A? 9 -
Número 96 |
República
Argentina, 18 de Octubre de 2007. |
publicación de
distribución electrónica por
suscripción. |
Sumario: ?Vendr?la crisis que viene? - Por Alberto A. Natale
Proclama
para la Unidad Liberal de la República de Cuba - Declaraci?
de apoyo
técnica
Legislativa en el Partido Federal
|
?Vendr?la
crisis que viene?
Por Alberto A. Natale |
En una partida
de ajedrez, el principiante que comi?dos piezas de su adversario avanza
satisfecho, pero el jugador que lo enfrenta, dueño de mayor experiencia,
sabe que ?e es el peque? precio que debe pagar para que, cinco o seis
movimientos después, ? anule a la reina de su contrincante y le d?jaque
al rey. Lo dicho viene a cuento de la necesidad de manejar el presente
midiendo las consecuencias futuras de lo que está ocurriendo para evitar
sofocones que después son inevitables.
Vayamos a lo
nuestro. Crecimiento económico sostenido desde 1991 hasta 1998, salvo1995,
recesión desde finales de 1998 hasta la explosión, al culminar 2001,
agudizada por las medidas adoptadas durante 2002. A partir de allá
recuperaci? y crecimiento hasta hoy. Por supuesto que el balance no es
para el cuadro de honor: desde el último cuatrimestre de 1998 hasta el
segundo de 2007 (casi una década) el producto interno bruto sólo creci?el
20 por ciento.
El derrumbe
anterior respondi?a factores económicos y políticos. después de la
reforma previsional y la devaluación mexicana de 1994, empez?el déficit
fiscal . Para afrontarlo se acumul?deuda pública , que se sum?a la que
hubo que asumir para refinanciar la que veNº de antes, ya no pagable con
recursos ordinarios.
De inmediato la
secuela de crisis mundiales (Sudeste Asiático, Rusia, Brasil), que
hicieron estragos en los precios y transacciones internacionales, respeto
de nuestros productos. Fue entonces, en la certeza de que la causa del
problema era fiscal, después de prevenir desde 1995 sobre el riesgo de los
déficit permanentes, que propuse con insistencia a partir de 1998 sobre la
impostergable necesidad de promover una refinanciación concertada de la
deuda pública, hecha con el apoyo de los organismos financieros
internacionales.
La política
hizo
su notable aporte.
Menem quer? volver a ser reelecto. De la R?, ya
presidente, no impoNº firmeza en el rumbo. Chacho ?varez, con su
renuncia, dejó vac? de poder a la Alianza que estaba en el poder. Duhalde,
que se había quedado con las ganas, hizo lo suyo después de las elecciones
parlamentarias de 2001.
Un cocktail de
ambiciones, deserciones e incapacidades políticas, sumadas a una situación
económica compleja
que
no se supo afrontar ni negociar a tiempo, provocó la corrida bancaria,
alentada por la prevención de algunos y los caprichos políticos de otros.
después,
el Diluvio, habrá pensado Luis XV
Vivido aquello,
pareciera que hoy brilla el sol. Pero no es todo oro lo que reluce.
Vayamos por parte. Tenemos un contexto internacional espectacular. El
mundo crece y demanda nuestro productos. La tonelada de soja, en los
mercados internacionales, en dólares hoy vale casi el doble de lo que se
pagaba en el segundo lustro de los noventa. Del petróleo mejor no hablar,
claro que antes ?amos exportadores netos y ahora marchamos hacia la
Importación. Nadie sabe a ciencia cierta cu?to durar?este crecimiento
universal y algunos aspectos de nuestra suerte ?algunos- está atados a lo
que suceda en el mundo.
En casa las
cosas son más complejas. Otra vez la deuda pública. Desde 1824 y la Baring
Brothers, y después de
Avellaneda y su dignidad, la deuda nos persigue a
sol y sombra. Del default dejamos un tendal de 60.000 millones de dólares
impagos, adentro y afuera del país, a los que hay que agregar alrededor de
25.000 millones que no se presentaron al canje. Para la única del Viejo
Vizcacha, se tratar? de una nueva viveza criolla. Desde luego que no
todos piensan así en el mundo. Pero lo terrible es que la viveza tel?ica
ha terminado transformó dose en torpeza vern?ula. Hoy debemos más que
antes. Llegamos al default con un pasivo de 140.000 millones de dólares.
