Hemos derrotado
la frivolidad y la hipocresía de los intelectuales progresistas.
El pensamiento
único es el del que lo sabe todo, y que condena la política mientras
la practica. No vamos a permitir mercantilizar el mundo en el que no
quede lugar para la cultura: desde 1968 no se podía hablar de moral.
Nos habían impuesto el relativismo.
La idea de que todo es igual, lo verdadero y lo
falso, lo bello y lo feo, que el alumno vale tanto como el maestro,
que no hay que poner notas para no traumatizar a los malos
estudiantes. Nos hicieron creer que la víctima cuenta menos que el
delincuente.
Que la autoridad estaba muerta, que las buenas
maneras habían terminado. Que no había nada sagrado, nada admirable.
Era el eslogan de mayo del 68 en las paredes de la Sorbona: "VIVIR
SIN OBLIGACIONES Y GOZAR SIN TRABAS".
Quisieron
terminar con la escuela de excelencia y del civismo. Asesinaron los
escrúpulos y la ética. Una izquierda hipócrita que permitía
indemnizaciones millonarias a los grandes directivos y el triunfo
del depredador sobre el emprendedor.
Esa izquierda está en la política, en los medios de
comunicación, en la economía. Le ha tomado el gusto al poder. La
crisis de la cultura del trabajo es una crisis moral. Voy a
rehabilitar el trabajo.
Dejaron
sin poder a las fuerzas del orden y crearon una frase:“SE HA ABIERTO
UNA FOSA ENTRE LA POLICIA Y LA JUVENTUD”: los vándalos son buenos y
la Policía es mala. Como si la sociedad fuera siempre culpable y el
delincuente, inocente. Defienden los servicios públicos, pero jamás
usan un transporte colectivo. Aman tanto la escuela pública, pero
sus hijos estudian en colegios privados. Dicen adorar la periferia y
jamás viven en ella. Firman peticiones cuando se expulsa a algún
okupa, pero que no aceptan que se instalen en su casa.
Esa izquierda que desde mayo del 68 ha renunciado al
mérito y al esfuerzo, que atiza el odio a la familia, a la sociedad
y a la República.
Esto no puede ser perpetuado en un país como Francia
y por eso estoy aquí.
No podemos inventar impuestos para estimular al que
cobra del Estado sin trabajar.
Quiero crear una ciudadanía de DEBERES.
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