Sobre la
Desregulaci? del Mercado Postal
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FUTURO |
En
los próximos días, el Ministerio de Infraestructura y Vivienda
llamar?a audiencia p? lica para que se considere un proyecto de su
autor?, sobre un nuevo marco regulatorio de la actividad postal.
Esta
decisión nos retrotrae a una situación similar a la vivida por
nuestro país, allá por 1995, cuando la sensibilidad de la opinión pública
llegó a su m?ima expresión, en ocasi? del tratamiento en el
Senado de la Nación de la regulaci? del servicio de correos.
Si
en aquella oportunidad hubo sectores que sosten?n que ese proyecto
estaba hecho a la medida de las empresas de Alfredo Yabr?, los que
leyeran el articulado del nuevo Anteproyecto, podrían pensar que el
famoso empresario postal parecer? estar más vivo que nunca.
En esta ocasi? el puente de plata se lo estará brindando adem?,
la publicitada fusi? con el Correo Argentino SA concesionado por
Macri.
Si
llegara a sancionarse el nuevo marco, se reemplazar? el actual
sistema de plena competencia y desregulaci?, por uno totalmente
regulatorio que dejarán fuera del mercado a casi 250 prestadores que
ocupan alrededor de 25.000 trabajadores.
Unicamente
podrían prestar la totalidad de los servicios postales, el Correo
Oficial y aquellos operadores que re?an los siguientes requisitos:
paguen un canon de $ 2 millones anuales, más una garantía de $4
millones, demuestren una antiguedad de 5 años en el mercado, tengan
como mínimo 100 sucursales, 300 veh?ulos afectados exclusivamente a
la actividad, posean una dotaci? m?ima de 2000 empleados y una red
postal que cubra la totalidad del territorio.
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La
conclusión es sencilla. En estas condiciones las ?icas dos empresas
que calificar?n como de m?ima categoría son Correo Argentino SA y
OCA.
Las
mismas que hoy pidieron autorizaci? al gobierno para fusionarse.
Bastar?
recordar que pasaba antes de 1993 cuando se sanciona el decreto
1187/93 que desregul?la actividad.
Ante
la ineficiencia del Correo Oficial, los entonces permisionarios
cobraban por entregar una carta factura de una empresa de servicios públicos
por ejemplo, entre 1.80 y 2.00 pesos por pieza.
Los
servicios postales más caros del mundo.
?Qu?
suceder?si el proyecto sigue adelante?
Se
concretar?un verdadero monopolio entre las dos empresas, fusionadas
o no y el cierre del mercado, producto del nuevo marco regulatorio,
traer?aparejada seguramente la suba de los precios en desmedro de
los usuarios, que en definitiva no son ni más ni menos que todos los
ciudadanos.
Cre?e
o no, el viejo sue? de Don Alfredo está por cumplirse...
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Por
el Dr. Martín Borrelli
A tres semanas de la
muerte del Dr. Favaloro
DIOS
SE LO PAGUE
No es
mucho lo que se puede agregar a todo lo dicho sobre la personalidad del
Dr. Ren?Favaloro.
Su val?, su coraje, su dedicaci?, su amor a la patria, son todos
atributos que le han sido reconocidos por todos en estos últimos días.
Es innegable que su muerte ha despertado dolor y zozobra en nuestro
pueblo, que ve? en ? un emergente de nuestra clase dirigente no política.
Luchando contra el sistema, la burocracia y la inmoralidad hab?
conseguido erigir en su Argentina un centro cardiol?ico que no ten?
nada que envidiarle a los más desarrollados del mundo.
Pero esa lucha nunca ces?y los contratiempos fueron minando sus
fuerzas; veNº de larga data y ponen al desnudo un estado de cosas que
aquejan a nuestra sociedad desde hace largo tiempo.
En la mitolog? griega, Cronos, hijo de Urano, se devoraba a sus hijos
por temor a que éstos lo destronaran...
En nuestra sociedad, con un estado agonizante que no atina a encontrar
su cura, olvidamos y hasta abandonamos a su suerte a aquellos que se han
brindado o pueden brindar un talento distinto para nuestro país. Los
cient?icos del CONICET, los miles de universitarios que se quieren ir
del país, son muestra cabal del “Estado Cr?ide” en el que
vivimos.
Casi 300 ex combatientes de Malvinas se han suicidado en los últimos 18 años sin que esto haya provocado ning? replanteo por parte del
Estado..
Este estado, nuestra sociedad no ha sabido retribuirle a Favaloro en
vida todos sus esfuerzos como seguramente tampoco lo hará con los ex
combatientes; más a?, podemos decir que Favaloro fue castigado, que
fue devorado por el sistema, por las obras sociales, por el PAMI.
Nuestra única esperanza radica en el hecho de que luego de una furiosa
batalla de diez años, Cronos fue derrotado por su último hijo, Zeus
quien qued?como único rey del Olimpo.
Con ? rein?la sabidur?, la raz? y la justicia.