Hoy, nuestra deuda pública, después de la quita, pero por causa de la
devaluación, la pesificaci? asim?rica, su compensaci?, y otros
factores, está de nuevo en 140.000 millones de dólares, a los que hay que
agregar los 25.000 millones de hold outs, quienes siguen reclamando.
Además de las demandas y pleitos que afrontamos ante el Banco Mundial. Por
eso Kirchner depende de los pr?tamos de Chávez a cambio de buenos
intereses, mucho más altos que los que se pagaba al FMI. |
Volvi?la
inflaci?. La real ronda el 20 por ciento anual. La lucha entre
precios y salarios tiende a crecer en espiral.

No sirven los precios
regulados ni las estad?ticas deformadas. La realidad se escurre
como agua por las grietas. Detr? de ella aumenta la conflictividad
social. Nuestros dirigentes no son como Santiago Carrillo, el
comunista Español que en La Moncloa puso su firma -con otros- para
que los ajustes salariales fueran menores que la inflaci? del año
anterior. Al desborde posterior, lo conocemos de memoria, no por
lectura de libros sino por experiencia de vida.
Los
super?it gemelos (comercial y fiscal) se van achicando. Las
importaciones aumentan más que las exportaciones. Las cuentas de
muchas provincias sólo sobreviven con ayuda nacional. El gobierno
central inventa nuevos subsidios, directos o indirectos, para que no
aumenten precios, tarifas o costos de servicios. Reformas
previsionales que allegar? recursos hoy, a cambio de comprometer
gravemente los obligaciones fiscales de mañana.
La crisis
energética, tantas veces prevenida y tantas veces negada, llegó para
quedarse por buen tiempo. Si algún Día se tomaran decisiones
correctas, después se necesitar? años para restablecer niveles
razonables. El petróleo, el gas, la electricidad, hoy son bienes
insuficientes, cuando antes pod?mos exportarlos. Su influencia
sobre la nueva inversión y sobre la producción, será negativa.
Inflaci?,
distorsi? en el sistema de precios, mayor deuda, cuentas públicas
que se estrechan, carencias energéticas, inversión ajustada y con
altos componentes no reproductivos, son condiciones objetivas para
que nos aproximemos hacia una situación de crisis. Si no se
rectifican políticas, el contexto exterior puede acelerarla o
postergarla, nunca evitarla.
El
gobierno afronta una disyuntiva. Si cambia el rumbo, abandona el
creciente intervencionismo, admite que los precios se acomoden con
libertad, acaba con los subsidios generalizados, brinda certidumbre
y está ulos para que haya inversión, posibilita que se recomponga el
sector energético, contiene la carrera de precios y salarios, evita
la emisión monetaria con la finalidad de fijar burocrúnicamente el
tipo de cambio, en definitiva, si reconoce que las economías de
mercado son hoy las exitosas en el mundo, seguramente soportar?en
el primer momento el sacuDía del sinceramiento en el manejo de las
cuestiones públicas, pero luego podrá ordenar el país y hacerlo
crecer sostenidamente, aprovechando la enorme oportunidad que nos
brinda la situación global.
Por el
contrario, si las creencias, las nostalgias setentistas, ciertos
acuerdos políticos, lo llevan a insistir en la actual Dirección, la
crisis se acercar? Porque la inflaci? seguirá con propensi? a
subir, aumentará la conflictividad social, el super?it se
transformar?en déficit, la deuda crecer?y será más difícil y
oneroso asumirla, no habrá inversiones genuinas, salvo las que sean
de r?ida respuesta, la confrontaci? entre emisión monetaria y tipo
de cambio no encontrar?f?il equilibrio, las falencias energéticas
frenar? la producción. Una historia conocida con una final
conocido.
