La Hoja Federal |
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Resultado de la ronda de di?ogo pol?ico CAVALLO INSISTIO CON LA RENUNCIA DE LOS SENADORES | |
El
presidente escuch?de boca de Cavallo la ?ica propuesta que
puede torcer el rumbo pol?ico en el esc?dalo del Senado: que renuncien
todos los senadores y que se haga una elecci? para que el pueblo elija
sus reemplazos. Esta idea, que el Partido Federal comparte
e impulsa desde el comienzo mismo de la crisis (ver Hoja
Federal N? 37 del 6 de Septiembre de 2000),
lamentablemente va a quedar en la nada: ya est?en marcha el
Pacto de Olivos III. Domingo Cavallo asisti?a la reuni? con el presidente de la Rua convencido de dos cosas: primero, que la renuncia de todos los senadores y su reemplazo mediante una elecci? popular, es la ?ica manera de resolver pol?icamente un conflicto que no debe esperar a que se expida la Justicia para entrar en un cauce razonable; la segunda, que dif?ilmente de la Rua vaya a promover semejante movida porque los compromisos con su partido se lo impiden y porque no puede aparecer d?dole la raz? a Chacho Alvarez quien viene reclamando lo mismo desde un principio. Igualmente, y aunque el gobierno (y el Menemismo) no accedan a la propuesta cavallista, no caben dudas de que el planteo del l?er de Acci? por la Rep?lica fue el correcto: como representante de la tercera minor? parlamentaria y receptario de un 10% de los votos a nivel nacional, tiene suficiente entidad pol?ica para insistir con esa medida. Pero hay una raz? m? para desconfiar que el camino siga al fondo de esta cuesti?: Ya est?en marcha el Pacto de Olivos III. As? como de los sobornos en el Senado no quedan recibos archivados en una carpeta, pero ya nadie duda de que existieron, tampoco podemos probar el acuerdo de impunidad alcanzado entre el Menemismo y el Delarruismo (a estas alturas ya no se puede hablar de la Alianza, porque las diferencias entre el FrePaSo y la UCR por este tema son casi insalvables). |
Pero
las se?les pol?icas dadas por ambos referentes despu? de la reuni?
mantenida la semana pasada son m? que elocuentes. Veamos: ambos coincidieron en plantear la cuesti? como una crisis pol?ica y no institucional para bajarle los decibeles y quitarle espacio a Alvarez. Tambi? coincidieron en dejar el tema ?icamente en manos del Juez Liporaci, al que saben permeable a las presiones pol?icas de ambos lados, y as?dejaron planteado el falso teorema de que "hasta que no se expida la Justicia, aqu?no ha pasado nada". Por ?timo, la reuni? en si misma es una exaltaci? del contubernio: a Menem lo acompa?ron los maestros mayores de la intriga pol?ica y las operaciones, Carlos Corach y Alberto Kohan. Por el lado del gobierno fue igual de sugestiva la ausencia de Alvarez. El tiempo corre y las medidas dr?ticas no se llevan a cabo. Ni siquiera se han producido los relevos del Ministro Flamarique y el Secretario Santiba?z, personajes que ya no guardan ninguna confianza entre la ciudadan?. Hay todo un pueblo que est?reclamando cambios. Cavallo y otros, estamos interpretando ese clamor. Nuestro espacio pol?ico es prudente por naturaleza, pero no debe confundirse prudencia con indiferencia o complicidad. El pacto de Olivos I nos rob?la Constituci? liberal del ?53, el Pacto de Olivos II nos rob?una investigaci? a fondo sobre nos la corrupci? en el gobierno de Menem. No podemos dejar que el pacto de Olivos III nos robe la poca democracia que nos queda. |
Hasta hace poco el
ciudadano era la instituci? fundamental del sistema democr?ico | |
Es
in?il describir lo ca?ico de la situaci? del pa?, es f?il
percibir el hartazgo de los ciudadanos, que ha llegado a niveles
peligrosos, incluso para la sanidad institucional. Es imperativo realizar
cambios, no solo de personas sino de retorno al modelo que nos hizo Rep?lica. El resultado: m? de lo mismo. |
El escenario cambi?
de acuerdo a las tristemente famosas "coincidencias b?icas",
las que realmente no eran tales, ya que se trat?de una negociaci?
entre los eternos "eventuales opositores u oficialistas"
quienes cedieron algo para recibir tajada. Gustavo P.
Forgione |
El
alejamiento de Llach es una se?l negativa para el pa? | |
Acostumbrados
a privilegiar los indicadores econ?icos por sobre otras se?les que
tambi? pueden dar fe de la marcha del pa?, todav? no ha sido
correctamente ponderado el impacto negativo que la renuncia de Llach
representa para el anhelo de una Argentina distinta, que debe acometer
cambios trascendentales, entre ellos, el de su sistema educativo. |
De
lo que Llach hablaba, en otras palabras, eran de racionalizar la educaci?,
no desde el concepto cl?ico y ortodoxo del ajuste, sino desde la
perspectiva de la modernizaci? y la optimizaci? de metas y recursos,
tanto humanos como materiales, para tratar de revertir d?adas de atraso
en la materia. Dr. Mart?
Borrelli |
UN DICTADOR SUELTO EN NUEVA YORK | |
La
reciente cumbre del milenio de las Naciones Unidas mostr?cuan hip?rita
y parcial es la Justicia Global que algunas potencias europeas y grupos de
izquierda pregonan a los cuatro vientos: Fidel Castro camin?a sus anchas
por la Gran Manzana y hasta se dio el lujo de reunir a m? de 3000
admiradores neoyorquinos (que por supuesto viven en el primer mundo
de la isla de Manhattan y no en los suburbios tercermundistas de La
Habana) sin que una sola orden de detenci? emanara de las nuevas Cortes
de Indias que el Juez Baltazar Garz? comanda allende los mares, a pesar
de las numerosas presentaciones judiciales en contra de aquel. |
Evidentemente,
para estos sectores, Justicia es encarcelar capitanes retirados de las
Fuerzas Armadas latinoamericanas por casos individuales de violaciones a
los derechos humanos, y dejar libres a dictadores como Castro, quien no
reniega de haber sido autor material e intelectual de la guerrilla que
asol?a nuestros pa?es durante dos d?adas, am? de ser el
responsable de un estado policial que mantiene a su pueblo sojuzgado y
relegado en el tiempo. |
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