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La Hoja Federal

Bandera Argentina


A? 2 - N?ero 34

Rep?lica Argentina, Viernes 21 de Julio del 2000
?gano de Prensa del Partido Federal

Av.de Mayo 962 piso 1?
C1083AAR - Buenos Aires


DE LAS PROVINCIAS
N.O.A.: ENTRE PIQUETEROS Y FIDEICOMISOS
Acontecimientos recientes resultan ?iles para analizar de cara al momento econ?ico el “problema social” que los genera. El uno como el otro son manifestaciones actuales de la conducta humana colectiva.
Por el Dr. Bernardo Carlino

Tucum? - Cortes de RutaPiqueteros
El “problema social” cuyo emergente es el corte m? o menos pac?ico de rutas en Salta, como en muchos otros lugares que los evidencian con distinta escenograf? y coreograf?, es la defensa y/o creaci? de fuentes de trabajo. Cu? es la lectura correcta que debe hacerse de estas demandas a primera vista incuestionables y hasta enra?ada con premisas constitucionales ? A poco que la cr?ica lo desmenuza, lo que se pretende es mantener las existentes o bien crear otras de las mismas especificidades.
As?es como lo reclaman los ex obreros del ex taller ferroviario de Taf?Viejo en Tucum?, o como se empecinaron los antiguos fogoneros de locomotoras a vapor que los convenios colectivos de trabajo insist?n en inclu? en las di?el, y como los que empu?n el machete en el ca?veral intentan resistirse a las cosechadoras mec?icas tratando de que se las prohiba. Esta concepci?, sin embargo, no es patrimonio exclusivo de los oferentes de tareas de baja calificaci?: las entidades empresarias tratan de que se impida legalmente la instalaci? de s?er o hipermercados.
Ni el Estado ni la econom? es capaz de asegurar empleo a los oficios ya extinguidos o que no encuentran aplicaci? productiva en una zona. YPF no es la de entonces, ni volver?a Mosconi. Es dudoso que otras petroleras privadas lo hagan.
Entonces debe re-interpretarse que lo que reclaman es la creaci? de nuevas fuentes de trabajo ? Si, pero siempre que est? cerca de sus domicilios. Por diversas razones, los que no poseen empleo no est? dispuestos a desplazarse de los lugares donde viven. No contamos con Estado ni econom? en condiciones de asegurarles la creaci? de puestos de trabajo cerca de sus viviendas. A? cuando tuvieran esa suerte, deber? reclamar a continuaci? que se los capacite en la reconversi? de sus oficios para poder incorporarse a los nuevos procesos productivos.
L
as caracter?ticas irreversibles de los modelos econ?icos vigentes, tienden a la plena movilidad del factor trabajo y del capital, como ya sucede en buena parte del mundo. En la econom? global casi nadie tiene un empleo asegurado, a? en el sector p?lico. Para mantenerlo deben cumplirse exigencias cada vez mayores de productividad lo que generalmente impone afrontar capacitaciones continuas no siempre provistas gratuitamente. Estar capacitado implica ser productivo y eso es lo que se entiende por competitividad desde el lado de la oferta de empleo. Cuando las condiciones lo requieren, para progresar se debe emigrar hacia donde est? las oportunidades de trabajo superadoras, y ?te tambi? es un proceso que puede volverse continuo.
En el caso de Salta, se anunci?la soluci? de la crisis con unos cuantos planes Trabajar, que se prestan a todo tipo de corruptelas, y la investigaci? de algunos municipios sospechados de tales pr?ticas. Lo dem? seguramente integrar?el n?leo del nuevo "problema social" por promesas incumplidas.Tucum? - Violencia
Por supuesto: al Estado esto siempre le sale mucho m? barato que la perspectiva de solventar los costos de relocalizamiento. ?Y el "problema social" de origen? Mal, gracias. ?Y el de los restantes argentinos que deber? tributar nuevos impuestos por la reciente partida de 160 millones en planes Trabajar sin recursos que vot?el Congreso, aparte de financiar los actuales ? Mal, gracias.
Al Estado se le pueden reclamar pol?icas tendientes a la creaci? de fuentes de trabajo dentro de su soberan?, sin esperar que vayan a instalarse cerca de las residencias de los desocupados, aunque pueda subsidiar esfuerzos para incentivarlas. En las elecciones recientes no se vot?el cambio de modelo ni existen recursos para otorgar m? subsidios.

