Fern?dez Meijide en la comisi? de Libertad de Expresi? y asesor ad honorem de la diputada "Mary" S?chez. Fue asesor del actual juez de la Corte, Eugenio Zaffaroni durante la Convenci? Constituyente y patrocinante durante las audiencias p?licas que consagraron juez de la Corte. La defensa de Grossman al flamante magistrado fue brillante, ya que fue ungido en ?te supremo tribunal aunque era evasor fiscal, mantuvo ocultas de sus declaraciones juradas varias cuentas en el exterior; Espa?, Costa Rica, Brasil y Suiza; vive en un palacio millonario del barrio de Caballito del que niega su propiedad. En efecto, s?o pod? ser patrocinado por Jacobo Isaac Grossman, su socio y amigo del alma.El difunto Enrique Haroldo G.M.

Recientemente pudimos ver a Enrique Haroldo Gorriar? Merlo cerca del poder; ?te cosech?un prontuario de sedici?, asesinatos, robos, asaltos, secuestros extorsivos, torturas, y otras calamidades que no hace falta detallar; tambi? indultado irregularmente por Duhalde en el 2003, pese a haber actuado en la guerrilla terrorista contra gobiernos democr?icos argentinos y en otras partes del mundo donde se requer?n sus servicios. La muerte lo alcanz?en libertad y trabajando para el equipo del gobierno kirchnerista, destacando su labor en el recibimiento de Fidel Castro a nuestro pa?.

La lista sigue y es extensa, pero es muy dif?il comprometerse a dar nombres como los de quienes hoy manejan la ex SIDE desde otros ambientes que no son las oficinas de la calle 25 de Mayo. Estos tambi? est? ligados al pasado violento; eran los que dirig?n la inteligencia de los grupos que, durante el gobierno peronista de los 70, la justicia calific?como "el enemigo", muchos de los cuales resid?n en Lima. Dados estos cambios, el diario del presidente presenta, de vez en cuando, carpetas con informaci? privada sobre pol?icos, cl?igos, sindicalistas o cualquiera que se presente como posible adversario pol?ico, tal el caso de Juanjo ?varez y otros carpetazos menos populares, entendiendo que ello mejorar? la "cuesti? seguridad".

 

Cuando San Vicente viene marchando

Como acto glorioso, para la ceremonia de traslado de los restos del ex presidente Per? al descanso final en su casa de fin de semana de la localidad de San Vicente, el gobierno deleg?la cuesti? de la seguridad en la CGT o en algunos de sus miembros; pese a que esta facultad es exclusiva y excluyente del Gobierno Federal, ya que es una de las cualidades que lo definen como Estado.

Los resultados est? a la vista: desorden, insultos, ofensas, descontrol, desmanes, violencia, disparos y m? violencia... Sucedi?lo que era previsible cuando se deslindan responsabilidades en lo que se pens?que era una patota, cuando en realidad se cedi?el poder en una confederaci? de patotas con dificultades para ponerse de acuerdo. Tanto es as?que, nunca han podido realizar elecciones dentro de su seno porque no podr?n asegurar un resultado veraz.

 

Civilizaci? y Barbarie

Resulta contradictorio ver al presidente Kirchner tocar contento la campana de apertura de la rueda de negocios de Wall Street, mientras mantiene en su gobierno a personajes contrarios a los principios que reivindica la mayor? de las veces. Su mujer indica casi elegantemente que "el problema de nuestro pa? son los ricos", mientras su grupo familiar asciende cada d? en la pir?ide econ?ica.

Por un lado, intentan seducir inversores extranjeros pero honran el accionar del terrorismo montonero, erpiano o qui? sabe qu?otro grupo. Cabe recordar que luego del secuestro de Juan y Jorge Born en 1974, por el cual se pag?un rescate de US$ 60 millones enviados a las arcas del barbado caribe? con escala en Lima, lo que equivaldr? a casi 300 millones de los actuales d?ares, la empresa Bunge & Born, una de las m? grandes del pa? de entonces, se traslad?a Brasil. Hoy es una empresa extranjera.

Actitudes como estas, son las que relegaron a nuestro pa? a un plano lamentable, en el cual los ciudadanos somos bombardeados con mensajes del gobierno que nos indican que "estamos bien y vamos mejor", cuando en realidad estamos debilit?donos en los grandes n?eros "per capita" y perdiendo la dignidad como sociedad.

 

Petroglifos de publicidad.

 

La met?tasis de los 70 lleg?al gobierno y pretende quedarse. Se colaron en el peronismo de Per? hasta que los ech? algunos colaboraron con lo peor del Proceso, devastaron la gesti? de Alfons?, se pusieron corbata en los 90 e ingresaron al poder con la ALIANZA, la destruyeron y hoy son funcionarios.

Hasta aqu?la Barbarie representada, en parte, por algunos de los nombrados. El resto de la sociedad representa la civilizaci?.

