Gravedad
de la Ley
Debido a que una Ley de la Provincia
de Buenos Aires establece que ningún detenido
puede permanecer como tal sin sentencia firme por
más de tres años, y dado que la ineficiencia de
todo el sistema judicial que actuó u omitió
hacerlo en este caso, no cumplió
con su deber al resolver a tiempo, los tres
autores del horrible crimen que dejó un cadáver
corroído, una viuda y dos hijos sin padre,
están ahora caminando libremente.
La Ley que inspiró a dos de los magistrados basa
sus antecedentes en el Tratado de San José de
Costa Rica, el que sin indicar plazos precisos
aduce que los detenidos no pueden
permanecer en prisión preventiva más allá de
un plazo razonable, pero el
espíritu irresponsable del legislador
interpretó que un plazo razonable
pueden ser tres años.
Evidentemente, la redacción en abstracto hace
que la vista parcial de los legisladores que
diseñaron y aprobaron la bochornosa norma, den
por resultado esta obra que en correcto y preciso
romance castellano debiéramos llamar paparruchada.Teoría
de la Relatividad
La relación de tres años puede ser atinada en
algunos casos, desmedida en otros y
extremadamente leve en el que hoy nos preocupa.
Esto me recuerda la pregunta de un profesor en
uno de los exámenes finales de la carrera de
ingeniería, el que exigió a un alumno que le
indique si un 3% era mucho o poco;
a lo que el joven, sólo él sabe en que cosa
pensaba cuando, respondió alegremente:
- ¡Es poco!...
Inmediatamente el profesor preguntó sin esperar
la respuesta... ¿Así que... si cuando salimos
de este claustro, donde somos aproximadamente
cien personas, y sólo tres son
atropellados y mueren?... ¿a usted le parece
poco?... ¡Retírese de inmediato... Su
nota de hoy es un uno!...
Cabe la relación con los legisladores que
cometieron esta barrabasada... En mi caso
particular los calificaría con cero.
A ello no escapa la disidencia del Juez Jorge
Ricardo Puricelli en el fallo, ya que el error de
procedimiento fue previo, y sobre él también
debe caer la vergüenza del resultado.
Si somos respetuosos de la Ley, no debemos más
que admitir que estos sujetos queden libres; pero
sí podemos exigir que el peso de la Ley recaiga
sobre quienes permitieron que esto ocurra; no los
que perpetraron el delito en sí, sino quienes
por torpeza permitieron que nuestra sociedad sea
cada día más injusta.
Lex,
dura Lex...
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El
Hecho
Los cuatro homínidos de los que presentamos sus
fotos, confesaron y se acusaron mutuamente del
rapto a Pedro Peralta Martín, un empresario
metalúrgico de 49 años de edad que tenía
esposa y dos hijos.
Esto ocurrió el 10 de Mayo de 1996. Luego de
amordazarlo y atarlo, lo golpearon hasta dejarlo
inconsciente, lo introdujeron en un barril de
metal y lo rociaron con cal viva; esto produjo la
posterior muerte por asfixia del empresario.
Concluída esta atrocidad, comenzó la farsa para
cobrar un rescate de 600.000 pesos, hasta que la
policía atrapó a tres de los cuatro
delincuentes el 31 de Mayo, 21 días depués,
mientras llamaban por teléfono a la familia
Peralta Martín.
El procedimiento concluyó con la detención del
cuarto, quien había sido el mentor de esta
inhumanidad.Los facinerosos fueron
convocados presumiblemente por Emilio
Cancian, quien había sido socio del
secuestrado y conocía al tornero Eduardo
Cortiletti, proveedor de los ex socios.
Por su parte, Carlos Pagés, ex
suboficial de Ejército, protagonista de una de
las rebeliones de militares carapintada,
militaba en el MODIN junto a Dante
Tartaglini, en cuya casa encontraron el
siniestro barril con los resto corroídos de la
víctima.
Lamentamos
ocupar espacio en la red con las fotografías de
los indeseables, pero si usted es vecino de la
zona oeste del Gran Buenos Aires, puede compartir
su libertad con alguno de ellos, hasta que sean
sometidos a juicio o se escapen.
Esta barbaridad debe ser atribuida a
la ineptitud del sistema judicial de la Provincia
de Buenos Aires.
Por Gustavo P. Forgione
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Emilio Cancian |