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La Hoja Federal

Bandera Argentina


A? 6 - N?ero 74

Rep?lica Argentina, 15 de Junio de 2005.

Publicaci? de distribuci? electr?ica
por suscripci?.


Sumario:
Combate a la moneda yExportaci? del Mercado de Capitales - Por Gustavo P. Forgione
De la Tragedia de Croma?n se pueden aprender otras lecciones  - Por Eduardo J. Fern?dez
Estamos
Bien Pero Vamos Mal - Por Bernardo P. Carlino



Combate a la moneda y
Exportaci? del Mercado de Capitales

El ?ico plan econ?ico visible.

Inicialmente con la Pesificaci? Asim?rica y hoy con el Decreto de Freno a los Capitales Especulativos, Un Argentino - 1881el Poder Ejecutivo mantiene invariable su pol?ica de pauperizaci? de la poblaci? en beneficio de quienes sostienen su actual establishment.
Ambas decisiones parecen sumarse a una gran cantidad de medidas econ?icas, pero en realidad responden a un plan estrictamente simple; "la r?ida depreciaci? de nuestra moneda a valores lamentables".
E
sta es la ?ica raz? por la cual aparecen noticias que interpretamos como pol?icas de gobierno, que prometen solucionar todos los males generados por la destrucci? del sistema financiero desde 2001 pero, s?o las cuestiones econ?icas relativas al tipo de cambio se plasman en decretos o normas reales.
A
s? la en?gica y estacional amenaza del Presidente por terminar con el Sistema Integrado de Jubilaciones y Pensiones en la primavera de 2003, afortunadamente, no se ejecut? luego, los entredichos con las distribuidoras el?tricas sobre el valor de las tarifas se terminaron con la frase del empresario franc?: "esto es fulbito para la tribuna". M?span lang="es-mx">s adelante la promesa previa de que China, Angola y otros pa?es solventar?n de un d? para el otro toda nuestra deuda externa, y har?n inversiones de proporciones b?licas, tambi? result?una garrafal f?ula.
T
ras advertir que existen necesidades imposibles de satisfacer "con lo nuestro", seg? versa el llamado Plan Econ?ico del Grupo F?ix, el Presidente intent?/span> atraer capitales extranjeros para que inviertan en nuestro pa?; seguramente, pensando en expandir la econom?, mejorar la productividad, solventar la tan postergada exploraci? y producci? de combustibles f?iles y, en alg? momento, para reducir el desempleo y evitar el subsidio al asueto que implica la gran mayor? de los planes de asistencia p?lica.
Pero, a fin de mantener bajos los precios de los bienes y servicios (donde incluimos tambi? a las devaluadas remuneraciones) para evitar el efecto inflacionario correspondiente, el mismo gobierno intenta trabar el ingreso de los anteriormente necesarios capitales con un encaje del 30% y la restricci? de retirarlos antes de un a?.
E
sta medida suena muy importante, porque tiene el antecedente de haber sido aplicada en Chile durante algunos a?s y est?siendo esgrimida con el mismo t?ulo en Brasil, pero sus efectos y aplicaci? son totalmente distintos a los planteados aqu?/span>.