Haciendo honor al nombre del libro escrito por Domingo Faustino Sarmiento en 1845, "Facundo - Civilizaci? y Barbarie en Las Pampas Argentinas", ?te indicaba que no se renuncia a la lucha contra la tiran?, porque ?ta no es permanente. Hoy podemos aplicar sus frases al "pensamiento ?ico" que el presidente pretende que siga rigiendo para su comodidad.

En palabras de Sarmiento:

?No!, no se renuncia a un porvenir tan inmenso, a una misi? tan elevada, por ese c?ulo de contradicciones y dificultades: ?las dificultades se vencen, las contradicciones se acaban a fuerza de contradecirlas!

Gustavo P. Forgione - Director de La Hoja Federal

Gustavo P. Forgione
gustavo@forgione.com.ar
Vicepresidente II - Partido Federal
Capital Federal


Pasar el Jord?
Por Andr? Fescina
Intentamos abordar un tema delicado, sensible, instalado con tanta fuerza en la opini? p?lica, que constituye el veredicto m? severo y riguroso contra la dirigencia pol?ica.
Sabemos que estas reflexiones van contra la corriente, que son pol?icas.

Nos impulsa acercarnos a la verdad, convocando a la cordura y a la sensatez, promoviendo, a la vez, modificaciones que contribuyan a despejar este tiempo nublado de la pol?ica.
C
uando los juicios desprestigiantes son persistentes, terminan socavando la importancia y el rol de las instituciones y estructuras y tambi? culminan con su destrucci?.
N
o hay que montarse a la cr?ica descalificante en forma irreflexiva y generalizada. Hacerlo de la manera se?lada es promover la irresponsabilidad y la divisi?.

P
or eso, con estas l?eas asumimos el riesgo de ir contra el viento y tambi? contra la marca, para evitar que la sociedad quede indefensa y sin representaci? genuina, desprovista del instrumento esencial de la democracia: la pol?ica.
D
ado que se ha operado implacablemente en la formaci? del juicio adverso del pueblo que conduce a sustituir la emblem?ica y acreditada definici? de que la democracia es el gobierno del pueblo, por el pueblo y para el pueblo, instal?dose la concepci? de: "el gobierno de la opini? y para la opini?, por medio de la opini?"; como lo se?la el prestigioso pensador italiano Giovanni Sartori.
P
ues como bien se?la Natalio Botana, en "La pol?ica devaluada", La Naci?, "... Por qu?no conviene enga?rse: en el fondo del rechazo a la pol?ica se confunden las buenas razones de los que buscan el cambio dentro del sistema democr?ico con las malas razones de aquellos que buscan reemplazar las libertados p?licas y el sentido c?ico de la vida con nuevas formas de autoritarismo".
L
a misi? esencial del ejercicio de la pol?ica es la de conducir y gobernar, juntamente con la asunci? del rol de colch? o paragolpes, para evitar o neutralizar los efectos negativos de la legendaria disputa entre "los de arriba" y "los de abajo", terminar o disminuir las injusticias y arbitrariedades.
P
ara cumplir con esas altas misiones, se requiere prestigio que lleva de la mano tambi?, a la autoridad. Prestigio y autoridad, estos son los objetivos heridos por las cr?icas rese?das.
T
ampoco vamos a dejar de considerar y recordar el legendario axioma: "cuando el r? suena, agua trae..", ni adoptar una posici? autista frente a las cr?icas motivo de este art?ulo.
E
n el comportamiento de algunos dirigentes han existido desviaciones a su rol ejemplarizador, anomal?s que las se?laremos, a? cuando pueda incomodar, no las omitimos, porque convicci? creemos que son contribuyentes para retomar el prestigio y la consideraci? popular y lo hacemos como testigos comprometidos con la pol?ica.

 

Misi? o Profesi?
Propietarios o Mandatarios

?Cu? es la causa eminente desencadenante, que ha generado este clima adverso a los dirigentes?
E
stos veintid? a?s de democracia muestran que algunos de sus dirigentes han abandonado la legitimaci? que proviene de transitar por la trocha ancha del ejercicio de la pol?ica, identific?dola como si fuera una misi?, para optar por un sendero, trocha angosta, y ejercerla profesionalmente, con t?ulo habilitante para permanecer siempre en un cargo electivo o ejecutivo.
L
a funci? pol?ica que se desempe? en forma permanente e ininterrumpida termina por sentirse propia.
S
e es propietario del cargo y la propiedad tiende a generar corrupci? e impunidad.
E
l mandatario en cambio, aquel que desempe? la funci? como una misi?, sabe que debe responder al mandato del pueblo que lo eligi?y rendir cuentas, no se adue? del poder, lo ejerce.
C
uando el modo de vida, que se expresa en la pr?tica de una misi?, se transforma en un medio de vida, la pol?ica se profesionaliza y engendra su desprestigio.
D
e un modo de vida, se pasa a un medio de vida.
E
jercer la pol?ica como un modo de vida, como una misi? sagrada, siempre levanta un templo pol?ico (partido pol?ico) al que el ciudadano mira o concurre con unci? y respeto para encontrar respuesta y ejemplos. Concurre con fe. Sabe que no ser? defraudado.
E
s en este templo en el que no entran los fariseos de la pol?ica.
E
n cambio, la pol?ica profesionalizada, consecuencia de ejercerla como un medio de vida, construye un quincho pol?ico que s?o alberga comensales, sin otro com? denominador que saborear y usufructuar el poder.