A la espera de Zeus y de que Favaloro encuentre en su Olimpo la
recompensa que nuestra sociedad le ha negado, hemos decidido transcribir
cinco p?rafos de una entrevista donde nos transmite su visión del país
y cómo enfrentar sus problemas. Es de estricta actualidad. *
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“… en febrero en
la última reunión del Colegio Americano de Cardiolog?, se me
ofreci?la jefatura de uno de los servicios más importantes de
cardiolog? de los Estados Unidos. Mi respuesta fue: “Los huesos m?s
se van a enterrar en la Argentina”, porque cuando yo decid?venir,
volv?en forma definitiva. Me dijeron que me iban a esperar dos años
y les contest?que había decidido jugarme ac? en mi país. Y
entonces además de contribuir con lo mucho o poco que s?con todo
este equipo de hombres maravillosos que me secundan y esta juventud
que realmente estudia y se sacrifica, quiero también hacer algo para
obrar así públicamente…”.
Ren?
Favaloro se había educado en la universidad pública. Apenas
graduado, allá por el año 1950, se fue a trabajar como m?ico rural
a un peque? pueblo de La Pampa, donde atendi?por doce años. En
sus vacaciones gustaba de recorrer el país para interiorizarse de los
problemas de su patria: Favaloro era nacionalista (no con z) y cre?
ciegamente en el potencial de su pueblo, sobretodo el del interior, no así del de la Capital Federal, de quien recelaba por motivos económicos.
“Hablamos de la gran crisis económica y le buscamos la vuelta a la
cosa, pero el argentino tiene que entender que entre los últimos
treinta o cuarenta años, especialmente ha vivido en la amoralidad. Yo
me incluyo. Hablo de los últimos treinta o cuarenta años y no hago
distinciones. Pero el argentino se ha acostumbrado a vivir en la
amoralidad. Aquello del famoso tango “el que no llora no mama y el
que no afana es un gil” es la filosof? del argentino, nos guste o
no”.
Favaloro
había planificado todo detalladamente. Durante su residencia en La
Pampa, perfeccion?su inglés con la mira puesta en viajar al
extranjero para especializarse. Cuando ya había cumplido sobradamente
con su misi? de m?ico, de retribuir con sus conocimientos la
educación recibida del Estado, en 1962 se fue a Estados Unidos a
cumplir con su otra meta: aprender más, ser mejor, saber para
compartir, volver a su tierra para ayudarla a desarrollarse.
“Al argentino le falta sentido de responsabilidad. Cuando me ponen a
hacer una tarea yo debo hacerla lo mejor que pueda, en el menor tiempo
y con la mayor eficiencia. Hay un grupo muy peque? que hace esto en
el país; el resto mira como puede vivir sin trabajar, acomod?dose,
gambeteando: son todos calesiteros. está siempre dando vueltas para
ver cómo se pueden prender de la cosa convencidos de que con la vida
amoral se llega más fácil.”
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Durante
su estaDía en Cleveland desarroll?el sistema de by-pass que le vali?
fama y prestigio. Sin dudas, Favaloro descollaba en el universo de
profesionales de la cardiolog? y su capacidad era reconocida en los
ambientes más calificados de Estados Unidos. Sin pretenderlo, era un
exponente más de la gran paradoja argentina: sobresalientes
individualidades que triunfan en el extranjero, pero fracasa como país
en lo colectivo, en el dise? de sociedad, en alcanzar una meta como
nació .
“Creo que no he nacido para funcionario porque pienso que durar?
una semana. Pocas veces he ido al ministerio, pero cuando entro y me
hacen sentar y veo toda esa burocracia impresionante, los miles de
empleados que tendrán n que … no se… estar juntando manzana o
labrando la tierra, no podría aguantarlo. Porque tendrán que empezar
por echar a la mitad y después reorganizar la cosa de tal manera para
que, con leyes o sin leyes anduviera.”
En 1974
regres?al país. Eran años de violencia. La guerrilla asolaba al país
y ya era patente el descalabro económico y social. había rechazado
importantes ofrecimientos para quedarse en Estados Unidos y eligió
volver. Cre?el Instituto que lleva su nombre, prosigui?con la
medicina, formó camadas de nuevos m?icos e investigadores, trabaj?
en suma, para mejorar el país. No conforme con ello, creo la
Universidad Favaloro, donde se dictaba la carrera de medicina y otras
afines. Era otra apuesta al futuro.
“…la solución del problema argentino Está en cada uno de
nosotros: que empecemos a mirar hacia adentro, y empecemos a construir
el país, pero a construirlo honestamente; este país tiene solución.
Mientras tanto, yo no le veo solución.”
Las crisis
económicas de los últimos cinco años más los incumplimientos de
las obras sociales, el Pami y otros derivaron en un cuadro financiero
insostenible para el Instituto y la Universidad Favaloro. Sus
gestiones y pedidos se volvieron está iles. Cansado, agobiado por el
peso de la responsabilidad, escribi?a un director del Diario la Nación
para que hiciera pública la afligente situación por la que
atravesaba. Hasta llegó a decir que era un mendigo tratando de cobrar
sus acreencias. El resto es de dominio público.
* Reportaje concedido a Bernardo Neustadt el 11 de noviembre de 1974
en el programa Tiempo Nuevo, recogido por el Libro “La Argentina y
los Argentinos”, Emec?editores, 1976.
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