Fideicomisos
Por cent?ima vez se intenta regular el mercado de oferta del az?ar de ca?, tanto en Tucum? como en el resto de las provincias productoras. Con los nombres m? variados: fideicomisos, protectorados, y otros, se trata nuevamente de articular un pacto para “defender” el precio en defensa de la industria y evitar as?el "problema social", recreando pr?ticas reguladoras que han fracasado sistem?icamente, impulsadas tanto desde el Estado como por el sector privado y que han sido desterradas de la concepci? econ?ica hace m? de una d?ada condenadas casi un?imemente por sus resultados delet?eos.

En nombre del "problema social" el Estado tucumano ha resuelto involucrarse en la explotaci? de una ingenio azucarero quebrado. La historia es pr?iga en la exhibici? de los numerosos pecados de esas intentonas, el m? venial de los cuales es el resultado ineficiente y sospechosamente ruinoso para sus finanzas. No hay indicios que ahora vaya a absolverse ese mal, emergiendo virtudes empresarias y transparencia pol?ica. El soplo del Esp?itu Santo se registra s?o en antecedentes b?licos.
Si la gesti? se ajusta a su genoma, este socio del hoy frustrado fiedicomiso hubiera necesitado de un precio del az?ar mayor que el de otras f?ricas m? eficientes, que a su vez no necesitar? tanto como las agobiadas por pasivos concursales o financieros (cuyos acreedores tambi? integran el "problema social").
La ley 24.441 no fue creada para legislar estructuras dominantes, y el control de los mercados est?prohibido por las legislaciones de todo el mundo, incluida la nuestra. De all?que prosperaran los recursos de amparo del sector ca?ro. El mecanismo, para ser exitoso, requiere de un control total y efectivo, pues de otro modo los que no participen agotar? sus stocks vendiendo a precios ligeramente m? bajos, concretando buenos negocios gracias al intento de regulaci?, que se quedar? con los saldos y los excedentes.
Pese a los esfuerzos en todo sentido de numerosos protagonistas pol?icos, hoy el fideicomiso bendecido, firmado y consagrado hasta por los medios de comunicaci?, se ha estrellado contra la desobediencia de sus integrantes que no entregaron ni un kilo de az?ar a los comisarios del pacto. Controlar el cumplimiento de los compromisos de sus socios, castig?dolos severamente si los violan, es clave. Para desalentar inconductas, debe resultar intimidatorio y cre?le, lo que no aconteci? A? cuando se hubiera logrado, resulta interesante preguntarse cu? ser? el precio que defender? el fideicomiso, o la figura que se trate ?
Si el escenario fuese de precios altos, no tendr? sentido cumplir con pactos reguladores: cada parte vender? al precio que mejor conviene a su flujo de fondos y a su estructura de costos.
Si es de precios bajos, es de esperar que los controlantes fijar? el precio m? alto, para j?ilo de los m? eficientes. Porque de otro modo, a los que no les alcance un precio m? bajo, en nombre del "problema social" se desentender? del cumplimiento de sus compromisos precisamente por el incumplimiento de los resultados. Para poner en marcha el castigo y el cobro de las penalidades, seguramente se resolver?el "problema social" de algunos abogados y peritos intervinientes, pero el control se habr?desvirtuado.
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Y el "problema social" de los obreros ? - Por unos meses, quiz? bien, gracias. Despu?, igual mal.
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Y la asignaci? eficiente del mercado? - Mal, gracias puesto que si el controlante es monop?ico no existe mercado, y si es muy dominante probablemente configure un oligopilio de hecho, que tambi? es una estructura patol?ica.
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Y el "problema social" de los 33 millones de consumidores, incluidos los de Tucum?, que pagar?n az?ar m? cara ? - Mal, gracias.
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Y el "problema social" que inflingir?el esperable d?ict financiero del Estado local en la explotaci? azucarera o en la dudosa recuperaci? de pr?tamos e inversiones? - Mal, gracias.Tucum? - Reclamo popular

El tren se va
En estos casos, como se ve, las soluciones son para “ir tirando”. Lo que no ser? condenable micro econ?icamente, pero resulta un suicidio macro econ?ico para una provincia o una regi? del pa?.
Mientras el tren del cambio en pos del progreso avanza a velocidad arrolladora, por otras v?s.
Mientras las grandes cuestiones indagan sobre la posibilidad de subsistencia de las democracias con fuertes desigualdades y cu?es son las estrategias de contenido humano que las reviertan con sentido ?ico.
Resulta desalentador que lo que se autocalifica como “dirigencia” en todos los ?denes sociales de una parte considerable del pa?, revele su inspiraci? y ocupe energ?s en concepciones anacr?icas y marginadoras de la soluci? de algunos problemas sociales.

