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La Hoja Federal

Bandera Argentina


A? 4 - N?ero 61

Rep?lica Argentina, 11 de Enero de 2002
?gano de Prensa del
Partido Federal

Av.de Mayo 962 piso 1?
C1083AAR - Buenos Aires


Sumario:
Su Majestad el Gatopardo - Bernardo Carlino
Duhalde debe recrearse a s?mismo - Mart? Borrelli
La Hoja Federal que no sali?- El Director


Su Majestad el Gatopardo
Por Bernardo P. Carlino

Si la Constituci? Nacional hubiese previsto la designaci? de un monarca en casos excepcionales, este Congreso ya lo habr? coronado y estar? inclinado ante su b?ulo, con tal de preservar intereses que han demostrado ser irrenunciables.

Cortesanos - Detalle

La actuaci? de ambas C?aras el cinco y seis de Enero signific?en los hechos un moderno golpe de Estado perpetrado en nombre de, y gracias a, las instituciones democr?icas.
Pues le proporcion?al PEN el manejo absoluto y discrecional de las principales variables de la econom? que, para peor, no han sido previamente acotadas en orden a un “modelo” que a? antag?ico al renegado, por lo menos ofrezca consistencia l?ica ante los inversores y acreedores extranjeros, a quienes se pretende conmover con la situaci? social, pero que s?o prestar? aprobaci? a propuestas sustentables, como se ha dado ahora en llamar al sentido com? en la materia.
E
n efecto: mientras se apresuran a devaluar la moneda nacional en relaci? a la estadounidense, se consagra el per saltum no tanto para dirimir r?ida y favorablemente estas cuestiones, de lo cual existe semi plena prueba con la actual Corte (a la que seguramente se preservar? hasta que haga el trabajo sucio necesario) sino para preservar los recursos en manos del Estado mediante el simple recurso de acordarle efecto suspensivo a la apelaci?, tal como se sancion?la ley en esos dos d?s.

Al mismo tiempo:
*) Se establece un sistema dual de cambios, ampliamente descalificado por la experiencia nacional e internacional y la teor? econ?ica mundial, con un caprichoso t?mino de vigencia, suficiente para alentar las m? negras sospechas sobre la monarqu? de hecho y los cortesanos (muchos de los cuales no ofrecen antecedentes personales tranquilizadores) que rigen ahora los destinos del pa?, del tipo de cambio y de la graciosa concesi? a unos en detrimento de otros del preciado “d?ar oficial”
*)
Se pretende fomentar a la producci?, mientras se encarecen los despidos por causas injustificadas al doble de su valor, con las secuelas que todos conocemos, lo que suma espanto a la imprescindible inversi? extranjera directa, ?ico recurso para intentar crecimiento econ?ico en el futuro de un pa? sin cr?ito interno ni externo.Chirolas...
*)
Se pregona un presupuesto austero, a la par de la creaci? de un mill? de “empleos” estatales, t?mino que se utiliza en el idioma mon?quico para evitar el de subsidios al desempleo, con su inevitable zaga de est?ulo al ocio en lugar del empleo.
*)
Se reniega de la “patria financiera”, mientras se intenta restaurarles su descosido patrimonio por v? de un impuesto a la exportaci? de hidrocarburos.  Por lo que hemos venido sabiendo, el sentido de estos negocios de riesgo en todo el mundo no s?o contempla estas turbulencias, sino que lo compensa con altas ganancias (como lo han sido hasta ahora los spreads bancarios dom?ticos) y con las debidas previsiones en sus balances, como lo ha venido exigiendo el BCRA.

