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La Hoja Federal

Órgano oficial de prensa del Partido Federal

Bandera Argentina


Año 10 - Número 114

República Argentina, Viernes 10 de Octubre de 2008.

Publicación de distribución electrónica
por suscripción.


Sumario:

La crisis global de 2008 - El fin de la ilusión de la liquidez infinita - Por Gustavo P. Forgione

Dos ACV en una sola fórmula ¡LLAME YA! - Por Bernardo Carlino

El freno a un poder sin razones, es un pueblo educado - Por Luis E. Fiorentini



La crisis global de 2008

El fin de la ilusión de la liquidez infinita

El abuso de la capacidad de señoreaje provocó la caída de los sistemas más fuertes.

Por Gustavo P. Forgione

Pese a que la experiencia nos enseña lo que no se debe hacer, crisis globales como la que estamos viviendo no tiene precedentes en su volumen, pero si en sus causas.

Probablemente no exista persona que pueda relatar verbalmente la crisis de 1929 en Estados Unidos y el dramático efecto en gran parte del mundo en 1930. Sólo podemos leer lo ocurrido entonces en diversos libros y papeles históricos.

La magnitud de lo que ya podemos llamar "Crisis de 2008" es tal, que aquella, recordada por casi ochenta años, pasará al olvido.

En la álgida época de la inmediatez que nos toca vivir, las comunicaciones instantáneas, el conocimiento total y libre que tienen quienes quieren obtenerlo, la interconexión informática y material de los mercados de productos, servicios y derivados de cualquier parte del mundo, lograron generar una globalización que acerca aún más las crisis financieras de los mercados centrales.

Probablemente se le eche la culpa inmediata a las hipotecas sub prime, otorgadas a quien, fácilmente, no soportaría un alza en las tasas de interés.

Ahondando un poco más, se le puede atribuir esa culpa a las periódicas corridas bancarias provocadas por los ataque terroristas en 2001 a Estados Unidos. Si hacemos un poco más de historia, recordaremos algunas crisis importantes, particularmente la de México, seguida por Brasil, Rusia, los países del Sudeste Asiático y Argentina.

Ante cada una de ellas, y de las anteriores, el mundo económico esperaba la reacción de la Reserva Federal de los Estados Unidos para que a piacere suba o baje las tasas de interés, y entonces, según la conveniencia, se acomodaban algunas variables que mitigaban la situación.

Probablemente resulte difícil imaginarse al dólar estadounidense como "papel pintado" pero eso mismo es en lo que se ha convertido, al realizar emisiones enormes de papel moneda, otorgar créditos a tasas reales negativas y ante el sobregiro de divisas fuera de su jurisdicción con la convicción de que nunca volverían a circular dentro de su país.

 

El fin del señoreaje.

 

El fin del señoreaje

Desde que comenzó a circular el "euro", muchos de los que atesoran sus ahorros en divisas se pasaron del mítico dólar estadounidense a esta nueva denominación, creyendo que Europa sería más conservadora en el manejo de su moneda.

Con este lanzamiento se perpetuó la carrera de los estados contra el alza de la tasa de interés; se pretendía mantener cautivos a los incautos para que retengan en sus bolsillos la mayor cantidad de papel. Con semejante emisión rápidamente circulando el sistema bancario quedó exigido al máximo, la industria y el comercio resultaron endeudados casi gratuitamente y las compras "de aire" y los apalancamientos pasaron a ser una costumbre corriente entre los inversores.

Ante tal situación, solo faltaba que alguien estornude en Wall Street, para que ante el más mínimo susto comience una pequeña corrida que generaría pánico.

Obviamente los sistemas financieros de Estados Unidos y Europa eran "lo suficientemente fuertes como para soportar una corrida", pero eso solo era un gingle. Ningún sistema bancario soporta una corrida, cuando esta tiene fundamentos serios; y serio será el resultado.

Llamamos señoreaje a la capacidad de emisión de moneda o valores por parte de un estado soberano; como recuerdo histórico de la acuñación de moneda de oro por parte del "Señor", quien no nos defraudaría con la aleación utilizada para cada pieza. Resulta que en algún momento el "señor" dejó de demostrar la seriedad que merecía su investidura y la moneda de oro pasó a valer menos que su peso.

En esta oportunidad ocurrió lo mismo; recordemos que desde hace un tiempo comenzamos a ver como aumentaban los precios del petróleo, de los granos, de los edificios de departamento, etc... posteriormente ya no era solo determinada cosa, sino los commodities; luego, las propiedades en general y, finalmente, todo, más allá de lo que estacionalmente o por escasez se haya incrementado más o menos que los otros precios. Lo que ocurrió, en definitiva, es que bajó el valor de las monedas.