Una cuesti? a considerar es la cantidad de empr?titos argentinos cotizando, m? a? cuando terminamos de colocar emisiones gigantescas de bonos frescos en el exterior que se negocian en los mercados secundarios, los que quedar?n fuera de control del Estado Argentino y su transacci? ser?administrada por mercados autorregulados extranjeros, bajo jurisdicci? de pa?es muy celosos de sus inversores.
Este detalle torna contraproducente el flamante decreto ya que, los pocos bonos argentinos que circulan en nuestro mercado se ir? a cotizar al exterior por una raz? obvia de conveniencia, a ello se le sumar? la fuga de acciones de sociedades argentinas que all?coticen, con el fin de librarse de este modo de los efectos impuestos por esta decisi?.
El resultado obligado ser? la exportaci? del mercado de t?ulos valores local y con ello la destrucci? del sistema que nutre de capitales genuinos y de cr?ito fresco a las empresas argentinas, un efecto posterior ser?el aumentoBonos, t?ulos y empr?titos en danza. de la tasa de inter? local y el detrimento de la productividad.
C
abe estudiar la historia para advertir los beneficios de promover los mercados de valores, porque son ellos los que hacen posible la inversi? directa en la producci? a valores racionales, tal el caso de YPF, la que en momentos de tasa de inter? baja y con un mercado de capitales considerable, compr? a MAXUS, una empresa m? grande que ella.
Pero cuando la tasa local se encareci? REPSOL compr?a YPF con MAXUS dentro y otras tantas empresas petroleras  y de operaciones especiales argentinas; siendo REPSOL una empresa inferior al conglomerado adquirido.
El resultado perjudicial no radica en quien es el due? de las empresas, ni los colores de su bandera, sino en su grado de compromiso local y la aplicaci? impositiva de sus beneficios.
A
s?como el Decreto sobre Telecomunicaciones, publicado hace dos meses, que atentaba principalmente contra el derecho a la intimidad, demostr?el exceso de ansiedad por legislar por el solo fin de hacerlo; y ante la advertencia del p?lico y de algunos especialistas, el Poder Ejecutivo dio marcha atr? y lo derog? r?idamente. Ser? una demostraci? de inteligencia revertir tambi? esta norma que nos aleja cada vez m? del objetivo de volver a ser un pa? respetable.Gustavo P. Forgione - Director de La Hoja Federal

Gustavo P. Forgione
gustavo@forgione.com.ar
Vicepresidente II - Partido Federal
Capital Federal


De la Tragedia de Croma?n se pueden aprender otras lecciones
Por Eduardo J. Fern?dez *

No es la intenci? de este documento ser alarmista o exacerbar el ambiente de dolor e inseguridad que ya est?instalado en nuestra sociedad.
E
n realidad, tampoco se trata de una cr?ica sino m? bien de un aporte reflexivo, a partir de un hecho que nos conmovi?a todos y enlut?a la naci?. Veo como una obligaci? social intentar sacar provecho a? de las situaciones m? dram?icas, porque de otra forma estaremos condenados a repetirlas, tal vez no en casos similares, pero seguramente si en otros contextos.
P
or lo que todos hemos podido conocer despu? de ese desastre, anuncios o anticipos de lo que sucedi?se hab?n producido por lo menos en dos oportunidades anteriores, y si se les hubiera prestado la adecuada atenci?, es probable que la tragedia se hubiese evitado, o por lo menos se habr?n salvado algunas vidas. Dos lecciones fundamentales extraigo de esta situaci?: a) debemos aprender a ?interpretar? las se?les tempranas y estudiar con detenimiento los acontecimientos para evitar que sucedan desastres mayores; y b) el hecho de que ignoremos un dato de la realidad, no evita los accidentes posteriores.
E
n el caso de la situaci? energ?ica y m? espec?icamente con relaci? al abastecimiento de gas y a la generaci? el?trica, me resulta muy interesante establecer un paralelismo entre lo que sucedi?en el predio del barrio de Once y los eventos y circunstancias que se han venido repitiendo en el mercado dom?tico de energ?, para imaginar lo que podr? suceder.
D
escartamos en este art?ulo cualquier actitud o caracter?tica dolosa o culposa que pudiera haber movido a los personajes con relaci? a los acontecimientos pasados o futuros del caso Cromagnon, en primer lugar porque no nos corresponde a nosotros sino a la justicia expedirse sobre este tema y en segundo, porque no es el objeto de este documento y en todo caso no vemos c?o su tratamiento podr? dejarnos alg? ejemplo aleccionador.
I
ntentaremos extraer alguna moraleja a partir de las similitudes f?ticas o potenciales y de las reacciones que se adoptaron para evitar caer en errores similares.
S
imilitud n?ero 1: La sociedad en su conjunto y en particular el p?lico que frecuentaba estos espect?ulos (los clientes), no estaban adecuadamente informados sobre las irregularidades existentes en torno a las instalaciones de Rep?lica Cromagnon.Exploraci? y producci? off shore.
P
aralelismo: En lo que se refiere al sector energ?ico, si bien mucho se ha hablado de lo precario de la situaci? que enfrenta una infraestructura que no es la m? adecuada a las circunstancias actuales (ha quedado subdimensionada), no todo el mundo entiende claramente la gravedad del problema y en algunos casos a? entendi?dola ?probablemente no en toda su magnitud?, prefieren ignorarla.
S
imilitud n?ero 2: Previamente ya hab? habido algunos eventos que anunciaban los peligros que se corr?n, tal es el caso de un principio de incendio en ese mismo local y adem? era notorio y conocido el uso de fuegos artificiales y art?ulos pirot?nicos en otros recitales. Pero como s?o hab?n sido incidentes y no se hab? producido ning? accidente ?grave?, fueron ignorados.