Cuando se es senador, diputado, concejal, gobernador o intendente, ejerciendo esas funciones con reelecciones sucesivas indefinidamente; ?no se origina una profesionalizaci? de la pol?ica? ?No terminan por sentirse propietarios del cargo y tambi? del poder?

La exacerbaci? de esta tendencia, se grafica en que hermanos, esposas, sobrinos, en resumen familias instaladas en posiciones de poder, los hemos vistos, lo vemos, constituyen por si mismos la ortopedia de la pol?ica, sin que esta afirmaci? comporte limitar leg?imas aspiraciones en tanto se encuentren afirmadas en los propios y exclusivos valores de los aspirantes.
S
on ilustrativas las notas publicadas en La Naci? de Jean Francois Revel: "El reeleccionismo pone en peligro a la democracia", 09/03/97; de Roberto Borzese: "Reelecci? indefinida versus renovaci? pol?ica" , 03/07/03; Felix Luna: "La alternancia, una delicada flor del sistema democr?ico", 20/06/93.
A
modo de recordatoria, existen por lo menos cuatro provincias que en los ?timos a?s, reforma constitucional mediante, han instituido la reelecci? indefinida de su gobernador. Tambi? el escenario pol?ico nos muestra senadores y diputados que ejercen sus funciones desde 1983 de manera ininterrumpida.

 

 

Propuesta
C
uando el grado de cuestionamiento es severo ?aunque fuera exagerado- el misionero debe responder con remedios, tambi? severos, para represtigiarse y restaurar autoridad.
?
Hay soluciones? Las hay.
E
n primer lugar, no ejercer defensas corporativas cuando el o los imputados fueren responsables de hechos re?dos con una conducta ejemplar o incurran en delitos.
R
ecuperar la concepci? del mandato y mandatario y desterrar definitivamente la actitud de sentirse propietario del poder. La Patria es de todos, no s?o de los que ostentan el poder. Cuando elegimos, no le estamos transfiriendo a los electos la propiedad del pa?.
F
inal y especialmente, establecer un l?ite temporal a todo cargo electivo a no m? de dos mandatos sucesivos, debiendo transcurrir un per?do para aspirar a otro cargo y cualquiera fuere su nivel.
I
nclusive podr? ser la oportunidad para que el Presidente de la Rep?lica avance decididamente proponiendo una norma que proh?a al primer Magistrado, despu? de la posibilidad de la reelecci? constitucional por un solo per?do m?, ejercer cualquier cargo electivo desde concejal en adelante o funciones ejecutivas de cualquier naturaleza.
E
l Presidente reelecto, concluido su mandato, se va para su casa. Har?pol?ica opinando, pero no ocupando cargos.
S
iendo Ministro del Interior de Sarmiento, Nicol? Avellaneda dijo en el Senado de la Naci?: "El Presidente de la Rep?lica es alguien salido por un breve t?mino de la multitud para volver a entrar en ella". Nicol? Avellaneda, de Carlos Paz de la Torre (h), p?. 124.
S
omos concientes que las propuestas requieren reformas constitucionales, sin embargo, si existe la voluntad ejemplarizadora, la decisi? puede de inmediato comenzar a regir, sin necesidad de esperar la reforma constitucional.
E
n efecto, el art?ulo 38 de la Constituci? Nacional al disponer para los partidos pol?icos la atribuci? "... para la postulaci? de candidatos a cargos p?licos electivos", los est?habilitando para incorporar en sus Cartas Org?icas la norma que se propone, con las debidas sanciones en caso de incumplimiento.
P
artidos pol?icos y dirigentes habr? dado un paso adelante para mirar a su electorado con la frente alta y actitud ejemplar, respondiendo tambi? quienes aviesamente son motores del desprestigio.
E
l fil?ofo brasile? Roberto Mangabeira Unger dijo: "La idea predominante ahora, en el Atl?tico Norte, es mentirosa. Sostiene que la pol?ica necesita volverse peque? para que las personas se puedan volver grandes. Pero la verdad es que cuando la pol?ica se hace peque?, las personas se empeque?cen tambi?".
Si la cordura y la sensatez permiten ver el bosque, seguramente el 2006, quedar?signado para los dirigentes como "el a? que pasaron el Jord?"

 

 

 

El Dr. Andr? Fescina es abogado,
fue diputado de la Naci?
y presidente del Partido Federal

Dr. Andr? J. Fescina
Andr? Fescina


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