Dr. Bernardo Carlino
Vicepresidente Primero del Partido Federal
Orden Nacional


El atentado a la AMIA... la evasi? previsional r?ord...
SE?LES DE UN ESTADO AGONIZANTE
Por el Dr. Mart? Borrelli *
borrelli@federal.org.ar

Los n?eros golpean con crudeza: han transcurrido seis a?s desde que el brutal atentado a la AMIA cobrara la vida de 86 personas y a? no se ha esclarecido el hecho y muy probablemente nunca se esclarezca; la evasi? alcanz?cifras r?ord, el 66% de los inscriptos en el sistema (10,5 millones de personas) no hace sus aportes y probablemente no vaya a disminuir demasiado esta cantidad en el corto plazo.
El Estado no brinda justicia como es debido y sin ella entra en crisis el concepto de armon? y paz social; el Estado no recauda impuestos y contribuciones de la totalidad de los contribuyentes, por ende el esfuerzo no es equitativo y as?no puede garantizar las prestaciones m?imas para la totalidad de la poblaci? (salud, educaci?, Justicia). Si no puede cumplir con sus m?imos deberes, cu? es, entonces, el rol que los argentinos tenemos reservado al Estado en nuestra organizaci? social?

Justicia ?
El atentado a la AMIA, como tambi? el perpetrado contra la embajada de Israel agravian a nuestra sociedad, no s?o por el dolor irreparable por las vidas perdidas, sino por que nos han puesto a los argentinos frente a una realidad tan o m? dolorosa, cual es la falta de un sistema de justicia real en el pa?.
Estas grandes causas son a la sociedad como un faro a los navegantes: iluminan, muestran el camino, son una referencia. Sin ella, se pierde el rumbo, no encontramos la meta, naufragamos. Al no encontrarse los culpables de estos cr?enes, todos sentimos que no hay rumbo, que fallan los par?etros de la convivencia social, en otras palabras, que naufragamos como comunidad.
Y lamentablemente, esto comprende tanto estos juicios "testigo" como los miles de expedientes menores que no encuentran adecuado final en la Justicia por demoras, ineficiencias en la recolecci? de la prueba, etc..
A la intencionalidad pol?ica con la que puede haberse desempe?do el juez Galeano en esta investigaci?, se le suman adem?, en la percepci? social, todas las fallas estructurales del Poder Judicial como Instituci?, como poder del Estado en su rol de impartir justicia en todos los fueros y jurisdicciones, y esa sensaci? alcanza por l?ica tambi?, a la polic? como auxiliar de la misma y como organismo estructurado para combatir el delito.
Sobran ejemplos de injusticia. Por citar s?o dos: el incendio de la disco Keivys donde murieron 17 personas y el asesinato de Jimena Hern?dez. La primer causa, luego de m? de diez a?s se archiv?y fueron sobrese?os los tres imputados sin que se pudiera encontrar a los responsables de la tragedia. El caso de Jimena tambi? es pat?ico: despu? de doce a?s, ni presos, ni imputados por la violaci? seguida de muerte de la peque? en el Colegio Santa Uni?, prescribi?la causa.

Estar en negro es la regla
Siempre hemos sabido que la econom? informal o "en negro" constitu? un problema para la econom? del pa? por su influencia negativa de la recaudaci? impositiva y por el perjuicio que le acarrear? en el futuro a los trabajadores que no estuvieran registrados.
Este gobierno anunci?que castigar? la evasi? y pondr? en la c?cel a los evasores. Bueno, ha llegado la hora de construir m? c?celes. Tal vez esta sea la forma en que el gobierno piensa reactivar la econom?. Porque los ?timos datos revelan que la evasi? previsional es r?ord: en el sistema de aut?omos, sobre 2,5 millones de trabajadores, el 83,37 % no paga sus aportes; en el sistema de capitalizaci? donde se hallan inscriptos 8,1 millones de empleados, s?o pagan 3,4 millones. En total, el 66% de 10,6 millones de empleados no hace aportes.
Escalofriante, sobre todo si consideramos que en el futuro pr?imo millones de personas no van a reunir los requisitos m?imos para poder jubilarse. Adem? de constituir en el presente una flagrante situaci? de injusticia respecto de los que si aportan (sobretodo en el sistema de reparto) esto representa un quebranto financiero que habr?de proyectarse sobre ejercicios futuros comprometiendo la salud del sistema.

? Reformar o Refundar ?
Ea d?ada del 90 signific?la emancipaci? de los conceptos at?icos que nos ten?n esclavos del estatismo, el dirigismo y la inflaci?. Numerosas estructuras anquilosadas y deficitarias dieron lugar al florecimiento de la actividad privada, la inversi? y el desarrollo de nuevas tecnolog?s que por d?adas estaban ausentes del escenario productivo del pa?. Una nueva generaci? de managers irrumpi?en el mercado, se vincul?al mundo e irradi?una nueva imagen de la Argentina. El primer paso estaba dado.