?habrá
aprendido, el presidente y la candidata, ahora que el rango oficial
los llevó a conocer el mundo, cómo funcionan los países a los que
les va bieNº ?Se habrá dado cuenta de que tantas décadas de
políticas equivocadas, igual que las hoy seguidas, son la causa del
estancamiento argentino, comparativamente con el concierto de las
naciones? ?habrá vocaci? estadista o electoralista? Esa es la
pregunta, hubiera dicho Hamlet.


Alberto A. Natale
Abogado.
Profesor en las Universidades de
Rosario y de Belgrano.
Fue diputado nacional por el
Partido Demócrata Progresista.
* Artículo publicado en el diario la Nación del 16 de
Agosto de 2007.
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Proclama para la Unidad Liberal de la República de Cuba |
En
los últimos días fuimos testigos de la exaltaci? mediática del
Che Guevara por parte de diarios, revistas y la televisión, a
propósito de cumplirse el 40 aniversario de su muerte. La
Legislatura de la Ciudad de Buenos Aires no fue ajena a esta fiebre
revisionista y en su sesión del 11 de octubre,
voto una declaraci? de homenaje a su figura,
con la sola excepci? del Diputado
Martín Borrelli y de los Diputados
De
Estrada y Enriquez.
Lo
parad?ico de semejante recuerdo es que si Guevara y sus ideas
socialistas hubieran triunfado, ninguno de los diarios y canales de televisión
existir?n y ni que hablar de la Legislatura de la Ciudad! Para muestra
basta ver la actualidad de Cuba, Venezuela, China, Corea
del Norte, Myanmmar, etc. Cuando la revisión histórica
dominante apunta a crear falsos h?oes a partir de la imagen del
Che Guevara, desde el Partido Federal
propiciamos la iniciativa de CADAL, Centro para la Apertura y el
Desarrollo de América Latina, en apoyo a los verdaderos demásratas
cubanos; en este caso, a los impulsores de la "Unidad Liberal
en la República de Cuba".
Para
quienes viven en Cuba, estas adhesiones a su lucha son un gesto de
gran valor solidario.
adhesión a la
Proclama. |
Proclama para la Unidad Liberal de la
República de Cuba Los liberales cubanos, identificados en el deseo de asumir nuestras
responsabilidades en la construcción democr?ica nacional, agrupados en
torno a la Unidad Liberal de la República de Cuba, y reconociendo las
diferencias para definir un proyecto Patriótico, liberal y político
decidimos: -Trabajar por la libertad inmediata e incondicional de todos los presos
políticos y por la eliminación de las leyes que permiten el actual estado
de cosas; así como para suprimir las leyes que constante e injustamente
incriminan a los ciudadanos cubanos en su país. -Respaldar los programas desarrollados por grupos prodemocríticos dentro
de la Isla, tales como: la Comisión Cubana de Derechos Humanos y
Reconciliación Nacional, los Cuatro puntos de Concilio Cubano, ?Los
Principios Arcos?, Todos Unidos y sus 36 medidas, el Proyecto Varela, el
Proyecto de Bibliotecas Independientes de Cuba, el sindicalismo
independiente, el Presidio político ?Pedro Luis Boitel?, la Asamblea para
Promover la Sociedad Civil, las Damas de Blanco, los periodistas
independientes y las diversas entidades de la sociedad civil que realizan
esfuerzos prodemocríticos. -Defender el respeto absoluto al Estado de Derecho, a la Declaraci?
Universal de los Derechos Humanos y a los pactos civiles, políticos y
económicos que sobre la sociedad civil ha emitido la ONU. así como otros
pactos y reglas m?imas. -Abogar por el respeto a la propiedad privada y favorecer y fomentar el
desarrollo de las peque?s y medianas empresas (PYME), base esencial del
desarrollo económico y social de la Nación. Promover el libre mercado, la
ley del valor y la oferta y la demanda para favorecer el empleo y
restablecer la infraestructura de comunicaciones, caminos, viviendas,
edificaciones y modernizar el parque industrial y el sistema de ayuda a
los menos remunerados, a través de la seguridad social; en la cual se
encuentran, la salud pública, la educación, el sistema de pensiones,
vivienda y un largo etc?era. En este sentido vale puntualizar: Devolver la independencia al Banco Central de la Republica de Cuba.