Lo lamentable de esta cuestión es que los estados han intervenido de una manera tan desfachatada que arreglaron excesivamente el precio del dinero; este es la tasa de interés.

Bastante nefastos son los subsidios a determinado sector, pero hacerlo con el precio del dinero es deplorable, no para quien recibe el crédito a tasa negativa real, sino para el resto del sistema, que lo sufrirá de algún modo.

Ahora se ven los resultados de esta práctica estatista ejercida por quienes oportunamente fueron bastiones de la economía sana; una debacle de proporciones indescriptibles.

Al fin, la solución encontrada por los estados generadores de papel fue: más emisión de papel.

Sobre esta modalidad, en Argentina podemos dar cátedra acerca de los resultados en el mediano plazo.

Asumiendo pérdias en Frankfurt.

La crisis para el G7

Al momento de escribir estas líneas, el petróleo cotizaba cerca de 80 dólares, la depreciación del sector bancario europeo era de 200 mil millones de euros, cuyos gobiernos prometen inyectar en promedio aproximadamente 40 mil millones de euros cada uno a sus sistemas bancarios, para evitar la cesación de pagos de sus entidades.

El presidente George Bush (hijo) salió a calmar al mercado financiero, advirtiendo que "el sistema es muy robusto y puede paliar esta difícil situación", también advirtió que "sancionará a quien no transmita la verdad de lo que ocurre en materia económica", todo esto en el marco de una forzada emisión de salvataje de 700 mil millones de dólares que se está discutiendo en el Capitolio de su país.

Sin ánimo de ser irreverente ante la tragedia, pareciera que las frases del discurso de hoy se hayan escapado de un libro de García Márquez y que se trata del alcalde de algún villorio centroamericano. Pero no, se trata del presidente más limitado que ha tenido el gran país del norte.

No es un aliciente el hecho de que el mes que viene haya elecciones, ya que el candidato Obama indicó que "hay que olvidarse de las ideologías", dejando ver que hará cualquier cosa y bajo cualquier razón. El candidato Mc Cain fue más allá y dijo: "voy a poner control a los precios de los combustibles y de los alimentos"... "voy a acabar con estos abusos", al mejor estilo Guillermo Moreno... ¡Inconcebible!

 

El resto del mundo

Resulta evidente que la recesión que se experimentaba hasta ahora en Estados Unidos y algunos países de Europa, se ha convertido en depresión, inicialmente habrá una drástica reducción de la producción, aumentarán el desempleo y la pobreza; habrá penurias en los países centrales, los capitales que sobrevivan quedarán congelados en pánico hasta que comience a revertirse psicológicamente la situación, lo que dará inicio al fin de la depresión y con ello un nuevo crecimiento.

Este es el circuito clásico de lo que ocurre luego de una crisis y no necesariamente tiene que fallar ahora.

Por añadidura, quienes les exportaban lo harán en menor medida y sufrirán las mismas consecuencias, el caso de China será tremendo, ya que es el principal exportador a Estados Unidos y los excesivos volúmenes de intercambio se reducirán aplastantemente. Más cerca, Brasil y Chile observarán la misma reducción en sus exportaciones, y si bien, Chile depende principalmente de sus exportaciones a Estados Unidos, han encaminado durante largo tiempo una conducta ortodoxa que aliviará el efecto inmediato.

 

Lo que nos espera

El grosero adagio "mal de muchos, consuelo de tontos" se aplica perfectamente a nuestra situación, no por cobijarnos en la hecatombe como uno más, sino porque sufriremos un poco más tarde el efecto de esta crisis como nunca ocurrió antes.

Paradójicamente, el ostracismo respecto del mundo, al que nos ha acostumbrado la pareja gobernante, nos ha aislado directamente de quienes hoy sufren en primer plano. Con Estados Unidos perdimos la mayoría de los mercados de exportación, por lo cual, no se notará la falta de ventas porque no las hay. Algo parecido ocurre con las exportaciones tradicionales, como las de carne a Europa: casi no existen.

El mercado de capitales local ha fugado anticipadamente la liquidez de la que gozaba hace una década, a otros, ahora desdichados.

No obstante la falta de vínculos directos con esta gran crisis, el panorama es desalentador, porque, pese al empeño en contrario, seguimos formando parte del mundo y seguiremos en default mientras no paguemos, sin interesar si el resto lo hace.