Dice el cuento que cuando Dios, interrogado al momento de la creaci? de por qu?era tan generoso con estas tierras d?dole los cuatro climas, las cosechas, los minerales y otras ventajas y a otros en cambio, no les hab? dado tanto, dijo "para compensar, las llenar?de argentinos".
Los buenos prop?itos chocaron en la segunda fase de la transformaci? con la ambici? de la pol?ica (reforma constitucional, por ej.) y con una buena dosis de lentitud para encarar los desaf?s pendientes propia de nuestra idiosincrasia..
El tiempo pasa y los cambios que faltaban hacer, no se llevaron a cabo. Mientras tanto, los pa?es m? competitivos siguen alej?dose. A esta altura, deber?mos preguntarnos sin en vez de reforma no deber?mos hablar de refundaci? del estado.

Federalizaci?, Profesionalismo y Digitalizaci?.
La Justicia ya no se arregla con cambios superficiales. No alcanza con extender el horario de atenci? de tribunales o construir la ciudad judicial. Es una cuesti? de estado y como tal no es un problema ?icamente del Poder Judicial. Otro tanto ocurre con la salud y con la educaci?, en donde si bien parece haber bajado el nivel de conflicto a ra? del fondo docente, corre el riesgo de quedar rezagada en la aplicaci? y uso de las nuevas tecnolog?s, entre ellas, Internet.
Al Estado argentino hay que refundarlo, ya no reformarlo. Y esa refundaci? deber?girar sobre tres ejes fundamentales: federalizaci?, profesionalismo y digitalizaci?.
No es posible hablar de equidad hoy en d? si no atendemos la situaci? de millones de argentinos que viven y trabajan en provincias quebradas. Hay que reformular el sistema federal de gobierno y para ello, ser?vital un nuevo dise? de la coparticipaci? federal, en donde cada provincia se haga cargo de sus super?its y sus d?icits.
A la administraci? p?lica no se la arregla con un manual de buenos modales para atenci? al p?lico. Hay que jerarquizar la profesi? p?lica, abandonar el clientelismo, generar managment como en el sector privado e incluso competir con ? para tener a los mejores. Hay que incorporar par?etros de eficiencia y rendimiento, terminando con la estabilidad por si misma y la antig?dad como sin?imo de aumento salarial.
Hay que cambiar de mentalidad y pensar en un aparato estatal informatizado, digital, menos burocr?ico, que abandone el soporte papel y los miles de formularios y se vuelque decididamente a los documentos electr?icos. Que est? en l?ea con las necesidades de la gente.
Este Estado agonizante, el que no puede darnos justicia ni recaudar impuestos, forma parte de la argentina vieja, la que nos arras?con la inflaci? y nos defraud?con las empresas p?licas.
Es hora de construir un nuevo Estado para un nuevo siglo.

Burocracia seg? el Maestro Quino

Burocracia seg? Quino
del sitio de Quino en
www.quino.com.ar

* El Dr. Mart? Borrelli es Presidente del Partido Federal

El Triunfo de Baco, o "Los Borrachos" - Vel?quez - Museo del Prado

 

El 40% de los argentinos empez?a beber antes de los 13 a?s.
Consumo o Adicci?
Prof. Victoria Bitar Fern?dez

Una encuesta oficial sostiene que el 40 por ciento de los argentinos, alrededor de seis millones de personas, comenz?a beber alcohol antes de cumplir los 15 a?s.
De ese porcentaje, un 31% lo hizo entre los 13 y los 15 a?s, y el 9% restante dijo que empez?a beber a los 13 a?s.
La temprana edad del inicio se suma al problema del volumen de alcohol que consumen los j?enes
El estudio fue realizado en junio de 1999 por la Secretar? de Programaci? para la Prevenci? de la Drogadicci? y la Lucha contra el Narcotr?ico, y se efectu?entre 3055 personas residentes en la Argentina, divididas en dos grupos; 2699 adultos, de entre 16 y 65 a?s y 356 j?enes, de entre 12 y 15 a?s.
El informe indica que ocho de cada diez hombres y siete de cada diez mujeres menores de 18 a?s consumen bebidas alcoh?icas, principalmente cerveza y vino.
M? de la mitad de los j?enes de entre 16 y 24 a?s consume cerca de dos litros de cerveza en una noche de salida, mientras que el 12 % de la misma edad bebe a? m?.
En el caso del vino, 2 de cada 10 j?enes toman m? de un litro y 1 de cada 10 consume m? de medio litro de bebidas blancas, como whisky, vodka ,gin o tequila.
El mayor porcentaje de consumidores precoces pertenece al nivel socioecon?ico medio y alto.
Por ser ?ta la primera medici? de alcance nacional, los datos no pueden ser comparados con estad?ticas anteriores. Otro ?em relevante indica que el 40% de los que trataron de dejar de beber y no pudieron tambi? est?en la franja de 16 a 24 a?s. Al respecto, el tema sufre un cambio sem?tico; ya no se habla de consumo, sino de adicci?.

