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La Hoja
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Hemos
sido testigos de un hecho in?ito en la Ciudad de Buenos Aires.
No
nos olvidemos que tanto la decisi? de proceder a la acusaci? del Jefe de
Gobierno como la de su destituci? se vieron envueltos en rumores y
sospechas de presiones de todo tipo e incluso de compra y venta de
voluntades en favor de la continuidad de Ibarra en el poder. Cabe
recordar, la tristemente c?ebre ?borocoteada?, el sugestivo intento de
renuncia a la sala juzgadora del Diputado zamorista Romagnoli a tan solo
10 d?s de finalizar el proceso, as?como el extra? giro dado por una
diputada supuestamente ?progresista?, que no vale la pena ni mencionar,
que finalmente se dej?tentar -vaya a saber por que intereses espurios-
para inclinar su voto hacia la restituci?, invocando p?licamente
pobr?imos y poco cre?les argumentos. |
Muy poco o casi nada Ibarra pudo argumentar en favor de su buen desempe?, de su gesti? de gobierno. No ha podido explicar, entre otros hechos que se le imputaron:
El
resultado ha sido gratamente positivo, nos podemos sentir orgullosos de
todos los legisladores que han trabajado para que esto fuera posible, pues
salvando una enorme cantidad de escollos lograron
con su trabajo desnudar la ineficiente, ineficaz y
tr?icamente peligrosa gesti? de An?al Ibarra. Jimena Llorens | |
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Con la orden de suspender por ciento ochenta d?s las exportaciones
de carne, el gobierno mostr?una vez m? el sentido de su obra de
gobierno. La frase elegida para estos d?s por lo expertos en mercadotecnia que rodean al presidente fue: "No nos interesa exportar a costa del hambre del pueblo." Si olvidamos los conceptos elaborados desde que existe la econom? como ciencia este slogan puede parecer divertido, hasta tendr? sentido si lo sacamos del contexto que implica el hecho de haber sido expresado por el presidente de la Naci? y hasta podr? ganar un premio en un concurso de publicidad; pero, en realidad, la medida tendr?el efecto inverso al expresado. Resulta curioso que, para tomar una medida as? no se haya advertido la necesidad del gobierno de seguir recibiendo divisas mediante las retenciones a las exportaciones de carne, las que est? solventando el gasto del estado y sustentando al mismo gobierno que ahora las evita. El m?odo elegido para bajar los precios resulta de los m? torpes en el arsenal de medidas de control de precios, las que ya de por s?resultan torpes. En un sentido parecido, recuerdo las medidas de Celestino Rodrigo y sus sucesores, los que racionaban a la poblaci? por volumen de compra por persona. Resultaba que uno no pod? comprar m? de un kilo de az?ar y un litro de leche entre otros productos. Para el caso de la carne no hab? cota de peso, pero si de tiempo; hab? d?s en los que no se pod? comprar carne; esto se dio en llamar Veda de Carne. Lo que en un principio parec? un paliativo contra la escasez, en realidad era un control de precios efectivo en el cort?imo plazo pero con consecuencias lamentables, luego. |
Hoy, vemos que el plan del gobierno, no
s?o implica empobrecer a la poblaci? mediante el control de cambios
asistido desde el Banco Central para mantener al Peso devaluado y con ello
asegurar la pobreza suficiente de la poblaci? para que no pueda comprar
en el exterior; sino que va m? all? Destruye un mercado
que funcionaba porque es potencial culpable de un aumento de precios.
Gustavo P.
Forgione |
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Durante diciembre de 2005 se desarroll?en Hong Kong la
reuni? de la Organizaci? Mundial del Comercio (OMC), en la que deb?
resolverse la legendaria
disputa sobre los subsidios agr?olas que
conceden los EE.UU., la Uni? Europea y Jap? a sus productores, que
insumen anualmente cerca de 400.000 millones de d?ares. Como es sabido, esa pol?ica comercial proteccionista produce a nuestros productores y al pa? injustas p?didas que se ubican en los 10.000 millones de d?ares, tambi? anuales. Dicha asamblea fue precedida por alentadoras declaraciones respecto de un esperable resultado que pusiera fin a esta pol?ica arbitraria ejecutada desde hace d?adas por los pa?es arriba citados. El silencio oficial posterior al cierre de la conferencia y algunas manifestaciones permiten inferir que no hubo progreso alguno en la ya extensa historia de fracasos similares (Seattle 1999 y Canc? 2003). Por cierto que es obligaci? incumplida, por parte de la Canciller?, hacer p?lico un informe detallado del desarrollo y resultados de la reuni?. Esta es una cuesti? de Estado y la publicidad de lo tratado es tanto un deber como un derecho, especialmente de los productores agropecuarios. A partir de ah? ?no es tiempo de que junto con las negociaciones diplom?icas se exploren otras estrategias que contribuyan a obtener resultados inmediatos? ?No es tiempo de conformar un comit?de acci? con las entidades del agro para promover acciones convergentes al objetivo que se persigue? |
Adem?, si se anudan
objetivos comunes, tambi? contribuir? a cauterizar heridas abiertas en
este tiempo. ?Por qu?no ampliar la discusi? e incorporar a los
permanentes reclamos oficiales de los EE.UU., Francia y Espa?, entre
otros, en defensa de sus empresas radicadas en el pa?, a veces expresados
con voz sonora, nuestras leg?imas y antiguas pretensiones -finalizaci?
de la pol?ica de subsidios- en la mesa de negociaci?, para una decisi?
simult?ea? ?Por qu?no sostener que hasta tanto no se acepte el derecho planteado tampoco se reconocer?el planteo de Monsanto SA por las regal?s de la semilla de soja? Como bien se?la el doctor Enrique Iglesias (LA NACION, 8/01/06): "La conclusi? es sencilla: desde el punto de vista de la seguridad colectiva y por tanto de la supervivencia de la humanidad, los subsidios agr?olas son un lujo que no puede perdurar". Finalmente, como ya se dijo: "Seamos realistas, pidamos lo imposible".
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