Sugerimos, asimismo la existencia de una red bancaria que favorezca la
entrega de Créditos y facilidades para el desarrollo del empresariado, los
comerciantes y los campesinos. Combinar las fuerzas del mercado con el equilibrio de las fuerzas
productivas, a través de sindicatos y gremios independientes. Que permita
a los empresarios y los trabajadores cumplir los convenios de la
organización Internacional del Trabajo (OIT). Concordar en la creación de una Reforma Agraria que devuelva dentro del
marco jur?ico la tierra al ciudadano, punto de arrancada para el
desarrollo de la soberaNº alimentaria y para el mayor aprovechamiento de
las riquezas de nuestro suelo y clima. -Como la di?pora es parte de la Nación, se le debe indemnizar o devolver
lo que el ?Estado totalitario? le arrebat? La Unidad Liberal, reconoce su
esencial ayuda para la reconstrucción pac?ica de la Nación y la sociedad
civil. Convenimos que la transici? pac?ica y gradual a la que aspiramos
y por la que trabajamos, es congruente con la premisa: Cuba es patria y
hogar de todos los cubanos; por eso, es imprescindible ofrecer las
garantías para que todos participen sin ninguna exclusión. -Abogar por el tránsito pac?ico hacia la democracia, considerando
esencial el inicio de un proceso de transformaciones jur?icas que
establezcan el marco necesario para garantizar el respeto integral de los
derechos humanos universalmente reconocidos, así como la participaci? de
todos los cubanos en igualdad de condiciones, en un proceso de apertura
hacia la independencia política y económica. -Coincidimos en que la Nación democr?ica requiere un gobierno de Estado
limitado pero fuerte, capaz de imponer el imperio de la ley y responder
por la protecci? de los ciudadanos; con un sistema de seguridad peque?,
competitivo y eficiente, que profesionalice las fuerzas armadas y elimine
el servicio militar obligatorio, a la vez que regule y sancione cualquier
tipo de discriminación por concepto de raza, g?ero, credo o preferencia
sexual; y considere la responsabilidad de indemnizar a las v?timas de
expropiaciones y otros da?s provocados por el gobierno de la ?dictadura
del proletariado.? Un estado que promueva y proteja la cultura nacional
(como patrimonio y expresión art?tica y social) y la educación libre,
como formas exponenciales de la fortaleza de la Nación. -Reconocer el esfuerzo de los gobiernos democríticos y las fuerzas
civilistas internacionales, que durante 48 años brindan su apoyo de forma
creciente a las fuerzas democr?icas cubanas. Coincidimos con el Papa Juan
Pablo II en que ?Cuba debe abrirse al mundo??. -Dentro de la búsqueda de la unidad de las ideas necesaria para proponer
la transformaci? de la sociedad, acordamos regirnos, en lo esencial, por
los documentos de la Internacional Liberal y los propósitos aceptados en
los instrumentos internacionales del liberalismo. Ciudad de La Habana, 3 de septiembre de 2007
Declaraci?
de apoyo a la proclama para la unidad liberal de la República de Cuba
Los firmantes, manifestamos nuestro apoyo a la ?Proclama para la Unidad
Liberal de la República de Cuba?, felicitamos a sus impulsores y a todos
los demásratas que en Cuba luchan valientemente por la libertad, e
invitamos a todos los demásratas del mundo a reclamar insistentemente por
la liberaci? de los presos políticos y la convocatoria a elecciones
libres en la isla: adhesión a la
Proclama.
A quienes deseen acompañar su adhesión, por favor, además de vuestro nombre y apellido, indique cargo,
profesi?, etc., con el cual desea figurar. ?Gracias! también
puede consultar esta iniciativa desde Proyecto
ProCubaLibre y CADAL.
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