Paralelismo: En nuestro caso, s?o por nombrar uno, el a? pasado nos Reducci? del flujo de gas.enfrentamos a m?tiples inconvenientes de abastecimiento (de gas y de generaci?) que como fueron ?de alguna manera? resueltos, aunque fuera de una forma provisoria y no del todo adecuada, la primera conclusi? fue que ?no hubo crisis aunque algunos la hubiesen preanunciado? (sic). Y la segunda, que ?tampoco la habr?en el futuro? (tambi? sic).
S
imilitud n?ero 3: Frente a un espect?ulo que parec? garantizar el ?ito, los empresarios intentaron convocar a la mayor cantidad de gente, y admitieron a m? p?lico del que f?icamente permit?n las instalaciones.
P
aralelismo: En un entorno de cierta reactivaci? econ?ica y alg? incremento en la actividad, la demanda de energ? aument??y contin? aumentando?, y obviamente, est?en el inter? general y se interpreta como un acto de justicia que todos tengan igual derecho a la satisfacci? de sus requerimientos y necesidades, sin tener en cuenta las limitaciones materiales del sistema. No me refiero a que algunos deban renunciar a sus derechos, sino que la realidad es que ?el recurso existente hoy, Surtidor vac?.no alcanza para todos?.
S
imilitud n?ero 4: Una vez sucedido el accidente, la desesperaci? y la reacci? descontrolada del p?lico inexperto y no entrenado (los clientes) cobr?v?timas adicionales que se podr?n haber evitado en caso de que hubieran existido planes adecuados para un caso de crisis como ese.
S
imilitud n?ero 5: La ingenuidad o imprevisi? de muchos actores potenci?la cat?trofe.
E
n s?tesis, el voluntarismo, la imprevisi? y algunos errores humanos cobraron 193 v?timas e instalaron una vez m? la sensaci? de inseguridad en la sociedad argentina. No debemos cometer errores parecidos incluso en otros campos de la actividad como es el sector energ?ico. Se necesita prudencia pero tambi? resoluci?, y entonces, es posible que el pr?imo invierno (o el siguiente, o el que sigue) no tengamos que lamentar v?timas econ?icas en aras de una injustificable teor? de la imprevisi?.
Similitud n?ero 6: Sucedido el desastre, nuestra actitud pendular nos condujo a tener todos los locales de esa especie (y algunos otros por las dudas) cerrados por m? de un mes, sumado a una caza de brujas en varios niveles de nuestra sociedad.
E
speremos que la temida crisis energ?ica no suceda gracias a la conjunta y adecuada acci? de los agentes responsables, pero si sucede, tambi? ser? bueno que aprendamos para por lo menos no caer en estos errores.
Ing. Eduardo Fern?dez

Ing. Eduardo J. Fern?dez

* El ingeniero Fern?dez es consultor y tiene una reconocida trayectoria
en el sector energ?ico.


