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La Hoja
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Es
recurrente la apelaci? de los medios y de buena parte de la clase
política a mantener viva la memoria de lo sucedido durante el proceso
militar para que ello no se repita. Han fijado la
fecha del 24 de marzo de 1976 como el inicio de
todos los males del país. A partir de allá
explican la represi? ilegal![]() Una destacada profesora francesa señalaba en una reciente nota del Diario la Nación que ?memoria e historia funcionan en dos registros radicalmente diferentes, aun cuando es evidente que ambas tienen relaciones estrechas y que la historia nace de la memoria. La memoria es el recuerdo de un pasado vivido o imaginado. Por esa raz?, la memoria siempre es portada por grupo de seres vivos que experimentaron los hechos o creen haberlo hecho. La memoria, por naturaleza, es afectiva, emotiva, vulnerable a toda manipulaci?. La memoria es siempre un fen?eno colectivo, aunque sea psicolúnicamente vivida como individual. Por el contrario, la historia es una construcción siempre problemática e incompleta de aquello que ha dejado de existir, pero que dejó rastros. A partir de esos rastros el historiador trata de reconstruir lo que pudo pasar y sobre todo, integrar esos hechos en un conjunto explicativo. La memoria depende en gran parte de lo m?ico y solo acepta las informaciones que le convienen. La historia por el contrario, es un operación puramente intelectual, laica que exige un análisis y un discurso críticos. La historia permanece, la memoria va demasiado r?ido. La historia re?e, la memoria divide?. Cada 24 de marzo se repite la misma escena: las organizaciones de derechos humanos ?todas solventadas directa o indirectamente por el estado nacional, provincial o municipal- más algunos oportunistas de la política ?y de la vida-, generalmente hip?ritas y tendenciosos, lanzan airadas imprecaciones contra las fuerzas armadas y se arrebatan en un torneo por ver quien las insulta mas. Por lo general, son más violentos y extremistas que los propios combatientes que s?han sobrevivido, -que al menos merecen el respeto por haberse jugado el pellejo-, y que adem?, tienen una visión diferente de lo ocurrido en aquellos años, ![]() Pero este 24 de marzo, al cumplirse 30 años del golpe, la conmemoraci? trae adosado, además del injustificado feriado, una cuota de resentimiento y sed de venganza como nunca antes se había visto. Con el matrimonio Kirchner en el poder se ha instalado un plan sistem?ico para alterar, modificar y reescribir la historia de los últimos 50 años en la argentina, en particular desde 1976 a la fecha. O dicho en otros términos, para consagrar la memoria de algunos en historia oficial. Montados sobre el fabuloso aparato propagand?tico del estado, -algo que supimos sufrir en el juicio político a Ibarra- desde 2004 en adelante, cada aniversario del golpe, el comandante de turno de las FFAA debe rendir examen de ?autocritica? ante la sociedad con discursos mas parecidos a una reivindicaci? de los montoneros que a la visión de un jefe militar. Desde el gobierno se aplaude con socarrona algarab?: la humillaci? está consumada, como cuando Bendini descolg?el cuadro o Godoy entreg?la ESMA. |
?Qu?
autocr?ica han hecho el Partido Justicialista, que llevo al país al
desastre entre el 73 y el 76, o la UCR, que en boca de su mínimo
dirigente, Ricardo Balb?, afirmaba no tener soluciones para la debacle de
aquellos días? Acaso se![]() Es tan larga la lista de ?olvidos? de la clase dominante (política y mediática) que no cabe ninguna duda que estamos frente a un claro caso de manipulaci? y tergiversaci? vergonzosa de nuestra historia reciente. La historia en serio, seguramente, no deberíaomitir las barbaridades cometidas durante el proceso militar, pero tampoco podrá olvidarse de m?tires como el coronel Argentino del Valle Larrabure o Paula Lambruschini, que murieron por el solo hecho de ser enemigos de la ?patria socialista?, por solo citar a algunos de los 2000 civiles y uniformados asesinados por la subversi? entre 1968 y 1979. Explicar porque paso lo que paso para que nunca mas vuelva a ocurrir, exige mucho mas que instituir el 24 de marzo como feriado nacional. Por empezar, que todos los sectores ![]() Claro que para ello debería despojarse de rencores, hipocres?s y resentimientos, algo que, lamentablemente, constituye el combustible de la manipulaci? en marcha. |
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En los últimos años
nos hab?mos acostumbrado en la ciudad de Buenos Aires a creer que todo lo
que Ibarra hacia relucir en los medios era verdad, además de ?il y
efectivo para los vecinos. Un buen Día descubrimos que los techos de las
escuelas se derrumbaban porque no ten?n mantenimiento, la Policía urbana
no tenia nada de Policía y s?mucho de aparato político, añosos ?boles
ced?n y ca?n sobre peatones y autom?iles, los pabellones del Moyano semejaban mas a una c?cel que a un hospital, una fabrica de
hielo podía estallar y llevarse consigo un edificio de tres pisos, y por
supuesto, Croma?n y la inseguridad en los lugares públicos. Ibarra ya no está y esperamos que con ? se haya ido para siempre, entre otras cosas, esa política de vender humo a cualquier costo, en particular a expensas de los bolsillos del contribuyente que viene sosteniendo con sus impuestos la propaganda oficial. T E S I E |
E P
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El pasado 18 de Marzo
se conmemor?el tercer aniversario de la ola represiva desatada por el
régimen de La Habana en marzo de 2003, cuando 75 activistas de derechos
humanos fueron arrestados, enjuiciados y condenados hasta 28 años de prisión por expresar sus ideas y luchar por la democracia en Cuba. Entre
los activistas se encontraban periodistas, bibliotecarios, y sindicalistas
independientes, poetas e intelectuales.![]() Por eso, j?enes de América nos reunimos ante la embajada de Cuba en Argentina, para manifestar nuestro mas profundo rechazo a las violaciones a los derechos humanos que sistemúnicamente sufre parte del pueblo cubano, por el sólo hecho de pensar distinto y querer vivir en un país democrítico. |
Declaramos
inaceptables las continuas privaciones de libertad a las que son sometidas
aquellas personas que se manifiestan leg?imamente contrarias al gobierno,
como también las persecuciones y encarcelamientos de ciudadanos por causa
de sus opiniones políticas. Estos hechos no pueden ser negados por la
dictadura que gobierna la isla ni pueden ser pasados por alto por todos
aquellos que creen en que las personas tienen derechos inalienables y
dignidades intangibles. |
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