Todo indica que hubiera sido m? conveniente desde esta perspectiva, la directa nacionalizaci? del sistema y no el enjuague de sus p?didas manteniendo intacto el poder de presi? de los propietarios, que como bien se conoce, son extranjeros y priorizan a ultranza la defensa de sus intereses, que, cuando est? en juego, defienden violando las leyes y las disposiciones del ente rector, si les conviene,Papel pintado... como lo ilustran las noticias recientes.
*)
Los juglares de Palacio est? anunciando controles de precios m?imos y alentando a los s?ditos a denunciar a los malditos y poco solidarios oportunistas que los violen, para hacerles caer as?el rayo paralizador, introduciendo un nuevo factor de disgregaci? social caro a la liturgia de las antiguas Cortes, cual es la delaci?.
E
n su libro “4000 a?s de Controles de Precios y Salarios: como NO combatir la inflaci?” (edit. Atl?tida, 1987), Schuettinger y Butler relatan y documentan c?o desde la ?oca de los faraones fracasaron estos intentos. Seguramente alg? Duque del Frepaso o Conde de las Regiones Sindicales estar?ya pensando reclutar una pat?ica Armada Brancaleone para tal fiasco, destinada a engordar los cofres de alguno de los nobles, recaudando un diezmo a cambio de dejar funcionar el mercado.
L
o asombroso de todo esto es que el quejido m? fuerte de las cacerolas, el que apuntaba a la reforma del Estado y la inmediata obturaci? del despilfarro p?lico ya conocido por la corrupci? e ineficiencia en el PAMI, el ANSES, la UBA, la Biblioteca e Imprenta del Congreso, y otros muchos que los medios se han encargado de mantener presentes en el imaginario p?lico, ha quedado ol?picamente ignorado gracias a la obnubilaci? que producen los movimientos del trono. Que el Sr. Rodolfo Barra deba retirarse de un lugar p?lico ante los vituperios de la gente, no ha mejorado a la Auditor? General de la Naci?.
Como si la gente se hubiera manifestado estrruendosamente contra Repsol-YPF, el precio del peaje o de la telefon? celular como factores determinantes del sideral  endeudamiento nacional, la atenci? ha sido magistralmente orientada a enfocarlos como chivos expiatorios. Quienes,  por otra parte, contrataron con representantes leg?imos cuyos apellidos casi ni se mencionan, de un Estado de derecho y dentro del funcionamiento de las Instituciones de la Rep?lica.
P
ronto los medios har? una persecuci? hist?ica, segundo a segundo, de la cotizaci? de d?ar paralelo, con su secuela de alza autocumplida, pues en este mercado el rumor y las expectativas que ellos generan son mucho m? nefastos que en el del riesgo pa?, o se solazar? en la denuncia de los encarecedores de cualquier precio en cualquier punto geogr?ico, y se habr?pasado as?nuevamente por alto la oportunidad terap?tica de achicar el tumor m? maligno de los que carcomen al pa?.

Dr. Bernardo P. Carlino

 

Dr. Bernardo P. Carlino
bernardo@carlinopuig.com.ar
Vicepresidente del Partido Federal
Orden Nacional


Sus antecedentes abren serios interrogantes sobre el futuro de su gesti?
Duhalde deber?recrearse a s? mismo
(si quiere llegar al 2003)
Por el Dr. Mart? Borrelli

El in?ito vac? de poder que conmovi?a la Argentina en la ?tima semana de diciembre obligaba a adoptar medidas r?idas y decididas para resolver la crisis. El justicialismo, verdugo y v?tima a la vez del caos en que qued?sumido el pa? -como en otros tantos momentos de nuestra vida pol?ica-, se constituy?en la ?ica fuerza capaz de brindar la gobernabilidad m?ima para escapar del incendio. Despu? del fracaso cantado de Rodr?uez Sa? el peronismo –en contubernio con el sector m? retr?rado de la UCR- alumbr?la candidatura de Eduardo Duhalde, no ya para enderezar una incierta transici? de dos meses, sino para culminar el periodo de De la R?. De esta manera, quien fuera derrotado en las presidenciales del ’99, entre otras cosas, por proponer abandonar la convertibilidad, alcanz?la primera magistratura gracias al gran aquelarre nacional. Ahora bien, Duhalde no es un reci? llegado y tiene una larga trayectoria que permite imaginar c?o ser?su gobierno. Y es preocupante.
?
Que necesita Argentina en este momento? Muchas cosas. Las m? urgentes, austeridad, ejemplaridad, eficiencia y por sobre todo, un plan de gobierno. ?Qu?ofreci?Duhalde en sus 8 a?s como gobernador de la provincia de Buenos Aires? Dilapid?el fondo del conurbano (u$s 680 millones por a?) gastando un peso en obra y nueve en comisiones y punterismo, convirti?dola en el estado m? endeudado de toda Latinoam?ica. A pesar de la discrecionalidad en el manejo de los fondos, –s?o hab? una comisi? integrada por representantes del PJ y la UCR para controlarlo- fue incapaz de resolver graves problemas estructurales que han generado, por ejemplo, que un tercio de la provincia de Buenos Aires est?bajo el agua y sus productores, fundidos. Bajo su mandato, la seguridad entr?en estado cr?ico. De la mejor polic? del mundo, pasamos a la maldita polic? que fue c?plice en el asesinato del fot?rafo Cabezas y acribill?civiles indefensos y maleantes c?plices en Ramallo. En materia financiera su sucesor en el cargo no tuvo m? remedio que licuar las monumentales deudas del Banco Provincia que el ahora presidente gener?con su conducta irresponsable, beneficiando a los amigos y a los deudores de siempre. En materia judicial, la reforma que inspir?su Ministro Arslanian, por la cual se reform?el c?igo procesal y se suprimieron los juzgados correccionales y de instrucci?, deriv?en una escandalosa prescripci? de ?medio mill?! de causas que no pudieron ser instruidas o sentenciadas por los nuevos juzgados de transici? , quedando impunes miles de cr?enes y delitos.