Las consecuencias del consumo de alcohol pueden evaluarse desde dos perspectivas; los trastornos que el exceso de alcohol provoca en la salud, como problemas en el h?ado, el est?ago o de tipo nervioso, y los conflictos sociales que desencadena.
Sobre este punto, 3 de cada 10 j?enes dijeron haber tenido incovenientes para llevar adelante sus actividades habituales al d? siguiente de una excesiva ingesta de alcohol. Estas cifras muestran que estos j?enes tienen problemas con sus familias o sus amigos a causa de la bebida.
Los n?eros:

  • 83% de los varones comienza a beber antes de los 18 a?s.

  • Entre las mujeres el 67%.

  • 83% de los que beben alcohol a los 13 a?s pertenece a un nivel socioecon?ico medio y alto.

  • 50% de los que toman cerveza consume entre un y dos litros en una salida nocturna.

Alarma: entre los j?enes de 16 a 24 a?s, 8 de cada 10 dijeron haber consumido al menos una bebida alcoh?ica durante el ?timo a?: el 56% lo hizo entre una y dos veces por semana.

Prof. Victoria Bitar Fern?dez


Nos escriben
Dr. Rolando Diego Carbone

Estimado Sr. Dierector:
Lo felicito por el cumplea?s del ?gano de prensa y festejo el nivel y calidad de las notas divulgadas.
Agradezco el espacio siempre abierto que me han tendido para publicar trabajos con total independencia y libertad de opini?.
En cuanto al ejemplar del 14 de julio, me parecieron excelentes los art?ulos de homenaje a Aramburo y el del Presidente del Partido Federal.
Con relaci? a este ?timo, me gustar? aportar un breve comentario. Menciona all?el Dr. Borrelli la responsabilidad de las autoridades locales en las crisis provinciales.
Sin duda que es una "irresponsabilidad" -dir? yo- de las autoridades locales, tambi? de las nacionales; pero en gobiernos democr?icos, los responsables son los gobernados que ahora se rasgan las vestiduras por los ajustes indeseados y necesarios. O no son los mismos que dieron su voto comprado por el festival de empleo p?lico y endeudamiento, sin desarrollo genuino, mirando para otro lado. Los Romero Feris, Sapag, Rodriguez Saa, Menem, Masaccesi, Angeloz, etc., sus predecesores y antecesores asumieron y finalizaron sus mandatos por la voluntad popular.
A la hora de se?lar culpables de esa situaci? encuentro principalmente dos: los partidos pol?icos y la prensa. C?plices, part?ipes necesarios o bien encubridores, com cada cual quiera verlo.
Ahora perdemos todos por esa situaci? y esperamos gestos de grandeza que no se limitan a las rebajas de dietas de las autoridades.
No puedo dejar de pensar en soluciones de fondo y all? aparecen -al menos como hip?esis de trabajo, frente a diagn?ticos de crisis, inviabilidad de Provincias, etc.- la fusi? de varios Estados Provinciales por regiones y entre s? adoptando un solo gobernador, una sola legislatura, una sola Corte Suprema y un solo gabinete de Ministros por regi? -o nuevas provincias-, concentraci? o fusi? de los bancos provinciales, etc, etc.(art. 13 de la C.N.)
Aunque suene feo, se tratar? de refundar el Federalismo Nacional en unos pocos sistemas unitarios, viables econ?ica y pol?icamente, centralizados, en el interior del pa?. Este proceso se viene gestando, casi en forma espont?ea y empujado por la realidad y la necesidad, en la Prov. de Bs. As. a nivel comunal.
Sin dudas requiere de inteligencia, humildad y altruismo en la clase pol?ica , y principalmente en los gobernados, recelosos muchas veces de sus vecinos.
En el caso de que esta fuera la soluci? correcta, -yo no lo s?y s?o pretendo plantear una posibilidad- que trizte ser? que por intereses mezquinos, no pueda abraz?cela. O tenemos que esperar a un Chavez o un Fujimori para que se hagan las reformas estructurales que el pa? necesita.

Rolando Diego Carbone
Abogado


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