La retracción de los precios de nuestro principal ingreso de exportaciones, la soja, seguirá su curso y el efecto retardado será cuando nuestros compradores, como China, se vean obligados a cuidar sus balanzas comerciales.

Respecto de las inversiones, a los precios actuales del petróleo, no se justificarán nuevas exploraciones y si sigue bajando, tampoco habrá explotación rentable, hasta que se recupere el precio.

Por último habrá un efecto de ósmosis regional si los vecinos experimentan una recesión sostenida o la tan temida depresión.

 

Optimismo

Si bien el panorama es extremadamente lamentable, históricamente, el período de los ciclos entre crisis han sido cada vez más cortos y los plazos de recuperación también; por ello, cabe la posibilidad de que, como es todo el mundo en conjunto el que sufre, la recuperación será también simultánea, y si se cumple la regla de los menores plazos, el sufrimiento será por menos tiempo que en las crisis anteriores.

Asimismo, al haberse convertido en una crisis global, es previsible que no haya pícaros indemnes que se aprovechen de otros.

 

Incógnita

Es lógico que una emisión desmedida debilite una moneda, más aún si esa emisión es forzada por una situación de crisis. Bajo estos principios, resulta extraño que el precio del dólar esté aumentando en pesos.

 

 

Gustavo P. Forgione

 

 

 

 

 

 

Gustavo P. Forgione
gustavo@forgione.com.ar
Presidente del Partido Federal

 

 

 

 

 

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Dos ACV en una sola fórmula

¡LLAME YA! (TOMADAYETTE)

Por Bernardo Carlino

Mi suegra, que en paz descansa (pues está atendida por una multitud de parientes y servidoras) se aferra a la contribución que arrima su magra jubilación como maestra de escuela secundaria, para conservar algo de dignidad.

Como es de esperar, buena parte de su existencia está dedicada a sufrir por los avatares de esa paga, que no son muchos si no fueran amplificados, anticipados y luego negados de manera cíclica por los medios de comunicación más bizarros, lo que repercute directamente en los picos de su tensión arterial.

Como los míos pasan por otras cuestione no tuve ninguna precaución en hacerle saber que el PEN había mandado un proyecto de ley al Congreso (ya sancionado) que pone en piloto automático el ajuste de tales haberes gracias a una fórmula matemática que le garantizará quedar fuera del alcance de cualquier gobernante o político travieso y ávido de quedarse con alguna miga de la paga del sector pasivo, de lo que de manera alguna puede sospecharse a los actuales, pero por las dudas …

Como es natural, al toque quiso saber en qué consistía esa formulación lógica que operaría de antibiótico de tales virus, por lo que pronto le transcribí en un papel la parte pertinente de la ley, que refiriéndose al aumento garantizado, reza así:

    a= 0.5 * RT * 0.9 + 0.5 * w      si  a < o = b

   m}

   b= 1.03 * r                   si a > b

 

(www.hcdn.gov.ar, entrado 29/07/08, Nº 1205)

El primer ACV (Nota de la redacción: Accidente Cerebro Vascular) provino de su contacto visual con el jeroglífico, pues ella presumía de saberes algebraicos que por más que dataran de cincuenta años atrás, debían permanecer inconmovibles a menos que la civilización occidental y buena parte de la oriental hubiera sido reemplazada por otra que no se tomara el trabajo de avisarle de su arribo, por lo que ésta propuesta le resultaba inconsistente e indescifrable, a pesar de lo cual la propaganda oficial de inmediato puso en la TV abierta spots que mostraban a satisfechos y saludables jubilados agradeciendo al destino el advenimiento del sistema.

Mientras se recuperaba en terapia intermedia, con menos lucidez y años que ella intuí en los vericuetos de mi maltratada memoria que le asistía algo de razón, ya que en mi mocedad sufrí la ociosa vejez de una tía que oficiaba de voluntaria profesora particular de las tan temidas matemáticas del secundario, y gracias a sus severos métodos de inyección de conocimientos (que por pudor omito describir aquí) una neurona me emitía resplandores rojizos intermitentes cual baliza.

Como ella ya no pertenecía a este mundo, decidí entrevistarla en el otro por medio de las invocaciones que con variado éxito practica semanalmente la médium del barrio, y no sé a ciencia cierta si fuera ella u otra alma matemática quien me confirmó con enojado aflojamiento de una de las tres patas de la mesa, que la fórmula de marras carecía de operadores lógicos más antiguos que Khalil Ghibrán.