PARE!?Estamos Bien Pero Vamos Mal! *
Por Bernardo P. Carlino

Despu? de los desastres econ?icos perpetrados desde los finales de la administraci? Menem en adelante, que culminaron con la grosera pesificaci? asim?rica y otros actos de barbarie jur?ica sancionadosCONTRAMANO por un Congreso Nacional extraviado y una dirigencia temerosa de ser transformada en b?licas estatuas de sal si tornaban a mirar atr?, resulta l?ico que la poblaci? sienta estar bien cuando se han distribuido millones de planes sociales (con el curioso efecto de bajar los ?dices de desempleo), adelantado aguinaldos y diseminadas otras d?ivas a cuenta de mayores salarios, lo que, salvo carecer del c?ebre tren Evita desde cuya marcha la entonces primera dama arrojaba regalos, remeda una estrategia que se aplica exitosamente para la compra de voluntades desde hace m? de medio siglo.
El pa? est?en convocatoria de acreedores desde que dej?de pagar sus deudas y por ello fluye dinero de caja con el cual atender los gastos de gesti? y la compra de los insumos necesarios que nadie le vender?a cr?ito. Ninguna empresa privada en tal situaci? llamar? a esto ?super?it? y le resultar? suicida distribuir el dinero en aumentos de sueldos, subsidios al ocio u otros regalos. Cuando se trata de un Estado que enfrenta graves problemas sociales el criterio puede variar, pero en alg? momento m? pr?imo que lejano el saldo se agota.Prohibido Estacionar
P
ara que una propuesta de pago resulte aceptada por una mayor? debe apoyarse en un plan econ?ico sustentable que les permita razonablemente creer que se generar? utilidades suficientes para honrar los compromisos. A los acreedores con privilegios les importa menos esta circunstancia, ya que finalmente ejecutar? sus garant?s.
D
espu? de dos a?s de gesti? el actual Gobierno se encuentra todav? en la etapa de distribuir parte de los excedentes mientras la tan promocionada ?aceptaci?? de la propuesta argentina en las distintas bolsas del mundo no significa otra cosa que la aceptaci? de la documentaci? necesaria, pues la realidad depender?de los bonistas, que no representan la mayor? de la deuda: la privilegiada es importante y se paga puntualmente sin quitas, la deuda post default no interviene, y otra parte est?reclamada judicialmente.
Cuando el total empiece a pagarse se revelar?la verdadera capacidad del pa?, administrado por un gobierno que no encar?ni encarar?por razones electoralistas ninguna de las reformas del Estado ni de la econom? pendientesProhibido girar en U (menos las pol?icas), que por la v? de las ?reivindicaciones? empieza a neutralizar el diferencial provocado por la devaluaci? sin que haya crecido en tres a?s la productividad, y sin plan econ?ico definido ni siquiera groseramente.

El super?it dejar?de ser tal y muchos sectores de gran capacidad de movilizaci? y disturbio de la vida nacional protestar? la traici? de pagar las deudas a costa de la sangre del pueblo a los irresponsables o vampiros que nos prestaron, y ante la irremediable mengua de sustento popular, el Presidente, conocido por sus caprichos y arranques de ira y famoso por no reunir nunca a su Gabinete para reservarse las decisiones, puede tentarse a ensayar piruetas peligrosas para una consideraci? internacional harta de las inconductas argentinas, que no Calzada Resbaladizase conmover?con los supuestos buenos oficios del Rey de Espa? o de los herm?icos presidentes asi?icos.
C
omo muestran todas las encuestas, sospechosas o no, la aceptaci? p?lica de la imagen presidencial se basa en la percepci? de la gente sobre la econom?; ni la inseguridad, la baja calidad institucional y moral, el colapso de la Justicia ni otro factor grave y de alto impacto medi?ico tienen la fuerza de la marcha de la econom? en la elaboraci? de este indicador devotamente adorado por el Presidente.
S
eg? los gur?s econ?icos, 2005 ser?apacible y de razonable crecimiento basado en el impulso inercial del a? anterior, pero se eclipsan los factores extraordinarios que favorecieron sus cifras sin que siquiera el sector externo revele capacidad exportadora a los niveles necesarios de crecimiento, a pesar de los beneficios de la devaluaci?, ni el interno registre ?dices de inversi? rutilantes. A partir de 2006, entonces, quedaremos librados a nuestra suerte y verdad de econom? basada en el mercado interno y la distribuci? de prebendas para mantener m? o menos cerrada la econom?, a contramano del mundo.Pendiente pronunciada
No es necesario conocer los secretos del Tarot o de los profesores de Harvard -nacionales y extranjeros- para pronosticar que tal como est? las cosas, vamos mal econ?icamente.Dr. Bernardo P. Carlino

Dr. Bernardo P. Carlino
bernardo@carlinopuig.com.ar
Vicepresidente del Partido Federal
Orden Nacional

* Art?ulo escrito en Enero de 2005.


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