En cuanto a su concepci? econ?ica, ha pasado por todas las posiciones posibles. Como vicepresidente de Menem, adhiri?a los postulados econ?icos del “neoliberalismo salvaje”, hasta que en 1997 desde Balcarce 50 lo dejaron sin el fondo del conurbano. Impidi?la re-reelecci? de Menem, es cierto y es tal vez su mayor aporte a la patria, pero call? ante el pacto de Olivos que ultraj?la constituci? hist?ica. Reniega de la patria financiera (que viejo suena esto !) y del sistema bancario, pero no tuvo empacho en disfrutar para s?y para su s?uito, de Or?enes AFJP, propiedad del Bapro. Quiere encumbrar a la patria productiva (?existe esto?), pero durante su gesti? no ces?la sangr? de empresas argentinas radicadas en la provincia hacia Brasil.  Por ?timo, promete afianzar el MERCOSUR, pero nombra canciller a Ruckauf, quien despu? de Cavallo, fue quien m? duramente embisti? contra Brasil.
A la luz de estos antecedentes, Duhalde parece no estar a la altura de lo que el pueblo est?esperando y de lo que el pa? necesita. Queda una esperanza: que aspire a quedar en el bronce como el presidente que fren?la disgregaci?, recuper?la confianza, y dio un giro de 180 grados recreando el pa? desde los escombros.?Podr?Duhalde recrearse a si mismo? En la definici? a esta pregunta est?la clave del futuro inmediato del pa?.

Diputado nacional Mart? Borrelli


Dr. Mart? Borrelli
borrelli@federal.org.ar

Presidente del Partido Federal


La Hoja Federal que no sal?
Desde el 21 de Diciembre del a? 2001 comenzamos a editar el ejemplar n?ero 60 que deb?mos publicar los ?timos d?s del a? pasado, pero lo vertiginoso de la coyuntura pol?ica nacional hizo imposible enviar los art?ulos que, escritos a diario se ajusten a la actualidad inmediata, la que cambiaba su rumbo a cada hora.
El n?ero 60 que no enviamos por correo electr?ico pas?al olvido en nuestra redacci?, pero decidimos incluirlo en el archivo hist?ico que mantenemos permanentemente en internet.
Por estos d?s pareciera que la volatilidad de las noticias se redujo, si bien las medidas aplicadas por el gobierno configuran un seguro desastre cada vez m? pronunciado, el Dr. Duhalde segu? siendo presidente de la Naci? al momento de enviar este ejemplar.
Para poder cumplir con nuestros lectores del modo deseado, y que nuestra publicaci? no pierda vigencia a s?o minutos de ser escrita, debi?amos editar un diario, pero a? carecemos de los medios para ello.

El Director
Gustavo P. Forgione


La Hoja Federal

Director
Gustavo P. Forgione

Correo electr?ico: hoja@infored.com.ar  

Tel?onos:
Lectores y Redacci?:
(0 11) 15-5109-8824
Director:
(02901) 43-1840

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