Como practico el escepticismo para preservarme de la vida moderna, me valí de los adelantos que proporciona introduciendo la panacea jubilatoria pergeñada por el PEN en una planilla Excel, que me la devolvió con alarmantes mensajes de error y ofertas de piadosa ayuda, confirmatorios de la gravedad lógica del engendro.

¡Silencio Hospital!Hasta que dí con un ingeniero que me explicó que el planteo seguía el método “heurístico” y que no me preocupara de cosas obsoletas como la lógica matemática e interpretara textualmente y como relato, el contenido de la propuesta. De esas instrucciones, surgió que la cuestión reza así:

El ajuste periódico de las jubilaciones tiene dos tramos, pero nunca será mayor al tres por ciento de la variación del índice de recursos totales por beneficio de la ANSeS, neto de aportes del Tesoro Nacional para cubrir déficits”. Para peor, en los restantes términos están involucrados datos a proporcionar por el INDEC, lo que aumenta el carácter burlesco y chirigotero de la ley.

Sin ninguna sospecha –como debiera- de los diagnósticos médicos que dieron de alta a mi suegra, pasé a comentarle las garantías jubilatorias que le esperaban, condicionadas a estos datos y a las compilaciones a cargo de la ANSeS, cuyos responsables confesaron a los diputados que los citaron que no tenían idea de lo que se trataba y que tardarían unos meses en obtenerlos, y de inmediato fue fulminada por el segundo ACV gracias a la misma fórmula.

De haberle transcripto las declaraciones del ministro Tomada (www.lanacion.com.ar) que dijo cuando abrió las audiencias: "Una de las virtudes de esta fórmula es su transparencia. La ventaja es que ahora los cálculos, las cuentas y las proyecciones las podrá hacer cualquiera. No será necesario que nosotros traigamos, en particular, un dato...", estoy seguro que no habría sobrevivido, de manera que me propuse no comentarle nada de eso si es que recupera la lucidez anterior, aunque ahora dudo si incluir ese anhelo en mis plegarias o reemplazarlo por otro destinado a mantenerla en el limbo, a salvo de tomar conciencia de los desatinos de la tribu kirchnerista gobernante.

Dr. Bernardo P. Carlino

 

 

 

 

Dr. Bernardo P. Carlino
bernardo@carlinopuig.com.ar
 

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El freno a un poder sin razones, es un pueblo educado

Por Luis E. Fiorentini

Las pruebas y dificultades revelan qué lo  sostenemos como importante, justo y verdadero. Revelan nuestro interés supremo y son una ocasión para nuestra propia educación.

Entonces ¿que está en juego?, la concepción de la Persona, de la Sociedad y del Estado, el valor del Diálogo y de la Paz Social.

LA CONCEPCIÓN DE LA PERSONA Y EL HOMBRE. el hombre tiene valor en sí mismo, porque es creado por Dios. Cuando esto se olvida, el riesgo de reducir la persona a instrumento y esclavo del poder político de turno, es normal.

LA CONCEPCIÓN DE LA SOCIEDAD Y DEL ESTADO: El verdadero protagonista de la vida pública es la sociedad y el pueblo. Que el gobierno sea legítimo no implica que la sociedad deba acatar los proyectos que atentan contra la sana, libre y solidaria construcción social. El bien común lo construye la sociedad, no el Estado ni el Gobierno.

LA FUNCIÓN PUBLICA, tiene como tarea favorecer, custodiar y orientar esta construcción, no sustituirla, por ello rechaza toda forma de presencia injustificada y excesiva del Estado.

EL VALOR Y LA CONCEPCIÓN DEL DIALOGO: el diálogo no es debilidad, cualquier solución rápida y en apariencia eficaz, acostumbra generar violencia, la solución solo puede encaminarse mediante gestos de grandeza y una vigencia aún más plena de las instituciones de la República.

EL VALOR DE LA PAZ SOCIAL: buscar la paz social es la tarea de los gobernantes; no, en cambio, insistir en ahondar las diferencias y colocar en la vereda de los enemigos del pueblo a todo aquel que no se pliegue al proyecto oficial.

En este tiempo de confusión  es necesario mirar aquellos lugares donde el pueblo es educado en libertad a una pasión por la verdad.

Necesitamos un Estado que reconozca y favorezca la dignidad de todos los ciudadanos y que no intente suplantarlos.


Luis Fiorentini - Periodista

 

 

 

 

 

Luis Fiorentini

Periodista

 

 

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